Los primeros 100 días del Gobierno regional, al rojo vivo

Esta fue la única promesa cuya realización situó Miras en los tres primeros meses de su mandato durante su discurso de investidura del 12 de septiembre en la Asamblea. El presidente incluyó en esa intervención otras medidas ya citadas en su primera sesión de investidura, aquella que fracasó en julio, cuando Vox se negó a aceptar el Gobierno en solitario y en minoría que proponía el líder del PP para la Región de Murcia. En esa ocasión, López Miras habló de cinco ejes en los que iba a centrar su gestión durante la legislatura: educación, modernización económica y productiva, simplificación administrativa, medio ambiente y juventud. En ese primer discurso de investidura, desgranó las principales medidas de su programa de Gobierno e incluso ubicó alguna de ellas en los primeros 100 días de andadura.

En septiembre, en cambio, fue más cauto, entre otras cosas porque a las promesas que hizo en la Asamblea había que sumar el pacto programático de Gobierno con Vox, que incluye 30 medidas y el compromiso de que el próximo Defensor del Pueblo será designado por los de Antelo, algo que a día de hoy no ha ocurrido. Si bien no se puede decir que estos 100 primeros días del Gobierno hayan convertido a la Asamblea Regional en la «institución fértil» que tenía entre sus aspiraciones el presidente, tampoco se puede decir que López Miras haya estado cruzado de brazos. La oposición a la amnistía de los separatistas encausados por el ‘procés’ lo ha mantenido movilizado, de protesta en protesta y de discurso en discurso en Madrid y en Bruselas. Eso era algo que nadie podía prever, porque la medida de gracia no iba en el programa del PSOE.

Además de la movilización contra la ley de amnistía, la elaboración del proyecto de Presupuestos para 2024, los problemas en la apertura del curso escolar y los roces y malentendidos entre los socios de Gobierno, entre otras cuestiones, han absorbido gran parte del tiempo del Ejecutivo autónomo en estos primeros y candentes 100 días del primer Gobierno de la undécima legislatura.

Mar Menor y medio ambiente

No hay medidas importantes en torno al Mar Menor, aunque es relevante que la Consejería de Medio Ambiente y el Miteco estén ultimando un acuerdo para una colaboración permanente a través de una Comisión Interadministrativa que se reuniría al menos una vez al año.

En septiembre, se modificó el artículo 16 de la ley de la laguna salada para restituir el veto a nuevas construcciones en las zonas ribereñas, pero la Asamblea no lo ratificó. Se hizo tras prescribir en verano ese veto que estuvo vigente tres años a la espera de un plan de ordenación, que está por llegar. En cuanto a inversión, destacan los 2 millones aprobados a mediados de noviembre para construir un nuevo sistema de aguas pluviales en San Javier. Por su parte, Vox ha propuesto una modificación de la ley del Mar Menor que el consejero de Presidencia, Marcos Ortuño, aclaró que no entra en sus planes. Ayer, el vicepresidente Antelo insistió en que se hará esa reforma.

No es el único punto en el que han chocado los socios de Gobierno. También lo hicieron cuando los populares rechazaron en público la propuesta de los de Antelo para reformar la ley de participación Institucional, que pretendía que sindicatos y patronal colaboraran gratis con el Ejecutivo. No salió adelante, pero prosperó el recorte de las partidas a los agentes sociales para el próximo año.

En cuanto a la simplificación administrativa, uno de los ejes de la legislatura, se han dado avances. El más reciente, el anuncio de Antelo de defender el silencio positivo en 2024.

Educación, en pie de guerra

En su discurso de septiembre, el presidente López Miras se extendió más que en el resto de temas para explicar que la educación será uno de los cinco ejes de su legislatura. Sin embargo, fue cauto y no prometió soluciones relámpago. Habló de «buscar» la sostenibilidad de los centros escolares y se comprometió «a no descansar hasta cumplirlo». Sin embargo, casi cien días después de la formación de su Gobierno el sector de la enseñanza es quizás el que más ruido ha hecho y el que más manifestaciones ha registrado.

El consejero Víctor Marín ha tenido que soportar, al inicio del curso, el caos en el transporte escolar, que a día de hoy no se ha solucionado, la suspensión del contrato de una de las empresas de ‘caterings’ en los colegios por mal servicio, las becas de comedor insuficientes y las protestas de los padres de alumnos que estudian en barracones.

En medio de ese gran charco, que le costó el puesto al director general de Infraestructuras Educativas, el Gobierno regional aprobó el 24 de septiembre una partida especial para cubrir las 825 plazas de comedor que cumplían los requisitos para recibirlas, pero se habían quedado fuera porque el dinero no alcanzó.

En definitiva, se han hecho cosas, pero la amnistía y la defensa de la modificación de la financiación autonómica se han comido el discurso político de los primeros cien días de Gobierno en los que no se ha podido solucionar el tema del transporte escolar.

Sanidad salva los muebles

Ya están en marcha las promesas que López Miras hizo en materia sanitaria en su primer discurso de investidura del mes de julio que, por cierto, no retomó en su intervención de septiembre. Ni en la investidura fallida ni en la que le dio la Presidencia montó castillos en el aire. Miras planteó iniciativas pendientes de ejecución que estaban ya aprobadas en la anterior legislatura y que se han cumplido en estos primeros 100 días.

Es el caso del compromiso de crear 64 nuevas plazas de refuerzo en el área de Salud Mental. Se trata de una medida que aprobó el Consejo de Gobierno el 19 de marzo de 2023 y que este 10 de octubre estaba a punto de cumplirse. En esa fecha estaban contratados 56 de los 64 profesionales prometidos por Miras.

También está en marcha el plan de choque contra las listas de espera, que no es, ni mucho menos, una novedad porque se hace habitualmente a través de la programación de jornadas extraordinarias de los profesionales de la sanidad. Pero, todo hay que decirlo, las cosas no se hacen solas, casi siempre hay que pagarlas y eso necesita un esfuerzo presupuestario que se ha hecho. Al César, lo que es del César.

Modernización económica

Si bien no se han anunciado grandes proyectos en aras de la colaboración ciencia-empresa, el Consejo de Gobierno dio luz verde al decreto ley de 20 de octubre de Dinamización de las Inversiones Empresariales, Libertad de Mercado y Eficiencia Pública, que contempla una intervención mínima del Ejecutivo para facilitar la actividad económica en la Región, pero también la creación de la Agencia de Transformación Digital, propuesta por el presidente en julio. No prometió en vano. El consejero de Economía, Hacienda y Empresa, Luis Alberto Marín, ha incluido en sus cuentas de 2024 partidas para ubicar esta agencia en el complejo de Espinardo.

Además, el presidente, López Miras, ha prometido una ayuda de 24 millones en 2024 a las empresas del sector agroalimentario para que afronten la modernización de un sector afectado por impuestos como la tasa al plástico.

Ayudas fiscales a familias

En septiembre, Miras prometió ayudas a las familias y a la conciliación, ya incluidas en los Presupuestos de 2024: deducciones fiscales por el cuidado de hijos, la enseñanza de idiomas, el acceso a internet y la compra de viviendas por parte de miembros de familias numerosas. También prometió atención social a los mayores con acciones específicas contra la soledad no deseada, se adjudicó el contrato de teleasistencia avanzada de 4,5 millones para, por ejemplo, acompañamiento telefónico, paseos, gestiones administrativas… Y se comprometió a afrontar problemas de salud mental y acceso a la vivienda para jóvenes.