Un billete a la Región de Murcia llamado contrato

Un billete a la Región de Murcia llamado contrato

La pandemia provocó un cambio de fuerzas en el tablero de los traslados por motivos laborales en España. Mientras que Madrid se anotaba en el bienio 2020-2021 más salidas de trabajadores que entradas por primera vez en su historia, con la pérdida de más de 1.900 asalariados, otras comunidades que venían de acumular un saldo negativo en sus intercambios de empleados con otros territorios en años anteriores, como la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Galicia o Cantabria, entre otros, veían cambiar las tornas y se introducían en el grupo de zonas tractoras para el empleo, al lograr decir adiós a menos trabajadores de los que acogieron. En ese mismo bienio, la Región obtuvo una diferencia positiva de casi 800 contratados, después de atravesar un periodo entre 2017 y 2019 en que había retrocedido en cerca de 350 asalariados.

Los últimos datos estadísticos de Movilidad del Mercado de Trabajo de la Agencia Tributaria (AEAT), referentes al periodo siguiente, 2021-2022, reflejan ahora que aquel efecto fruto del coronavirus ha empezado a diluirse, devolviendo a Madrid su corona como imán laboral de España. Lo que no ha cambiado es la inercia positiva de la Región de Murcia, que se resiste a desaparecer en el reajuste. El pasado año, la Comunidad volvió a contar con más entradas que salidas por tercer año consecutivo. En concreto, en el último bienio disponible en la estadística de la AEAT, la Región se hizo con 216 trabajadores en el intercambio de contratados con otras autonomías, al registrar 5.568 llegadas por 5.352 abandonos. Con esa cifra, acumula una ganancia de casi 1.600 empleados desde 2019.

Isabel Álvarez, una joven vallisoletana de 25 años, es una de esas personas que han recalado en la Región procedente de otra autonomía atraída por un puesto de trabajo. Dejó Castilla y León el pasado mes de septiembre para deshacer su maleta en Cartagena, donde ha podido ver cumplidas sus aspiraciones laborales como trabajadora social en la ONG Cepaim. «Eché currículums en esta zona porque hay más opciones para hacer lo que me gusta. Cartagena me ha brindado la oportunidad de dedicarme a lo que siempre he querido, porque en mi región, el Tercer Sector solo ofrece empleos en los cuidados a mayores, y yo quería trabajar con migrantes». Y eso es exactamente a lo que se dedica ahora, dentro del programa de protección internacional que desarrolla la entidad.

Los jóvenes son los más dispuestos a moverse por motivos laborales. Entre 2021 y 2022, casi la mitad de los 11.000 traslados de asalariados entre la Región de Murcia y otras comunidades, tenía menos de 35 años. En concreto, 5.368, el 49,2%.

El perfil de los que llegan es mayoritariamente masculino. Los hombres constituyen el 60,3% de los asalariados que se asentaron en la Región entre 2021 y 2022, 3.360 en total. Por otra parte, el 78,2% del total tenía nacionalidad española (4.356) frente al 21,8% de extranjeros que refleja la estadística.

Más contratos

Los asalariados crecen un 7% desde el año 2020

El cambio de tendencia que penalizó a Madrid y convirtió en zonas de atracción laboral a comunidades como la Región de Murcia, no significó, en cambio, menos empleo en el centro de la península, ya que total de asalariados en Madrid siguió creciendo pese a al saldo negativo de traslados de otras autonomías. O lo que es lo mismo, no hubo menos trabajadores, pero sí que se redujo el número de ellos que fijaban su residencia en la capital. Tras esa aparente paradoja se esconde, entre otros factores, el desembarco del teletrabajo, que se multiplicó por siete en el país en 2020, según el informe de Fundación Telefónica ‘La Sociedad Digital en España 2020-2021’. Ya no resulta anómalo que un empleado pueda trabajar para una empresa de Madrid o Barcelona y residir en algún municipio de la Región de Murcia, una situación que ofrece algunas ventajas para el trabajador, como menores costes en la vivienda.

También la Región de Murcia ha vivido un incremento continuado de asalariados desde el ‘annus horribilis’ del coronavirus. Según los datos de la Agencia Tributaria, estos se incrementaron un 3,47% entre 2021 y 2022 hasta situarse en más de 653.000, y acumulan un 7% respecto a 2020.

Los efectos de la Covid

Auge y caída de la movilidad tras la pandemia

Junto al cambio de fuerzas entre territorios, la pandemia dejó otros efectos en la movilidad laboral española. Uno de ellos, el más evidente, fue un notable aumento de los desplazamientos. Entre los años 2019 y 2020, casi 19.000 personas cruzaron los límites de la Comunidad para cambiar de trabajo, ya fuera en un sentido o en otro, casi un 70% más que en el bienio anterior. Ese flujo ha comenzado ahora a decaer y se ha traducido, según los datos Hacienda, en un frenazo de la movilidad del 41% en la Región de Murcia. Aunque el descenso disminuye su intensidad conforme las cifras de traslados se aproximan a las que había antes de la crisis sanitaria, lo que hace prever que pueda estabilizarse en el próximo registro. Los últimos datos evidencian una desaceleración de la movilidad sensiblemente menor, con una caída del 18,5% frente a los registros del periodo 2020-2021, cuando se produjeron 13.500 desplazamientos.

Mejor en las distancias cortas

La Región gana el pulso a las comunidades limítrofes

Otro efecto ‘postcovid’ ha sido el incremento de la capacidad de atracción de la Región en las distancias cortas. Entre 2021 y 2022, Murcia restó fuerza laboral a todas las autonomías limítrofes, y obtuvo en el intercambio con Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha un saldo positivo de 736 empleados.

La comunidad que más trabajadores ha aportado a la Región de Murcia en este periodo es Andalucía, emisora de 1.280 empleados frente a los 891 que acogió como receptora, con una diferencia positiva de 389. Le sigue Castilla-La Mancha, origen de 543 y destino de 351 trabajadores murcianos, lo que suma otros 192 a la cuenta; mientras que de Valencia proceden 1.524 por los 1.369 que hicieron el camino inverso desde la Región, lo que eleva el saldo en 155 trabajadores más.

Cabe destacar que la información de movimientos laborales entre comunidades proporcionada por la Agencia Tributaria se deriva de las declaraciones de retenciones e ingresos a cuenta sobre rendimientos del trabajo de los ciudadanos. El registro se limita a los movimientos de trabajadores por cuenta ajena, ya sea en el ámbito público o privado, que se hayan producido entre regiones que se encuentren bajo el régimen común, lo que excluye los intercambios con el País Vasco y Navarra. Además, para que el cambio de residencia de un empleado quede reflejado en la estadística de Hacienda, es necesario que el trabajador haya tenido un contrato en algún momento de cada uno de los dos años de cada bienio analizado.

Marta Escobar, de 40 años, es una murciana que sabe bien lo que es estar a ambos lados de esa estadística. Ella llegó desde Valencia en 2021, uno de esos territorios de los que la Región ha extraído mayor número de asalariados desplazados. El suyo ha sido un intrincado viaje de ida y vuelta entre ambas comunidades que comenzó a gestarse ya en su época como estudiante. «Había comenzado Bellas Artes en Murcia y quería dedicarme al diseño gráfico», cuenta, pero pronto comenzó a crecer un pensamiento invasivo en su cabeza: que la Región de Murcia no iba a poder ofrecerle las oportunidades laborales que necesitaba en su sector. «Pedí el traslado de expediente para terminar la carrera en Valencia, porque allí pensaba que al haber más empresas, me sería un poco más fácil encontrar algo», recuerda.

Marta Escobar, en la avenida de la Libertad de Murcia, donde se encuentra la oficina donde trabaja como agente de seguros.

Marta Escobar, en la avenida de la Libertad de Murcia, donde se encuentra la oficina donde trabaja como agente de seguros.


Nacho García / AGM

Después de un par de años enlazando contratos cortos en la ciudad del Turia, Marta logró lo que andaba buscando: un contrato estable en una pequeña agencia de publicidad. Pero los tiempos de calma se vieron pronto truncados de la peor manera. «Cuando empezó la crisis de 2008, la empresa tuvo que cerrar y nos quedamos todos en la calle», lamenta. Tuvo entonces que regresar a Murcia, aunque por poco tiempo. Pronto logró una beca para trabajar en un estudio de fotografía en Francia, donde emprendió una estancia que duró siete meses. Cuando aquello acabó, volvió a casa por segunda vez dándole vueltas al futuro para, una vez más, acabar pensando en Valencia como la mejor opción para buscarse la vida. «Allí monté una empresa de ocio infantil con mi hermana. Decidimos hacerlo allí por lo mismo, porque pensamos que habría más oportunidades de negocio –explica–. Estaba completamente convencida de que mi futuro laboral no estaba aquí».

Fue otra gran crisis la que le quitó la razón y la trajo finalmente de vuelta. Su viaje es similar al de miles de personas que en todo el país tuvieron que hacer las maletas tras la sacudida laboral que supuso el coronavirus y la restricción de la actividad comercial no esencial.

Motivos para quedarse

Los atractivos: la comodidad, la costa y el carácter

Marta y su hermana tuvieron que bajar la persiana de su negocio en noviembre de 2021 y emprendieron el camino de vuelta a Murcia, donde estar más cerca de sus padres. Lo que ella no esperaba era encontrar un mercado de trabajo que no tardó en abrirle las puertas. «Solo tardé dos meses en tener un empleo como agente de seguros», señala con cierta extrañeza. Pudo incluso rechazar otras dos ofertas. «Me sorprendió, la verdad, quizá por desinformación. Pensaba que todo iba a ser mucho más difícil de lo que ha sido en realidad». Ahora siente que ha encontrado su lugar. «Tengo la estabilidad que estaba buscando y también el tiempo que necesito para ocuparme de mis padres. Es curioso que después de estar tanto tiempo buscando siempre salir de Murcia haya acabado aquí, pero ahora me doy cuenta de que aprecio muchas cosas que antes no veía». Entre esas cosas cita «la forma de ser de la gente, que es más cálida» y la «comodidad» para desplazarse al trabajo.

A Isabel Álvarez, además del carácter de los ciudadanos de la Región, le ha conquistado la cercanía del mar. «Incluso si no me renovasen, yo me quedaría y seguiría buscando trabajo aquí», dice.

Ni ella ni Marta se plantean dar marcha atrás, aunque la murciana no se atreve, después de tanto zarandeo, a cerrar la puerta del todo. «Nunca se puede decir nunca, pero ya no me planteo salir. Estoy muy a gusto. Mi objetivo ahora es tener una casa, y con huerta si puede ser».

¿A dónde van los trabajadores que deciden marcharse?

La mayor parte de los trabajadores que entre 2021 y 202 se decidieron a cambiar su trabajo en la Región de Murcia por uno en otra comunidad autónoma, pusieron rumbo a Valencia. En concreto, fueron 1.369 personas en términos absolutos, más de uno de cada cuatro. Si bien más de 1.500 hicieron el trayecto contrario. Si se atiende a los saldos, las comunidades que más empleados restaron a la Región fueron la de Madrid (301), las Islas Baleares (71), Canarias (70), Aragón (39) y Cataluña (32). Por otra parte, al igual que ocurre en el apartado de llegadas, también entre los asalariados que se fueron de Murcia predominan los hombres (3.191) y la nacionalidad española (4.244).

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