El paro de los conductores de Monbus inquieta a los usuarios de las pedanías de Murcia

El paro de los conductores de Monbus inquieta a los usuarios de las pedanías de Murcia

Con inquietud y, a la vez, con la esperanza de que la situación se solucione. Estas fueron las reacciones más comunes entre los usuarios de los autobuses de las pedanías de Murcia que se levantaron ayer con el anuncio de una huelga por parte de la plantilla de Monbus, empresa concesionaria del servicio. El paro de 24 horas se llevará a cabo entre el 30 de diciembre y el 7 de enero, coincidiendo con el último tramo de la gratuidad impulsado por el Ayuntamiento.

«El autobús es lo único que tengo para moverme; si van a la huelga nos dejan, a mi y a muchos como yo, ‘colgaos’», aseguró Josefa Cuenca, vecina de La Alberca, que para desplazarse a la ciudad suele utilizar las líneas 6 y 29. «Espero que terminen por arreglarse».

Otra usuaria de estas mismas líneas, Rosario Martínez, que se desplaza en bus al trabajo, apuntó que «no veo bien que ahora, cuando parece que todo empezaba a funcionar mejor tras las obras y hay menos retrasos, nos quedemos sin autobuses; espero que lo reconsideren».

Josefa Cuenca no dejó pasar la ocasión, como lo hicieron otras personas, para pedir también al Ayuntamiento que mejorase la frecuencia del servicio, especialmente los fines de semana. «Los sábados pasa cada hora y los domingos cada dos horas», denunció esta vecina de La Alberca.

Juan Peñalver, que aguardaba la llegada de la línea en una de las paradas de Gran Vía con destino a San Ginés, aprovechó para criticar que desde que se puso en marcha esta línea no se haya modificado ni su trayecto ni sus frecuencias. «Claro que nos afectará la huelga -dijo- porque con el coche es prácticamente imposible venir al centro».

De la misma opinión fue Mari Cruz López, quien desde Cabezo de Torres se desplaza en la línea 50 cada vez más a menudo a Murcia. «Yo creo que el servicio ha mejorado últimamente y este anuncio, ahora, en plena Navidad, nos viene fatal, cualquiera se viene en coche».

El anuncio de la huelga de la plantilla de Monbus no solo afecta a los usuarios; también en el Ayuntamiento contemplan con preocupación que no se alcance un acuerdo entre trabajadores y empresa que permita su desconvocatoria. Sería como echar un jarro de agua fría a las medidas en marcha para evitar atascos, dar mayor fluidez a la movilidad tras las obras y ganar usuarios para el transporte público que saquen el coche privado de las calles.

Empresa y trabajadores están convocados el viernes en la oficina de mediación para intentar llegar a un acuerdo

Por eso, han mostrado su predisposición a tender puentes entre ambos. «La Concejalía de Movilidad ha hablado con las dos partes implicadas en el conflicto y les ha trasladado la necesidad de alcanzar un marco de acuerdo y entendimiento que resuelva la cuestión de forma satisfactoria». Es la respuesta recibida en esta Redacción a la pregunta de qué iba a hacer el Ayuntamiento ante el anuncio de huelga. No parece, ‘a priori’, que vaya a ser una tarea fácil. De hecho, aunque los trabajadores confían en la mediación del Consistorio, desde la empresa, a preguntas de LA VERDAD, rechazaron hacer comentarios ni sobre la huelga ni sobre las razones que la han promovido (mejoras en el servicio y eliminación de las discriminaciones laborales entre la plantilla, al decir de los trabajadores).

Además, los representantes de la empresa suspendieron ayer la reunión agendada con el comité de prevención de riesgos laborales. «Llevábamos meses intentando hacerla, pero al llegar los compañeros la han suspendido sin justificación; sospechamos que como represalia por la convocatoria de huelga», apuntaron fuentes del comité de empresa.

Sin embargo, a lo largo de la jornada ambas partes fueron convocadas a una reunión para el próximo viernes a mediodía en la Oficina de Mediación y Arbitraje Laboral. No faltaron reacciones desde otros grupos políticos municipales. La edil socialista Carmen Fructuoso destacó que «los trabajadores se han cansado de las ocurrencias y de los bandazos del equipo de gobierno, que no tiene claro qué modelo de municipio y de movilidad quiere».

  1. La plantilla de las líneas de la Comunidad también protestará

No hay dos sin tres, dice el refranero español, y a la movilización de la plantilla de Monbus, con la huelga anunciada, se suma la protesta de sus compañeros que trabajan para Interbus, la concesionaria de las líneas entre poblaciones de la Región que dependen de la Comunidad Autónoma.

El comité de empresa ha convocado una concentración a las puertas de la Consejería de Fomento mañana, y su objetivo es mejorar tanto las condiciones laborales de la plantilla como que se renueve la flota. «La empresa no calcula bien el tiempo que se tarda en los trayectos y, en consecuencia, recortan los salarios; y, por ejemplo, los buses entre Murcia y Cartagena ya acumulan 400 quejas por su mal estado; se averían continuamente», subrayaron.

  1. Un nuevo contrato que se hace esperar

No son pocas las voces que advierten de que la situación inestable del transporte público en el municipio Murcia (tanto en la líneas urbanas de los ‘coloraos’, como en las interurbanas) se ha agravado tras una sucesión de parches en la concesión del servicio, entre ellos, los contratos puente con Monbus, que arrancaron el 3 de diciembre de 2021. En esta fecha el Ayuntamiento se vio obligado, por ley, a hacerse cargo del transporte a pedanías, con una adjudicación temporal que ha vuelto a ser prorrogada.

Esa asunción ocurrió dos años después de los plazos recogidos en la Ley regional de Transportes de 2015, ya que era en 2019 cuando al Ayuntamiento le correspondía hacerse cargo de las líneas de pedanías. Los populares, entonces en la alcaldía, consiguieron que la Comunidad Autónoma mantuviera el servicio, lo que en 2021 no lograron los socialistas, ya en el gobierno municipal tras la moción de censura.

En ese tiempo (desde 2019 a 2021 el PP, desde 2021 hasta mayo de 2023 el PSOE, y desde junio hasta ahora, de nuevo el PP), ninguno ha sido capaz de sacar la nueva concesión que deje en manos de una única empresa el servicio del transporte público en el municipio. Lo último anunciado por parte del actual ejecutivo municipal es que sus planes pasan por licitar el contrato durante el primer semestre de 2024, lo que deja en el aire la fecha de su puesta en marcha. Se da la circunstancia de que el segundo contrato puente con Monbus (firmado este diciembre) expira -como máximo- en 2025, mientras que el de los ‘coloraos’ también prorrogado, lo hará en octubre de 2024.

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