La ‘tardebuena’ capea en Murcia los atascos con autobuses llenos pero con problemas para aparcar

La ‘tardebuena’ capea en Murcia los atascos con autobuses llenos pero con problemas para aparcar

Perseguir una cerveza en alguna barra de bar era tarea compleja para este domingo 24 de diciembre. Mantener la compostura mientras agarras un plato de plástico con una marinera encima y con un mar de gente alrededor es de sobresaliente ‘cum laude’. Quien se quería complicar la vida para disfrutar de la ‘tardebuena’ en Murcia sabía a donde tenía que ir. El centro de la ciudad bombeaba personas por todas sus calles y plazas. Lo que en un día normal podías recorrer en un minuto hoy tardas diez veces más. «Nos tenemos que volver a comer a casa porque es imposible pillar sitio en cualquier lado», reconocía Marta Jiménez, cuyo grupo, vestidos con cuernos de reno, había conseguido un codiciado espacio de un metro cuadrado en la plaza Santa Catalina.

Murcia también servía este día como laboratorio de pruebas para comprobar si la cirugía estética a la que habían sido sometidas sus calles en los últimos meses tenía un impacto positivo o negativo en una fiesta sagrada para los vecinos. Y, en realidad, ha habido un poco de todo. «¿Lo del autobús lo vais a poner en la crónica», preguntaba Belén Villamor, vecina de la pedanía de El Palmar, cuyo grupo de amigas ha tenido que llegar hasta el centro de la capital como ha podido: «El conductor nos ha dicho que no podíamos montar porque estaba lleno», señalaba, indignada. No es el único testimonio que apuntaba en esta dirección. Los amigos de Laura Cruz, del barrio del Infante y del Carmen, querían aprovechar que el transporte público era gratis estos días para alcanzar la plaza de las Flores, pero también estaba completo y han ido andando.

Hay quien admite, en mayor o menor medida, que ha logrado aparcar su coche de mala manera. Desde Fuente Álamo llegaban un grupo de amigas para comer, con la enorme suerte que conlleva conseguir una reserva en la plaza del Cardenal Belluga, frente a la Catedral. No estaban muy seguras de si podían dejar su vehículo donde lo han dejado, pero rezan para que no pase la grúa. «Aparcar es imposible hoy», reconocía una de ellas, pero no por la típica afluencia que trae el ‘tardeo’ de Nochebuena, sino por encontrarse con una ciudad que ahora pone las cosas difíciles a los coches privados. Con tiempo, Alejandro Moya, de Las Torres de Cotillas, ha llegado en la mañana de este domingo a Murcia para lograr aparcamiento, ya que la mala experiencia de este sábado le ha servido para ser precavido hoy.

Algunos murcianos señalan que tienen amigos que han rechazado venir hasta la ciudad para evitar atascos y problemas para aparcar. Respecto a los atascos, la Policía Local no ha registrado grandes problemas, pero la Gran Vía comenzó el día cortada por los desfiles navideños, un hecho que también sirvió para agilizar el movimiento de las masas entre las plazas de las Flores o Santa Catalina y el casco histórico. Murcia ya había recuperado el mejor ‘tardeo’ tras la pandemia, pero los buenos datos de volumen de público por la capital hay que defenderlos año a año. El sol ha ayudado este domingo.

Los hosteleros: «Mejor que antes de la pandemia»

La hostelería vive un día grande en su calendario. De eso no hay duda. Que puedan hacer mayor o menor caja depende de si los clientes optan más por tapas o piden platos contundentes. En La Tapa, sus camareros sostienen dentro platos de gambones y cigalas para las mesas que han llenado, pero el grueso de la clientela está fuera pidiendo croquetas y cervezas: «No se animan mucho a pedir algo más caro», explican. Pese a esto, los locales sí ven más gente que otros años y, también, que consumen más. Una clave que podría explicar este hecho es que se han registrado menos botellones en las zonas clave de salida en la ‘tardebuena’ y más uso de las barras de los bares, como también ha comprobado la Policía Local. Sin embargo, a la entrada de estas plazas emblemáticas para pasar la mañana de Nochebuena también han tenido que parar litros de cerveza o alcohol más duro.

«Está habiendo más consumo en nuestra barra», certifica Ángeles Ruiz, encargada de El Parlamento Andaluz, «pero sobre todo es que vemos gente no ya tan joven que se atreve a pedir más». Y es cierto, el grueso de personas que acumulaba una barra podía llegar a los dos metros en según que bares o restaurantes. En la pastelería Bonache, Carlos Balanza, su propietario, no deja de recibir clientes que piden los famosos pasteles de carne mientras, desde el mostrador, va cogiendo encargos continuamente para estas fechas.

Los amigos de Marta Boluda, de Murcia, atesoran en sus manos caballitos y marineras que agarran como pueden entre tanta gente en movimiento. No es fácil comer en la calle, pero eso no importa si antes de las obligatorias cenas familiares puedes escaparte unas horas para disfrutar del ambiente navideño y de unas cuantas cervezas. «Esperamos llegar vivos a esta noche», decía uno de ellos. El ‘tardeo’ está consagrado en la ciudad y para asistir a él la gente se pone sus mejores ‘outfits’. «¿Vamos guapas, no?», preguntan un grupo de chicas al fotógrafo mientras se preparan para posar.

El perfil de público cambia por plazas. En el Romea la escala de edad subía un poco más, con padres vigilando a los hijos mientras comían como podían buscando una repisa en torno al teatro. Las escaleras de la plaza servían de asiento para degustar las paellas y descansar un rato. A pocos metros, en el Café Bar Gran Vía, su encargado Pedro José Sánchez tenía a unos clientes ya más entrados en años pero con las mismas ganas de disfrutar del día. La caja de la jornada, dice, va a ser «mejor que antes de la pandemia», algo que corrobora tambiénb Pablo Pino, camarero en El Pasaje de Belluga, donde las reservas han dejado lleno su restaurante tanto en terraza como en interior.

Enlace de origen : La 'tardebuena' capea en Murcia los atascos con autobuses llenos pero con problemas para aparcar