El antiguo torreón y la muralla defensiva de Cieza ven la luz tras permanecer ocultos durante siglos

El antiguo torreón y la muralla defensiva de Cieza ven la luz tras permanecer ocultos durante siglos

El municipio de Cieza ha ganado un nuevo espacio para conocer su historia de manera más precisa. Se trata del antiguo torreón y muralla defensiva construidos tras el ataque nazarí de 1477 que las distintas edificaciones de los últimos siglos habían ocultado. Vieron de nuevo la luz con el inicio de las obras de reconstrucción de la antigua Casa de la Encomienda. La presentación oficial tuvo lugar este sábado con la asistencia del alcalde, Tomás Rubio, y los diputados regionales de Vox Alberto Garre y Antonio Martínez, entre otras autoridades. Del descubrimiento alertó en 2021 el director de Patrimonio Arqueológico de Cieza, Joaquín Salmerón, procediéndose entonces a una remodelación de proyecto inicial que ahora ha culminado en su primera fase.

Enclavadas en el Balcón del Muro, estas edificaciones históricas ya podrán visitarse a la espera de que concluya la última fase consistente en la rehabilitación del antiguo caserón de la Encomienda. Durante la presentación, Salmerón señaló que tanto el torreón como la muralla encontrados «pensábamos que no existían en la actualidad, ya que diversas fuentes escritas atestiguaban que los materiales de la muralla se habían utilizado para otras edificaciones de la villa«. «Afortunadamente –señaló- durante las obras nos dimos cuenta de que estaban todavía ahí». Además, y según el arqueólogo, «el pavimento encontrado confirma lo que dicen las fuentes de que la villa fue quemada, pues posee una gruesa capa de carbones, cenizas y cerámicas ennegrecidas».

Nuevos arcos en el interior de la casa

Sobre los hallazgos registrados en la Casa de la Encomienda, el director de las excavaciones informó de que «se encontraron cuatro arcos consecutivos de 2,40 metros y cinco arcos tapados parcialmente durante los últimos 526 años». En los trabajos de la residencia del comendador, erigida en el interior de la fortificación, se encontraron la totalidad de los muros originales de la casa, que se habían construido en tapial de cal. Del vallado que va a proteger su interior así como de la iluminación de la que se ha dotado al espacio habló el arquitecto municipal, Juan Buitrago, quien insistió en que se trata de una «actuación prácticamente de emergencia para evitar el deterioro del torreón y la muralla».

Durante la presentación, miembros de la Hermandad de San Bartolomé escenificaron la visita ordenada por los Reyes Católicos a la villa en 1495, una vez terminada la construcción de este baluarte defensivo de planta cuadrangular rematada con cuatro torreones en sus esquinas, más una torre del homenaje. Los vestigios declarados Bien de Interés Cultural se encuentran protegidos por una valla.

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