El Gobierno central da luz verde al uso de los pozos de sequía en caso de emergencia

El Gobierno central da luz verde al uso de los pozos de sequía en caso de emergencia

En tres meses los pozos de sequía podrían volver a estar en marcha en la cuenca del Segura si no llueve y las reservas continúan en descenso en los embalses. Tras una larga tramitación, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha empezado a recibir el visto bueno del Gobierno central para poder activar la batería estratégica de sondeos que está desplegada por la demarcación. La extracción de agua del subsuelo vendría a paliar el peor escenario hidrológico en el que se podría encontrar el sureste español a principios de 2024: la declaración de sequía prolongada en el Segura.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha comenzado a dar su consentimiento al uso de estos pozos, formulando una declaración de impacto ambiental favorable. La primera, la única que hasta ahora se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado, es la del Sinclinal de Calasparra, el sondeo más famoso de la cuenca, ubicado entre Cieza y Calasparra, y que llegaría a extraer 31,88 hectómetros cúbicos al año a través de nueve sondeos que vierten el agua al Segura en torno al Cañón de Almadenes. Fuentes de la CHS remarcan que ya se ha aprobado la utilización de otras baterías de pozos.

La cuenca guarda ahora mismo 217 hm3, es decir, está al 19% de su capacidad total de almacenaje. La cifra no ha hecho más que empeorar durante los últimos meses y ya se han tenido que tomar medidas como el recorte de hasta un 25% en los desembalses destinados al regadío tradicional y no tradicional en la cuenca. La previsión de la CHS es que el Segura alcance el nivel de emergencia por sequía a finales del primer trimestre de 2024, momento en el cual se activarían una primera serie de sondeos, señalan fuentes de la CHS.

Llegados a este punto, el Plan Especial de Sequía contempla unas medidas graduales que permitirían abastecer a la Mancomunidad de Canales del Taibilla y a los regadíos de la cuenca con agua de siete acuíferos a través de diez baterías de sondeos. Como el suministro a la población está, de momento, garantizado con los recursos procedentes de las desaladoras del ente público, es de prever que los primeros sondeos en ponerse en marcha sean los destinados a los regantes, como el Sinclinal de Calasparra, los pozos de las vegas media y baja del Segura o el Campo de Cartagena. En total, la CHS puede extraer en torno a 120 hectómetros al año como tope, pero se evitará en la medida de lo posible tener que llegar a esta cifra para no sobreexplotar los acuíferos.

La Confederación podría bombear hasta 120 hm3 al año a través de la batería de sondeos repartida por toda la cuenca

Instalaciones preparadas

La CHS tiene preparadas las instalaciones de las baterías de sondeos para ponerlas en funcionamiento si hiciera falta. La única pieza que falta es la instalación eléctrica que alimenta el bombeo de agua, ya que se pretende evitar robos de cables en estas infraestructuras. Antes de poner en marcha las extracciones, el Ministerio ha pedido a la CHS, como es el caso del Sinclinal de Calasparra, unas pruebas experimentales para comprobar primero si la explotación de los pozos podría afectar a otras surgencias de aguas naturales que estén cerca.

El Gobierno regional, las comunidades de regantes y distintas organizaciones agrarias han demandado en los últimos meses la preparación, cuanto antes, y la activación de los pozos ante la escasez de recursos en la cuenca. La distribución de agua para las parcelas agrícolas se ha recortado en algunas áreas de la cuenca e incluso algunos regantes ya tienen serios problemas para cumplir con los ciclos de cultivo habituales en plena campaña hortofrutícola de invierno.

La llegada de un nivel de emergencia por escasez de recursos en la cuenca podría conllevar un recorte de hasta un 50% en las dotaciones a las producciones de riego, además de paralizar el agua para los jardines urbanos, el cese de la limpieza con manguera de las calles o prohibir el llenado de piscinas, como ya ocurre en otras cuencas hidrográficas en España, como Cataluña o Andalucía.

A principios de año, se prevé que la escasez de recursos en la demarcación obligue a adoptar nuevas medidas

A un paso de la emergencia

Enero puede traer a la cuenca el nivel de emergencia en el índice de escasez de recursos que evalúa el agua almacenada en la demarcación del Segura. De mantenerse dos meses esta situación, marzo sería el mes para aumentar las restricciones. La Mancomunidad tiene asegurado el abastecimiento de agua a los municipios que suministra en Murcia, Albacete y Alicante.

«Las cosas no van bien desde el punto de vista de los recursos», dijo Mario Urrea, presidente de la CHS, durante la última Junta de Gobierno del organismo de cuenca. No prevé aplicar nuevos recortes durante los dos próximos meses, pero de cara a la campaña de primavera, el campo sí puede encontrarse con más restricciones.

Obligatorio no dañar el manantial ciezano del Gorgotón

Una condición ambiental que deberá cumplir la CHS es que «la explotación de los pozos de sequía en el Sinclinal de Calasparra se programará, realizará y controlará de manera que en todo momento el nivel piezométrico del acuífero en el manantial del Gorgotón, en Cieza, quede por encima de su cota de surgencia». Esta poza de agua, famosa entre los vecinos de la Vega Alta por ser una espléndida piscina natural al aire libre donde bañarse, es el principal espacio natural que se vería afectado por el bombeo de los sondeos del Sinclinal. El Ministerio calcula que recuperar el 100% del caudal drenado en este manantial, en caso de activarse los pozos, costaría más de cinco años.

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