Calero recluta a un soldado muy fiel

El fútbol le ha dado a Andy Rodríguez una segunda oportunidad. Su carrera deportiva empezó hace más de una década en las categorías inferiores del Real Madrid, el filial del Levante y una extensa progresión en el gélido norte de España, primero durante varios años en la Ponferradina, luego en el Logroñés y finalmente en el Burgos. Todo se detuvo probablemente en uno de los momentos más dulces, el 20 de agosto de 2022 en el Carlos Belmonte de Albacete, cuando una rotura del cruzado lo tuvo apartado de los terrenos de juego durante más de un año.

Hasta ese momento, este granadino instalado en Ponferrada, Logroño y Burgos era uno de los futbolistas más importantes para Julián Calero. Con el ahora técnico del Cartagena era indiscutible, fiel y aplicado en la holgada salvación burgalesa de la temporada 2021/22. Lo dicen sus más de 150 partidos, 15 goles y más de una docena de asistencias en la categoría; también su carácter enérgico, que le ayudará a captar lo que quiere de él Calero.

Confiesan a LA VERDAD personas cercanas a Andy Rodríguez que la operación, oficializada ayer, estaba bien encaminada desde hace tiempo. Y que al granadino, en este momento, le motiva recuperar sensaciones en el campo con un entrenador de su confianza y ayudar a la difícil situación deportiva del Cartagena, colista de la Segunda División con 3 victorias en 21 jornadas.

Otro año opcional

El nuevo jugador albinegro, que hoy mismo estará en el entrenamiento en La Manga Club, es un viejo conocido para Calero y también para la comisión deportiva del Cartagena. César Remón, por ejemplo, sabe bien de sus cualidades cuando defendía los colores del Logroñés. Y tanto Paco Belmonte como Manuel Sánchez Breis han trabajado en más de una operación con el representante, Eduardo Ipiens. Este agente apareció hace años en la escena albinegro, cuando llevaba las riendas del centrocampista de Los Belones Sergio Jiménez.

La llegada de Andy Rodríguez es hasta el final de la presente temporada y contempla la posibilidad de continuar un año más, previsiblemente si el equipo logra la salvación. Zurdo, adaptado a la idea de Calero y con buen golpeo de balón, el granadino sustituye a Hevel y deja cerrada la posición del centro del campo, salvo sorpresa.

Durante largos meses, el nuevo jugador albinegro pasó por el quirófano, llevó muletas y no podía conducir. Poco a poco dio pasos hacia adelante con la ayuda de los fisioterapeutas y sesiones de piscina. A las primeras caminatas se unió la primera carrera con el balón. Nunca abandonó a sus compañeros y casi siempre estaba dentro del vestuario. «Me acuerdo de cuando vuelvo a hacer una conducción y la sensación es que se me había olvidado jugar al fútbol, aunque poco a poco vas mejorando», explicó a el ‘Diario de Burgos’ hace diez meses.

Este curso, a pesar de encontrarse ya en plenas facultades, el entrenador Jon Pérez Bolo apenas ha confiado en él con 168 minutos distribuidos en dieciséis partidos, uno de ellos como titular. Con esta primera alta, el Cartagena da por iniciado un exigente mercado que se antoja fundamental para pelear por la salvación.

Cuatro puestos a reforzar

Actualmente hay veinte fichas profesionales y quedan cinco espacios libres para completar la plantilla. La idea es no asumir rescisiones muy costosas (hay seis cedidos, algunos con poco protagonismo) y reforzar el equipo, al menos, con un delantero, un extremo, un central y un lateral diestro capaz de suplir a Iván Calero en caso de lesión o sanción.