Madrugada azul en San Francisco

Madrugada azul en San Francisco

La madrugada del Viernes de Dolores se tiñó irremediablemente de azul en el inicio de la Semana Santa. Miles de personas se congregaron en el entorno de la iglesia de San Francisco para vivir el momento más ansiado del año, ver a la Dolorosa cruzar el umbral del templo a las doce en punto de la noche. En los minutos previos, la banda romana calentó el ambiente haciendo sonar el himno ‘Las Caretas’, mientras los azules agitaban sin cesar sus pañuelos al aire, gritaban vivas a su hermandad y dirigían palabras de cariño a la Virgen, mientras se formaban torres humanas en un difícil equilibrio para lanzar apasionados vítores.

A la hora señalada, la muchedumbre enmudeció y todas las miradas se dirigieron a la puerta de la iglesia. El trono de la Virgen apareció en el umbral mecido por los 92 portapasos que entonaban la letra del himno a la Dolorosa al compás de cornetas, trompetas y tambores de los 46 miembros de la banda en un «momento mágico, el más emocionante», dijo el vicepresidente de bandas, Goyo Muñoz.

La Dolorosa permaneció solo siete minutos a las puertas de la iglesia, un número simbólico para la hermandad, que alude a los Siete Dolores de la Virgen. La talla de Capuz lució el manto azul que diseñó para ella Francisco Cayuela en 1904, bajo este, una puntilla de encaje granadino y el nuevo vestido de color azul que fue bendecido el primer día de la Septena en su honor por el arcipreste Juan José Torroglosa. El traje, que sustituye a los tradicionales en tonos rosas, ha sido confeccionado en seda natural y bordado también en sedas de delicados beige, azul y rosa, con diseño y dirección de José Miguel Gimeno Martínez, que ha realizado su primera obra para el Paso Azul. La nueva pieza del ajuar de la Dolorosa, con la que saldrá hoy en procesión, incluye espigas y azucenas, elementos simbólicos en la Hermandad de Labradores, y a ambos lados se ha reproducido la tela de damasco también con aguja y sedas.

Llevaba entre sus manos el puñal de oro y platino regalo de los azules y la corona que le fue impuesta en el acto de la coronación canónica hace 26 años. La imagen iba en el trono de plata repujada realizado por el orfebre sevillano Juan Borrero, adornado con más de un millar de rosas colocadas en búcaros.

Cuando se cerraron las puertas de la iglesia, la noche más azul del año continuó con el pasacalles de la banda romana por el centro de la ciudad, acompañada por miembros de la junta directiva de la Hermandad de Labradores y simpatizantes para la colocación de las banderas en los balcones que serán hoy recogidas para la procesión.

Un azul lanza vítores a la Virgen desde lo alto de una torre humana.

Un azul lanza vítores a la Virgen desde lo alto de una torre humana.


Gonzalo J. Martínez / AGM

A primera hora de la mañana, se abrirán de nuevo las puertas de la iglesia para acoger a cientos de personas deseosas de ver a la Virgen en el día de su onomástica. Las hornacinas de la fachada de San Francisco y el interior de la iglesia han sido decorados por la comisión de flores del Paso Azul, con centros compuestos por más de medio millar de rosas como las que luce el trono de la Virgen, además de notas de color con rosas fucsias, rojas, naranjas y amarillas, y otras variedades florales como orquídeas y alhelíes. A lo largo de la jornada, la Virgen de los Dolores recibirá decenas de ramos de flores de instituciones, colectivos y asociaciones, pero también de ciudadanos anónimos con sentidas dedicatorias que se irán colocando delante del trono.

Bendición de la bandera

Durante la solemne eucaristía, que dará comienzo a las 12 horas, será bendecida la nueva bandera del Paso Azul y las túnicas que lucirán los mayordomos por primera vez en procesión. También se nombrará Presidente de Honor a José María Miñarro y Mayordomo de Honor a Joaquín Castellar. Intervendrá la coral Amadeus y uno de los momentos más especiales de la misa será cuando los azules canten las coplas a la Virgen que compuso José Alcázar con letra de José Pallarés.

Esta noche, a las 20 horas, el Paso Azul presidirá la primera procesión de la Semana Santa en la que la Dolorosa será la única imagen religiosa. Irá acompañada de decenas de mujeres ataviadas con la clásica mantilla española, en una tradición que está a punto de cumplir 60 años.

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