De la quimio al gimnasio: «De aquí sales con otro ánimo»

De la quimio al gimnasio: «De aquí sales con otro ánimo»

Antonio Domingo muestra sus bíceps con cierto orgullo. «Antes practicaba pesca submarina y jugaba al pádel de vez en cuando, pero no tenía disciplina ni iba al gimnasio. Luego llegó el cáncer, y con los tratamientos me quedé sin masa muscular; no podía ni levantar el brazo». Ahora, este profesor de Secundaria de 62 años, vecino de Alcantarilla, se encuentra no solo en buena forma física, sino también mental, subraya. El programa Activa Suma, desarrollado por la Consejería de Salud y la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc), lo ha hecho posible.

A Antonio le detectaron cáncer de colon hace tres años. Pasó por el quirófano y por sesiones de quimioterapia. «Al año y medio tuve una recaída, con metástasis en el hígado», relata. Tuvo que someterse a una segunda cirugía y soportar un nuevo ciclo de quimio. Fue un infierno. «Son tratamientos con muchos efectos secundarios, te estás metiendo toxicidad. Hay un momento en el que no tienes fuerza para moverte, para levantarte de la cama».

Durante el primer ciclo de quimioterapia, Antonio comprobó que andar le sentaba bien. «Cuando terminaba la sesión, me levantaba del sofá y me ponía a caminar. Notaba que me recuperaba más fácilmente».

«El deporte no cura, pero te da fortaleza física y te ayuda mucho psicológicamente», cuenta Antonio

Tras recaer y volver a pasar por la quimio, el oncólogo le propuso incorporarse al programa Activa Suma. Pacientes que han superado la enfermedad o, incluso, que todavía están en tratamiento, participan en sesiones de una hora, tres días a la semana, dirigidas por preparadores especializados, licenciados en Educación Física.

Para Antonio, esto ha supuesto un antes y un después. «El deporte no cura, pero te da fortaleza física para afrontar las secuelas del tratamiento y te ayuda mucho psicológicamente». A punto de cumplir el año de programa, Antonio no solo se ha enganchado al deporte, también a la experiencia que supone compartir este espacio con personas que han pasado por lo mismo. «Aquí hay un ambiente muy especial, a nivel humano me ha aportado muchas cosas. De aquí sales con otro ánimo», confiesa.

Eduardo Mirete es su preparador. Su labor es adaptar los ejercicios al perfil de cada paciente. «Trabajamos tanto ejercicio cardiovascular (trote, andar, ritmo) como la fuerza, con máquinas, mancuernas, barras, etc», explica. En cada sesión participan grupos de unos 15 pacientes. «Antes se pensaba que el ejercicio podía ser malo para una persona con cáncer. Ahora es todo lo contrario: hay evidencia científica sobre los beneficios que aporta», subraya Mirete.

El programa Activa Suma comenzó a germinar, antes de la pandemia, de la mano de dos enfermeros del Morales Meseguer, Pedro Brocal e Inma Lorente. «Los dos somos muy deportistas y conocimos un proyecto de estas características en un congreso de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica. Empezamos a llamar a todas las puertas y hablamos con los responsables del programa Activa de la Consejería», recuerda Pedro. Este plan estaba inicialmente dirigido a pacientes con factores de riesgo cardiovascular. Pero, gracias a esta iniciativa, se ha ampliado al cáncer con Activa Suma.

Derivados desde Oncología

La implicación de la Aecc ha resultado fundamental. Los pacientes son derivados desde las consultas de Oncología a la asociación, que ha ido ampliando espacios para el desarrollo de las sesiones de actividad física. El proyecto iba a ponerse en marcha justo cuando llegó el estado de alarma por la pandemia, lo que obligó a atrasar los planes. En 2021 comenzaron a llegar los primeros pacientes. Desde entonces, se han beneficiado ya 350 personas. Inicialmente, la actividad se desarrollaba en la propia sede de la Aecc, en Murcia. Ahora se dispone de un nuevo espacio: un Centro de Actividad Física y Deporte que se inaugura hoy, a las 11.30, en el número 53 de la carretera de Churra. Además, el programa también se realiza en Molina de Segura, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento para el uso de instalaciones municipales, en Cartagena y en la comarca del Mar Menor.

Hasta Activa Suma se llega bajo prescripción médica. Los primeros resultados avalan el proyecto. Un estudio con 59 participantes observó «una mejora en la calidad de vida», tanto «en el estado global de salud» como en la «función física» y el «funcionamiento emocional». Carola Ballester, responsable de Psicooncología de la Aecc, destaca este último aspecto. «Programas como este ayudan a que el paciente tenga la sensación de que recupera el control. Si hay algo asociado al cáncer es la incertidumbre, que genera mucha frustración. Los pacientes se sienten impotentes», explica. El objetivo, aclara, «no es tanto generar una actitud positiva como activa. Hay que huir de la tiranía del positivismo, es muy difícil afrontar desde ahí la enfermedad. De lo que se trata es de plantearse: ante lo que me está pasando, qué puedo hacer. Eso ayuda mucho a regular la frustración, los sentimientos de rabia o de culpa». Antonio Domingo ha encontrado en Activa Suma esa herramienta con la que reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y tomar el control.

Rutas de senderismo y talleres de relajación

La Asociación contra el Cáncer va a pilotar en las próximas semanas un nuevo proyecto, ‘Pasea activamente’, con rutas de senderismo para «pacientes en tratamiento activo» y también para personas que ya han pasado la enfermedad. «Hemos creado estas rutas no solo para fomentar que los pacientes se muevan, sino también para que encuentren un apoyo social, algo que representa un factor de protección esencial sobre todo para quienes viven el proceso oncológico en soledad», explica Carola Ballester, responsable de Psicooncología de la Aecc en la Región de Murcia. Esta iniciativa se suma a otras ya existentes, como talleres de relajación.

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