«¡La comida del hospital está buenísima!»

«¡La comida del hospital está buenísima!»

«Mi familia tenía una casa de comidas que se llamaba La Huertanica (1935-1938) y yo ayudaba yendo a la huerta en bicicleta para cambiar tabaco por huevos, pollos, conejos o verduras. Cerró a los tres años y en el 39 mi tío Pepe abrió una bodega, que ya la llamaban ‘La rinconada de Pepe’, porque hacía esquina. Yo empecé con cuatro barriles de vino viejos que utilicé de mesas y que puse en una esquina de la bodega para dar un poco de pasto seco y un vino a los clientes que venían a comprar a granel. A mi tío aquello no le hizo mucha gracia, pero como cobraba un poco más por el vino y yo estaba muy ilusionado, me dejó que llevara aquello». Aquello acabó siendo uno de los restaurantes con más ‘me gusta’ de todos los tiempos cuando no habían redes sociales y mandaba el boca a boca.

Raimundo González será despedido este miércoles, a las 18 horas, en una misa funeral en el Tanatorio de Jesús, a donde la familia decidió velarlo. Falleció en el hospital Morales Meseguer tras varios días ingresado por complicaciones respiratorias. Raimundo, que enviudó hace dos años, deja cinco hijos y siete nietos. En su capilla ardiente, la familia recordó que uno de los días favoritos de Raimundo era el día del Bando de la Huerta. «Ha venido a morir en un día de fiesta para los murcianos», decía su hija Eva, que vivió con Raimundo el último año y medio, desde que falleció en 2022 su madre, Encarna. «Estaba muy orgulloso de lo que había conseguido. Nos decía: ‘¿Tú crees que un zagal de Llano de Brujas, que iba descalzo vendiendo vino, podía llegar a ser Hijo Predilecto de Murcia y doctor ‘honoris causa’ de la Universidad?’. Cuando le decíamos cualquier tontería siempre respondía: ‘Ojo, que estás hablando con una persona honorable, a ver qué dices’. Pero lo decía de broma, porque en el fondo todo eso le daba igual».

El alférez Juan Carlos, con abrigo militar, y Raimundo en el Casino en 1958. Con Cámara recibiendo el título de Hijo Predilecto en 1998.

El alférez Juan Carlos, con abrigo militar, y Raimundo en el Casino en 1958. Con Cámara recibiendo el título de Hijo Predilecto en 1998.


Aparicio | Tito Bernal

En el hospital, donde tuvo que ser ingresado por una neumonía, recuerda su hija Eva que comía muy a gusto. «¡Es que la comida del hospital está buenísma!», les decía Raimundo, «porque comprendía que se trabaja con un presupuesto y que lo habían hecho con lo mejor que podían y tenían. De hecho, se comía con mucho gusto la compota de frutas de la marca Hero, cuyo fundador era amigo de mi padre, y cada vez que se la tomaba se la dedicaba a él». En estos últimos tiempos, cuando su paso por el hospital se hizo inevitable, incluso tuvo ocasión de recitar al personal sanitario fragmentos del Quijote y ‘La casada infiel’, de García Lorca, aquel que dice «y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido…». Buen humor hasta el final.

Su leche frita y el sabor de sus berenjenas a la crema forman parte de la memoria gustativa de la humanidad

El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, pronunció ayer estas palabras de despedida en la jornada festiva del Bando de la Huerta: «Fue un cocinero único e irrepetible, visionario e innovador, maestro de grandes restauradores murcianos y españoles». En una carta remitida a sus familiares, López Miras expresó su «sentido pésame por el fallecimiento de nuestro querido y admirado Raimundo, quien tanto contribuyó a hacer de nuestra rica y variada tradición culinaria una seña de identidad de la Región de Murcia». El alcalde de Murcia, José Ballesta, evocó la eminente figura de este renovador de la cocina regional: «Raimundo dignificó la cocina murciana. Fue un gran mecenas de nuestra cultura, de nuestras tradiciones, un visionario de que hoy somos. Hijo Predilecto de Murcia, elevó el nombre de nuestra ciudad al recibir numerosos reconocimentos nacionales e internacionales».

En la inauguración de la plaza Raimundo González Frutos. Raimundo y su mujer Encarna, con el equipo del restaurante.

En la inauguración de la plaza Raimundo González Frutos. Raimundo y su mujer Encarna, con el equipo del restaurante.

Juan Mari Arzak, impulsor del movimiento culinario denominando Nueva Cocina Vasca, al conocer el fallecimiento, se mostró apenado: «Me da mucha pena. Ha sido un gran amigo, un hombre estupendo y un magnífico profesional. A mí me ha ayudado mucho y es una pérdida muy dolorosa para todos los que lo hemos conocido».

REACCIONES


  • Fernando López Miras. Pte. de la Comunidad

    «Chef único e irrepetible, visionario e innovador, fue maestro de grandes restauradores españoles»


  • José Ballesta. Alcalde de Murcia

    «Raimundo dignificó la cocina murciana. Fue un gran mecenas de nuestra cultura y tradiciones»


  • Juan Mari Arzak. Chef 3* Michelin

    «Ha sido un gran amigo, un hombre estupendo y un magnífico profesional. A mí me ha ayudado mucho»


  • Pablo González. Chef 2* Michelin

    «La persona más influyente e importante a nivel gastronómico en la Región, y esto lo define. Un maestro, sin duda»


  • Juan Guillamón. Chef 1* Michelin

    «Su aportación es incalculable, abrió camino para entender la cocina de nuestra tierra, se me vienen a la cabeza sus berenjenas»

Pablo González Conejero, chef murciano con dos estrellas Michelin (La Cabaña, El Palmar, Murcia), declaró a LA VERDAD que «don Raimundo es lo más importante que ha tenido la Región de Murcia a lo largo de su historia en cuanto a gastronomía se refiere. Él abrió muros, fronteras, instauró un estilo, interpretó una cocina popular de la mejor manera, fue sin duda un icono a nivel nacional. Yo tuve la suerte de salir fuera de las fronteras a intentar aprender algo a mediados de los 90, y allá por donde iba, cuando decía que era de Murcia salía el nombre de Murcia. Me sucedió cuando trabajé con Arzak, en Akelarre con Subijana… eso te da una dimensión de lo que era y de lo que Raimundo consiguió en los años 70». Para el chef Pablo González, «Raimundo tuvo la capacidad de poner Murcia en el mapa porque venía gente de todos los sitios a comer en su Rincón de Pepe. Sin duda, es la persona más importante y más influyente a nivel gastronómico en la Región, y esto lo define. Un maestro, sin duda, y por esa casa pasó toda una generación que abrió después restaurantes por toda la Comunidad. Se nos ha ido el mito, una de esas personas que no deberían irse».

El chef Juan Guillamón (1* Michelin, Almo, Murcia) dijo ayer a LA VERDAD que Raimundo González «representó muy bien la murcianía, y siempre hizo gala de la Región de Murcia. Nos ha dejado, de hecho, en un día tan representativo para Murcia como el del Bando de la Huerta». Para Guillamón, no hay duda de que su aportación es «incalculable»: «Es el máximo representante de la gastronomía regional durante décadas, abrió caminos para entender la cocina regional utilizando productos de nuestra tierra, y se me vienen a la cabeza sus berenjenas a la crema. Todos los cocineros de la Región de Murcia, de una manera u otra, le debemos mucho».


Raimundo entregó a Pedro Subijana, gran amigo, eI Premio Nacional al Mérito Gastronómico concedido por Región de Murcia Gastronómica 2019. En su última aparición pública con Ballesta en 2023 en la inauguración de la exposición de sus obras de Gaya en el Museo Ramón Gaya. Con su esposa el día que fue investido doctor ‘honoris causa’ en 2017.


N. G. | J. C. | V. V. / AGM

Imagen principal - Raimundo entregó a Pedro Subijana, gran amigo, eI Premio Nacional al Mérito Gastronómico concedido por Región de Murcia Gastronómica 2019. En su última aparición pública con Ballesta en 2023 en la inauguración de la exposición de sus obras de Gaya en el Museo Ramón Gaya. Con su esposa el día que fue investido doctor 'honoris causa' en 2017.

Imagen secundaria 1 - Raimundo entregó a Pedro Subijana, gran amigo, eI Premio Nacional al Mérito Gastronómico concedido por Región de Murcia Gastronómica 2019. En su última aparición pública con Ballesta en 2023 en la inauguración de la exposición de sus obras de Gaya en el Museo Ramón Gaya. Con su esposa el día que fue investido doctor 'honoris causa' en 2017.

Imagen secundaria 2 - Raimundo entregó a Pedro Subijana, gran amigo, eI Premio Nacional al Mérito Gastronómico concedido por Región de Murcia Gastronómica 2019. En su última aparición pública con Ballesta en 2023 en la inauguración de la exposición de sus obras de Gaya en el Museo Ramón Gaya. Con su esposa el día que fue investido doctor 'honoris causa' en 2017.

La anécdota del encuentro entre Raimundo y Ernest Hemingway en Murcia no tiene desperdicio. «Ya era Premio Nobel y yo fui a hablar con las autoridades para decirles que iba a venir, por si querían saludarlo, ya que era una eminencia de la literatura. Cuando lo conté me dijeron: ‘¡No queremos saber nada de ese rojo!’, así que me volví al restaurante y le dije a Hemingway que el Gobernador Civil lo sentía mucho pero no podía venir, pero que le habían invitado a la comida como muestra de respeto (risas)». Le costó pagarla. «¡Claro! Lo peor es que se corrió la voz de que el Nobel había sido invitado por el Gobernador y me llamaron para interrogarme. Querían que les dijera quién había sido el que había pagado una comida a «ese rojo» en nombre del Gobernador Civil. Yo di largas diciendo que no sabía muy bien cómo fue».

¿El secreto para llegar tan lejos?, le preguntó una vez el crítico de LA VERDAD Sergio Gallego. «El secreto es estar enamorado de la cocina. La pasión por cocinar es fundamental para ser buen cocinero. Después creo que hay que trabajar con el mejor producto, como es lógico, estar atento a lo que se mueve en el sector sin cerrarse en uno mismo y hacer lo que uno cree sin pensar en lo que dirán. Además, contrataba a gente joven que no había trabajado en otros sitios para que no tuviesen vicios adquiridos a la hora de trabajar. Así yo les explicaba cómo quería hacer las cosas y ellos las hacían como a mí me gustaba».

Ya entrado en los noventa declinó participar en 2020 en la edición de ‘MasterChef’ que se grabó en la plaza de Belluga, pero quizás muchos espectadores recuerden que fue en el programa de Isabel Gemio ‘Sorpresa, sorpresa’, en Antena 3, cuando este «amante de la cocina ancestral de cada pueblo» fue sorprendido en el último restaurante que montó y se descubrió en directo la placa en la plaza que hoy lleva su nombre. Pese a su fallecimiento, su leche frita y el sabor de sus berenjenas a la crema forman parte de la memoria gustativa de la humanidad.

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