El año más duro del filial: colista 26 jornadas, pocos jugadores, mudanzas y sin vestuario

El año más duro del filial: colista 26 jornadas, pocos jugadores, mudanzas y sin vestuario

El Cartagena B ya es matemáticamente equipo de Tercera División a falta de cuatro jornadas para que concluya el campeonato en Segunda RFEF. El filial albinegro ha vivido una temporada muy compleja dentro y fuera de los terrenos de juego, como narran a LA VERDAD diferentes personas vinculadas al equipo, marcada por la falta de recursos humanos, una plantilla cada vez más delgada y las dificultades para entrenar en La Manga Club.

La temporada empezó con la renovación casi íntegra del cuerpo técnico, desde médicos, fisioterapeutas y ayudantes hasta delegados. Todas las personas de máxima confianza que acompañaron a Pepe Aguilar durante años anteriores pusieron punto y final a su relación con el club, algunos por desgaste y otros por diferentes motivos personales. Pronto Aguilar se quedó sin el entrenador de porteros Rafael Rubio y el ayudante Daniel Almira, estando acompañado durante los partidos por el preparador físico David Rives.

Cuatro bajas y cero altas

En el plano deportivo, el equipo es colista ininterrumpidamente desde la jornada 5, no ganó el primero de sus tres partidos hasta noviembre y uno de ellos fue en el campo de un Vélez a la deriva y que ha llevado a su afición a recaudar dinero. La plantilla quedó debilitada por los ‘ascensos’ de Jony Álamo e Iván Ayllón al primer equipo, mientras que por el camino se marcharon el lateral Roque, el cartagenero Adrián Sanmartín y los delanteros Comparada y Botía sin ser sustituidos en el mercado invernal.

Pepe Aguilar tenía 12 jugadores disponibles el domingo y completó la convocatoria con 6 chicos del División de Honor

Durante la temporada aparecieron importantes lesiones en nombres propios como el habilidoso Diego Iglesias, el central Fromsa y en las últimas semanas, de mayor duración, el extremo Ayán y el centrocampista Djaka. La falta de recursos humanos, aseguran fuentes a este diario, desembocó en periodos de recuperación más lentos, en menos capacidad e incluso a buscar ayuda externa.

El filial trabajó durante buena parte de la temporada en la ciudad deportiva de La Manga Club. Allí el uso de los vestuarios, relatan, era exclusivo para el primer equipo y hubo momentos en que los jugadores de Pepe Aguilar se encontraron sin un espacio para cambiarse y asearse después de los entrenamientos. Sobre todo, cuando los equipos extranjeros alojados en el complejo de Los Belones también usaban los módulos del campo principal.

El equipo entrena desde hace unas semanas en el campo de la Urbanización Mediterráneo, pese a ser de césped artificial, además de competir en el Cartagonova y en el Mundial 82. La semana pasada Pepe Aguilar solo tuvo a doce jugadores disponibles del filial y completó la convocatoria con chicos del juvenil, que al menos han podido debutar y tener minutos en este tramo final del curso. Probablemente este sábado sean varios los que tengan que desplazarse hasta Estepona para el domingo a las seis de la tarde estar disponibles contra el Alzira en el Mundial 82, una cita vital por la salvación del División de Honor.

Pese al contexto, el Cartagena B ha competido bastante bien en buena parte de los partidos del 2024 y se le han escapado muchos puntos en los últimos minutos.

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