La gran sorpresa a Esther: da el ‘sí quiero’ en la línea de meta de la Ruta de las Fortalezas

Este cartagenero de 45 años, criado en el barrio de Los Dolores y afincado en San Pedro, lo tenía bastante claro. «Llevamos un año y medio juntos, le insistí para que me esperara en la meta, por todo lo que me había apoyado en la preparación, y no se lo esperaba». Galindo contó con la inestimable ayuda de varios amigos y familiares, que llevaron en secreto la pedida y prepararon una pancarta donde podía leerse ‘¿Quieres casarte conmigo?’, con imágenes de la pareja alrededor. El plan estaba más que diseñado y hasta pactado con el speaker de la prueba, Gaspar Zamora, para montar la escena en la EIMGAF.

Sufriendo por el anillo

La mañana del sábado a las ocho de la mañana, Galindo inició los más de 50 kilómetros de la Ruta. La pedida ya solo dependía de su fuerza mental y física, de ser capaz de completar todo el recorrido. «Yo vengo del ciclismo, que practiqué durante años. El fondo lo tenía, pero no la musculatura. Cogí un poco de sobrepeso y tuve poco tiempo para entrenar y cuidarme», cuenta uno de los fundadores del Club Ciclista Los Dolores, exgerente de una tienda de bicis (Ciclos Galindo) y que hace unos años lo dejó todo atrás para ser repartidor y unirse al triatlón Santa Ana Mandarache. Por el camino a la EIMGAF vio caer a gente, algunos por el fuerte calor y otros, por el gran desgaste en las piernas.

El otro gran reto de Galindo era no perder el anillo por el camino. «Lo guardaba en la riñonera y llevaba mucho cuidado cada vez que tenía que echar mano de los geles y las barritas energéticas. Salió todo bien y seguí los consejos de unos amigos: andar en las subidas, trotar en las bajadas y en llano según las sensaciones; fui con cabeza y salió todo bien». Siete horas, seis minutos y veinticinco segundos después llegó el momento para este repartidor de 45 años. La explanada Santiago Apóstol de la EIMGAF estaba abarrotada de gente. Pero a Galindo no le tembló el pulso para hincar la rodilla. «Me surgió la idea y había que aprovechar el momento con tanta gente. Pensaba que me iba a dar más vergüenza».

Esther Rodríguez todavía no lo asume. «No me lo esperaba, con tanta gente allí. Esta semana queremos acercanos a la iglesia para empezar a buscar una fecha», explica a LA VERDAD esta comercial de 42 años, que por las tardes estudia para ser auxiliar de enfermería.

Otra pareja en Tailandia

Este es el segundo año consecutiva que hay una pedida en la línea de meta de la EIMGAF. En 2023, Juan Antonio Espinosa hincó la rodilla delante de Nuria Ros en otra imagen bastante emotiva. El matrimonio guarda unas zapatillas de recuerdo de ese día y el pasado sábado no participó en esta nueva edición, pues recientemente disfrutó de un largo viaje de novios por Tailandia.