«Si no dormimos, morimos», asegura la doctora M. Ángeles Bonmatí en el Aula de Cultura de LA VERDAD

Bonmatí recordó que la pandemia produjo un efecto estresante en la sociedad que supuso perder rutinas y que obligó a mucha gente a teletrabajar y desbarató los horarios, lo que pudo contribuir a un problema con el sueño y producir un aumento del consumo de psicofármacos. No dormir bien favorece la irritabilidad y el consumo de comida basura, incidió.

La científica dio detalles de un nuevo proyecto que promueve la Universidad de Murcia para conocer los hábitos de sueño en estudiantes de tres institutos de la Región de Murcia, que indagará también en la percepción de los estudiantes sobre el concepto del sueño.

Sobre la activación nocturna por la fijación a las pantallas, dijo que nuestro sueño se está viendo afectado por el mecanismo que exprime al máximo nuestra atención con aplicaciones en dispositivos móviles. Esa competición por el tiempo genera beneficios económicos a grandes plataformas, indicó, pero, según Bonmatí, «el no dormir suficiente destroza la salud mental, sobre todo en cerebros adolescentes». Según la investigadora de la Universidad de Murcia «esto puede llevar a situaciones dramáticas, como aumentos de suicidio, por ejemplo, y queremos saber con ese estudio en institutos como va a afectar también al rendimientos académico entre escolares».

Bonmatí lamentó que no haya suficientes estudios sobre cómo tratar los procesos de insomnio en hombres y en mujeres, y criticó el sesgo en investigación que ha excluido a la mujer en estos estudios. La científica aboga por entornos menos ruidosos en nuestra convivencia, como solicitan asociaciones como No Más Ruido en Murcia, cuyo presidente también se encontraba entre el numeroso público.

Sobre los ciclos del sueño, indicó que romper la arquitectura del sueño, en distintas fases, no garantiza el descanso necesario. Y pidió no confundir el sueño con las ensoñaciones, «pues los sueños son vivencias que no están fuera de nuestro cerebro», y dijo que tampoco debemos confundirlo con pseudociencias. «Lo que se ha demostrado científicamente es que una persona que sueña sobre una perdida se recupera mejor de ella, supera mejor esa fase de duelo, que quien no sueña».

¿Qué es dormir bien? Dormir entre siete y ocho horas, según las sociedades científicas, y de forma continua. Aquellos que no pegan ojo llegan tarde la mayoría de veces a las unidades de sueño, y además con listas de espera en el sistema público de salud para acceder a estudios de sueño.

Contó que a nuestro sueño también le cuesta adaptarnos al cambio de hora: «Estos cambios bruscos a nuestra fisiología no le sienta muy bien», advirtió. Sobre la siesta indicó que a nuestra fisiología le viene muy bien dormir de noche, y si duerme de día se resiente. Esto no significa, aclaró la invitada al Aula de Cultura de LA VERDAD, que una siesta corta, de menos de media hora, pueda venir muy bien para recuperarse de un trabajo intenso por la mañana o si no ha dormido bien la noche anterior.

Bonmatí respondió a las numerosas preguntas y curiosidades del público, y concluyó que el exceso de preocupación por el sueño puede contribuir a dormir peor.