Bellingham pone la guinda al pastel liguero

Bellingham pone la guinda al pastel liguero

El Real Madrid ya puede considerarse como virtual campeón de Liga. El conjunto de Carlo Ancelotti sentenció el título tras derrotar este domingo en el Santiago Bernabéu a un Barça que se adelantó por dos veces en el marcador, clamó en el desierto por un presunto gol fantasma y derrochó entrega, pero que cerrará el año en blanco.

El cuadro azulgrana, que comparecía con la soga al cuello y tras sufrir una dolorosa eliminación europea, dio la cara en el recinto de Chamartín pero acabó sucumbiendo al carácter irreductible de los locales. Vinicius y Lucas Vázquez neutralizaron los tantos de Christensen y de Fermín antes de que Bellingham, como ya hiciera en el duelo de la primera vuelta celebrado en Montjuic, apareciese en el descuento para poner la guinda al pastel liguero certificando una remontada que eleva a once puntos la brecha del líder sobre el segundo clasificado cuando solo restan seis jornadas. Una distancia insalvable.

La encarnizada batalla que libró el miércoles ante el Manchester City dejó profundas secuelas en el once del Real Madrid. La parcela más afectada fue la defensa, de la que se cayeron Carvajal, Nacho y Mendy. A fin de reconstruir un muro que apenas presentó fisuras en el Etihad, Ancelotti alistó de inicio a Lucas Vázquez, decisivo en un partido en el que marcó un gol, provocó un penalti y dio una asistencia, y asignó posiciones ortopédicas a dos centrocampistas: Tchouaméni como central y Camavinga como lateral izquierdo. La recolocación de los dos internacionales franceses abrió espacio a Modric en la zona ancha, quebrantando así lo que parecía un tabú este curso: que el croata y Kroos coincidiesen desde el primer minuto en un partido de campanillas. El Barça, que tuvo un día más de descanso que su adversario y arrastraba menos desgaste de la Champions al no haber disputado prórroga en la eliminación frente al PSG, presentó un batallón más reconocible, sin más novedad que la entrada de Christensen por Pedri en la sala de máquinas.

Real Madrid

Lunin, Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Camavinga (Fran García, min. 71), Modric, Valverde, Kroos (Brahim, min. 71), Bellingham, Rodrygo (Militao, min. 74) y Vinicius (Joselu, min. 82).

3

2

Barcelona

Ter Stegen, Koundé, Araujo, Cubarsí, Cancelo, De Jong (Pedri, min. 45+6), Christensen (Fermín, min. 46), Gündogan, Lamine Yamal, Lewandowski (Ferran Torres, min. 64) y Raphinha (Joao Félix, min. 64).

  • Goles:
    0-1: min. 6, Christensen. 1-1: min. 18, Vinicius, de penalti. 1-2: min. 69, Fermín. 2-2: min. 72, Lucas Vázquez. 3-2: min. 91, Bellingham.

  • Árbitro:
    Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Camavinga, Modric y Cubarsí.

  • Incidencias:
    Partido correspondiente a la 32ª jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante 77.981 espectadores.

Precisamente el danés fue el encargado de abrir el marcador en una acción de estrategia que vino a demostrar que el fútbol, además de un estado de ánimo, también es un deporte pródigo en ironías. Después de salir indemne el miércoles tras 18 saques de esquina por parte del City, el Real Madrid sangró en el primero que lanzó el Barça este domingo. La razón principal para ello fue que Lunin, héroe en el Etihad, cantó esta vez en la salida, lo que permitió que Christensen, con más pértiga que Kroos, cabecease a la red. Pudo responder pronto el Real Madrid tras una peinada de Modric a Vinicius, pero el fluminense remató apuntando al videomarcador 360, nueva joya del remodelado Santiago Bernabéu que hacía su presentación en sociedad precisamente en el clásico.

Estupenda puesta en escena para un encuentro de continuo ida y vuelta. Tuvo tiempo Lunin de redimirse por su error en el gol de Christensen abortando un disparo muy peligroso de Lamine Yamal antes de que Lucas Vázquez le hiciese un traje a Cancelo y provocase un penalti de Cubarsí que Vinicius aprovechó para igualar el marcador entre dos equipos que acudieron a la riña con sistemas espejo. Xavi dispuso un cuadrado en el centro del campo con Christensen y De Jong en la base y Raphinha y Gündogan por delante. Un dibujo al que Ancelotti replicó juntando a Kroos con Valverde, con Modric y Bellingham más adelantados.

Polémica

El Real Madrid tenía dos puntos ciegos: la negligente defensa de las jugadas a balón parado y la banda izquierda, que Lamine Yamal convirtió en patio de recreo frente a Camavinga. El extremo, incontenible, le sacó una amarilla al de Cabinda por una falta al borde del área poco después de que un taconazo suyo a la salida de un saque de esquina encendiese la polémica. Lunin, sorprendido de nuevo, sacó la bola metiéndose en la portería, sin que el VAR hallase una prueba irrefutable de que el esférico había traspasado completamente la línea en un campeonato carentes de esa tecnología del ‘ojo de halcón’ que, conviene recordarlo, tampoco es la panacea.

Noticias relacionadas

La lesión de De Jong al filo del descanso motivó que Xavi llamase a filas a Pedri y el egarense no tuvo reparos en subir la apuesta a renglón seguido retirando a Christensen para buscar la llegada de Fermín. El Barça estaba obligado a arriesgar para que no se le escapase definitivamente el tren del título, lo que abría terreno para que el Real Madrid jugase con la ansiedad de su adversario e intentase golpear a la contra. Dispusieron los blancos de buenas ocasiones en dicha coyuntura, especialmente con un envío en largo de Bellingham en el que a Vinicius le sobraron piernas pero le faltó finura en la definición.

Con el reloj apretando, el Barça quemó sus últimas naves y golpeó de nuevo tras un despeje apurado de Lunin que aprovechó Fermín para colocar el 1-2. Sin embargo, la alegría le duró poco a los azulgranas, puesto que Vinicius penetró como cuchillo en la mantequilla por banda izquierda y metió un centro tenso al segundo palo que recogió Lucas Vázquez para empatar de nuevo.

El intercambio de golpes embraveció aún más el combate y Vinicius, que en la primera parte había desperdiciado una ocasión pintiparada por pecar de altruismo, cometió un exceso de egoísmo para acabar topándose con el cuerpo de Ter Stegen cuando podía meterle el pase de la muerte a Brahim. Tuvo también la victoria en su mano Fermín, frenado ‘in extremis’ por Fran García tras un magnífico pase de Gündogan que dejó el camino expedito al onubense. Pero fue Bellingham el que dijo la última palabra para resolver definitivamente el expediente liguero y dejar al Real Madrid pensando ya únicamente en la Champions.

Enlace de origen : Bellingham pone la guinda al pastel liguero