Los comerciantes de Verónicas se resisten a salir del histórico mercado de Murcia

Y es que los tenderos, en contra de lo asegurado hace tres meses por el concejal de Turismo, Comercio y Consumo, Jesús Pacheco, vuelven a rechazar ahora -por enésima vez- la posibilidad de salir en bloque de las instalaciones durante el mes de agosto para permitir que se ejecuten las tareas más delicadas, las de retirada de la cubierta de amianto del inmueble. «Una intervención de este tipo no se realiza en dos o tres semanas como se nos ha dicho o, al menos, es imposible asegurar que se va a cumplir con esos plazos», defendía ayer Pedro Cerezo, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado.

Los placeros temen así que su salida provisional se pueda acabar alargando durante meses, algo a lo que no están dispuestos. «El techo es muy grande; pensar en su sustitución en menos de un mes, con un trabajo de cuatro horas diarias es casi ciencia ficción; no solo hay que retirar el fibrocemento y el doble panel sándwich, es que habrá que remozar las vigas de madera para cambiarlas por otras más fuertes», exponía el carnicero, pidiendo alternativas al plan de trabajo propuesto por el Consistorio.

De hecho, el representante de los comerciantes señala que esta misma semana han mantenido una reunión con responsables municipales y técnicos de Urbamusa para retirar una vez más la posibilidad de que los trabajos se ejecuten con ellos dentro, «garantizando las ventas». «Creemos que es posible sellar la planta de arriba, de manera que la actividad pueda continuar abajo con toda seguridad para la clientela», prosigue, señalando que, no obstante, una pequeña parte de los puestos deberían reubicarse en el exterior con unos módulos prefabricados». Los tenderos se encuentran incluso dispuestos dispuestos a trabajar un breve periodo de tiempo sin techo, con el fin de no abandonar el edificio.

«En principio la predisposición del Consistorio parece buena», señala Cerezo, insistiendo que los placeros no abandonarán el mercado si no hay una «seguridad absoluta» de que los trabajos más delicados no se resolverán en un plazo máximo de tres semanas.

Con informes favorables

Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguran que se está estudiando la propuesta y que se podrían adoptar alternativas siempre que sean «factibles» desde todos los puntos de vista y que cuenten con los informes sanitarios y de riesgos laborales favorables. Un nuevo cambio de rumbo llevaría, además, al Consistorio a pedir definitivamente una prórroga, ya que el proyecto, que no ha sido aún licitado, debe estar listo para cumplir con los fondos Next Generation en septiembre de 2024.

Hay que recordar que, con el fin de llegar a un acuerdo con los comerciantes, la propuesta para rehabilitar el histórico, maltrecho y protegido edificio municipal ha ido sufriendo en estos dos últimos años diversos cambios, hasta desembocar en un proyecto bastante menos ambicioso que el inicial, y que, no obstante, vuelve a encontrarse plagado de incertidumbres.