Una barra y una pista de baile entre vestigios de lo que fue la Murcia medieval. Ese es el secreto que escondía tras las paredes de su sótano el mítico bar de copas El Portón, ubicado en la calle Rambla del universitario barrio de Santa Eulalia, más conocido por muchos como la zona de las tascas. Y no se trataba de unos restos arqueológicos cualquiera, sino del último testimonio de lo que fueron los baños árabes de la ciudad, erigidos en torno al siglo XI.
En este punto, más de un lector puede sentirse algo confuso. De hecho, es creencia popular que apenas existían noticias de unas antiguas instalaciones de esta tipología en la capital murciana: los de la calle Madre de Dios, los cuales, a pesar de estar declarados monumento nacional protegido, desaparecieron en 1953, víctimas de la piqueta para permitir la construcción de la Gran Vía.

Restos de los baños árabes de la calle San Antonio
1.Baños Árabes
2.Colegio Mayor Azarbe
3.Iglesia de Santa Eulalia
4.Centro Madina Mursiya

Restos de los baños árabes de la calle San Antonio
1.Baños Árabes
2.Colegio Mayor Azarbe
3.Iglesia de Santa Eulalia
4.Centro Madina Mursiya

Restos de los baños árabes de la calle San Antonio
1.Baños Árabes
2.Colegio Mayor Azarbe
3.Iglesia de Santa Eulalia
4.Centro Madina Mursiya
Pero diferentes excavaciones y estudios constatan que Madina Mursiya llegó a acoger al menos hasta cinco ejemplos de baños públicos, entre los que se incluían también los de las calles San Nicolás, Trinquete, San Lorenzo y San Antonio. No en vano, estos eran uno de los elementos fundamentales de la ciudad andalusí, junto a la muralla, las mezquitas y el cementerio. De los dos primeros no se ha conservado vestigio alguno y de los de San Lorenzo apenas se mantienen los arranques de los muros de las salas principales. Son los de San Antonio los únicos que cuentan con el alzado completo de uno de sus lados, así como el arranque de las bóvedas de las salas templada y caliente y los muros de cerramiento de las mismas.

Base de los muros de los baños, en el garaje del edificio donde se encuentra el estudio de Guerao.
Nacho García / AGM
Así lo explica el arquitecto Francisco Guerao, que es además presidente de la Asociación de Vecinos del barrio de Santa Eulalia y vicepresidente de la entidad que agrupa a sus comerciantes. Precisamente, el bajo en el que se encuentra su estudio profesional acoge los arcos de las citadas bóvedas, los cuales fueron recuperados de su mano hace algo más de un lustro. Estos elementos fueron sacados a la luz en 1999, en la excavación realizada para desarrollar el edificio de viviendas donde se ubica dicho local y bajo el que se debió encontrar también en su día la antigua zona seca o entrada de los baños desde el zoco.
Sin embargo, fue a mediados de la década de los años 80 cuando los trabajos arqueológicos previos a la construcción del contiguo inmueble de la calle Rambla, acometidos por José Manzano y Julio Navarro, destaparon lo que queda -que es bastante-, de las dos salas del área húmeda, las cuales se encuentran en los sótanos de lo que fue el mencionado bar de copas, en la cota a la que se encontraba la ciudad en el siglo XI. Estas salas completarían, junto a la citada área seca y a la parte de acceso o sala fría, que se esconden en el cuerpo de la escalera del catalogado Palacio Saavedra, actual Colegio Mayor Azarbe, la totalidad de la planta de los baños, repartida a lo largo de estos tres edificios hoy.

Imagen de las salas de la zona húmeda, durante la excavación arqueológica de 1985.
Dada la imposibilidad de acceder e intervenir sobre los restos existentes bajo la residencia universitaria -cuyo estado real ni siquiera se conoce-, Guerao, convertido en uno de los grandes agitadores culturales del barrio, mantiene una idea viva en su cabeza: recuperar y hacer visitables los restos que guarda el local que una vez acogió El Portón, integrándolos dentro de un nuevo centro museístico municipal. Se da la circunstancia, además, de que dicho bajo se encuentra a día de hoy sin uso, tras la marcha en 2016 de su último inquilino, el rockero pub Black Cadillacs, y podría existir predisposición por parte de su propietario para cerrar un traspaso. Tampoco tendría el propio arquitecto problemas en alcanzar un acuerdo con el Consistorio para integrar en el conjunto los restos que presiden su espacio profesional.

Bajo en el que se ubicaba El Portón y que guarda los restos.
Javier Carrión / AGM
Una visión de conjunto
«Se trata de un espacio que se podría recuperar fácilmente, convirtiéndose en un gran atractivo para toda la zona de visita turística y cultural e incorporándolo a un recorrido con visión de conjunto, ubicando las puertas de la medina, la mezquita, el zoco, los adarves y la antigua judería; además, supondría un complemento perfecto para la visita al Centro de Interpretación Madina Mursiya, que acabamos de inaugurar y que muestra las estructuras defensivas de la ciudad andalusí y su mundo funerario», destaca el arquitecto.
De hecho, la pasión y el empeño de Guerao han sido uno de los grandes motores de la reciente culminación de este proyecto, como director del proyecto museístico y responsable directo de la puesta en valor del yacimiento bajo el edificio Santa Eulalia, 13. En buena parte de ese proceso, Guerao ha ido de la mano del Consistorio y, en particular, del actual concejal de Turismo, Comercio y Consumo, Jesús Pacheco.
Con el local sin uso, cree Francisco Guerao que puede ser el momento de abordar una actuación que el Consistorio asegura mantener entre sus planes
«Guerao ya me convenció de la importancia de recuperar este patrimonio cuando yo era presidente del Círculo de Economía», confiesa Pacheco, que una vez en el Consistorio inició la búsqueda de fondos -que encontró en Europa- para hacer de esta propuesta una realidad. En el caso de los baños árabes, toca volver a recorrer ese camino. «Ya contamos con una prememoria y estamos dando los pasos necesarios para desarrollar esta iniciativa», destaca el concejal. «Es el momento, coincidiendo con el 1.200 aniversario de la fundación de la ciudad, de apostar por esta propuesta, porque se dan todas las condiciones», apostillan desde la asociación conservacionista Huerta Viva. El proyecto de los baños árabes se empieza a acercar a su punto de ebullición.

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Enlace de origen : Los últimos baños árabes de Murcia buscan su oportunidad para emerger