«La colaboración policial y judicial impide que se cometa el cibercrimen perfecto»

«La colaboración policial y judicial impide que se cometa el cibercrimen perfecto»

La ciberdelincuencia se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Las estafas informáticas alcanzan un 14,7% en la Región y los ciberdelitos mantienen un crecimiento progresivo desde hace años, de acuerdo con el balance de criminalidad del Ministerio del Interior en los tres primeros meses del año. En ese periodo, se registraron 3.000 denuncias por estafas informáticas, y 484 por otros delitos (un 16,4%) cometidos en el terreno digital.

Los expertos en la lucha contra el cibercrimen aseguran que en ese mundo virtual «en el que ya todos estamos» existen muchos peligros de los que no somos conscientes y, por ello, el usuario no se protege. Se trata de amenazas ya existentes y otras que llegarán «sin que nos demos cuenta», ya que es un ámbito que cambia constantemente, con ciberdelincuentes que «no tienen un perfil definido y que atacan aquí desde países que son estados ciberterroristas que les protegen».

Desde el Grupo de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional de la Región, afirman que los esfuerzos por luchar con este tipo de criminalidad se han multiplicado. «Somos conscientes del importante incremento que se ha producido en los últimos años en el número de denuncias que se reciben por la comisión de todo tipo de delitos a través de internet, redes sociales y las nuevas tecnologías».

«Buscan suplantar la identidad para obtener datos personales y conseguir transferencias»

A la cabeza de ellas se encuentra la estafa por internet en sus diferentes modalidades delictivas, como el ‘phising’, ‘smishing’, ‘malware’, ‘carding’, en las que generalmente se suplanta la identidad de una persona, empresa o entidad bancaria para obtener datos personales y conseguir transferencias de dinero de manera fraudulenta o instalar ‘software’ malicioso para controlar de forma remota el ordenador del usuario.

Asimismo, la Policía Nacional mantiene numerosas campañas de seguridad y de prevención en los medios de comunicación y en las redes sociales para que los usuarios se protejan de los nuevos engaños que aparecen en la Red. «Generalmente, el usuario piensa que no va a ser víctima de este tipo de delito y se descuidan las reglas elementales básicas de seguridad, tales como comprobar que la página web es segura, que el método de pago es el correcto o que se tienen activados los sistemas de doble verificación en las transacciones bancarias», apuntan desde el Grupo.

El porcentaje de estafas a través de internet no deja de crecer y esto es así porque el mundo físico se reproduce prácticamente en su totalidad a través de internet. «Muchos de los delitos que anteriormente se cometían entre personas y en los que era necesaria la presencia real, actualmente se cometen a través de internet, aunque la distancia entre las personas sea de cientos de kilómetros o se encuentren en países diferentes».

La especialización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para perseguir esta modalidad delictiva camina a la par que el desarrollo de nuevos tipos de delitos. Así, los sistemas informáticos avanzan en su complejidad y las organizaciones criminales invierten en su mejora y desarrollo con el objetivo de evitar dejar un rastro que pueda ser seguido por los investigadores. «No obstante, la cooperación y colaboración internacional, policial y judicial, están consiguiendo unas altas cotas de éxito que nos llevan a pensar en la inexistencia de ese crimen perfecto».

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