Gonzalo Verdú se sometió este miércoles a una operación de la rodilla derecha para volver al 100% de cara al inicio de la pretemporada, este verano. En coordinación con el jugador, el cuerpo técnico y los servicios médicos, todas las partes acordaron que lo mejor era someterse a una artroscopia, evitar males mayores en el futuro y volver con las pilar cargadas en la preparación del curso 2024/25.
El central cartagenero entendió que era el momento de pasar por el taller. El Cartagena está matemáticamente salvado desde hace dos semanas y las dos jornadas restante, la de este domingo contra el Huesca y el sigueinte frente al Espanyol, no habrá nada más en juego que obligara a posponer la operación.
Gonzalo Verdú tiene 35 años y un largo historial de problemas en esa rodilla. Precisamente la parte final de su exitosa carrera deportiva en el Elche, con ascensos a Segunda y Primera, la marcaron pasos por el quirofano, sobrecargas, molestias, distensiones musculares y pubalgia. El manguero regresó este pasado verano a casa para defender la elástica albinegro y desde la llegada de Julián Calero, sobre todo, dio un paso al frente en cuanto a sensaciones.
De hecho, Verdú ha sido una de las piezas más importantes en la remontada del equipo en este 2024. Firme, contundente y líder, rindió a un nivel excelso para ayudar a escalar posiciones en la clasificación desde una defensa férrea y varias porterías a cero. El cartagenero, sin que muchas aficionados lo supieran, lo hizo con un gran sobreesfuerzo por el escudo: dosificándose durante la semana, fortaleciendo en el gimnasio e incluso infiltrándose para no perjudicar al Efesé en un momento tan vital.
A menudo, Verdú aguantó una hora en el terreno de juego, por momentos alternó la titularidad con Kiko Olivas y en otras ocasiones aprovechó una semana de sanción por acumulación de tarjetas para coger más fuerzas. El entrenador, Julián Calero, midió muy bien las cargas y las acumulaciones de tarjetas en la defensa para siempre tener una alternativa. Así, junto al resto del cuerpo técnico, se consiguió llegar a la recta final del curso sin ningún lesionado.
El escudo, lo primero
El propio técnico ya adelantó, semanas atrás, que «tarde o temprano» Verdú pasaría por el quirófano para dejar atrás esas molestias. «Está intentando tirar y le agradezco el esfuerzo que está haciendo, porque esa rodilla debe ser intervenida antes o después, pero quiere estar, ayudar… Eso a mí me gana, cuando incluso ponen su salud por delante. Anda un poco renqueante», dijo Calero cuando el central pidió el cambio en la salida a Leganés.
El cartagenero ha estado prácticamente ausente en el último mes de competición, en el banquillo como una solución de urgencia: participó 9 minutos en el campo del Levante, 3 ante el Alcorcón y ninguno frente a Tenerife y Eibar. De este modo, el zaguero pone punto y final a esta temporada y pone desde ya los cinco sentidos en volver a tope para la próxima.

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