Sin decepción posible en el Palacio

Sin decepción posible en el Palacio

Lunes, 3 de junio 2024, 01:26

El UCAM ha ganado dos partidos seguidos en el Carpena. No es el equipo más habitual de la Liga Endesa en estas lides. Está lejos de serlo. Es solo su segundo ‘playoff’ y nunca había entrado en unas semifinales, lo que entraba fuera de la norma era verse vencedor de los dos primeros partidos de una serie al mejor de cinco partidos a domicilio y en el Carpena, feudo donde un Unicaja primer clasificado de la competición solo se había dejado dos partidos en toda la temporada.

En algún momento tenían los hombres de Sito Alonso que pagar la novatada, y ese fue en el comienzo del partido del sábado, el tercero de la serie, y en el contexto de ser finalistas ganando por tercera vez consecutiva su ogro verde y morado ante un Palacio de los Deportes abarrotado de murcianos que querían presenciar la gesta en vivo. Con un Palacio de Deportes tan lleno y metido como no había visto nunca el UCAM CB, y la tamaña expectativa que rodeaba al choque, el comienzo de 0-15 lapidó casi todas las opciones del equipo murciano con todavía casi todo el partido por delante para haber cambiado la dirección que tomó el encuentro,

TRES CLAVES

  • 1 Actores al escenario. El UCAM necesita a sus estrellas.
    En el tercer partido, Hakanson y Kurucs se quedaron en cero puntos y Dylan Ennis solo en dos. Las marcas más bajas de la temporada para los tres en el mismo partido. El UCAM CB les echó mucho de menos como el Unicaja Málaga extrañó a Osetkowski los dos partidos anteriores, sin ir más lejos.

  • 2 La pugna del rebote. 18 rebotes ofensivos son demasiados.
    Los 50 rebotes del Unicaja son el máximo de cualquier equipo ante el UCAM esta temporada. Y, los 18 rebotes ofensivos, ocho segundas oportunidades más que los murcianos. Estadística diferencial en un partido resuelto por ocho puntos. En el Martín Carpena, la batalla reboteadora estuvo igualada en el primer partido y fue del UCAM en el segundo.

  • 3 El talismán del autobús. Habrá recibimiento al equipo.
    Aunque a los partidos en Murcia cada jugador llega por su cuenta, hoy será diferente. El equipo llegará a la misma vez al Palacio de Deportes en autobús para que la afición pueda brindarle un recibimiento a la altura de los de Valencia y Málaga y dar un chute de optimismo a los jugadores de Sito Alonso.

El Unicaja se sintió más cómodo que nunca en toda la serie, pese a este duelo ser más de 400 kilómetros de distancia de un Martín Carpena que se le había vuelto en contra en los dos primeros partidos. Y ya no hubo manera de sacarlo de ahí. El UCAM era un equipo ansioso, impreciso, preso de los nervios y la tensión de un Palacio que vivía lo nunca visto en Murcia y perseguía el aún más allá.

El equipo de Sito ya ha ganado

El UCAM no puede repetir un comienzo como el del sábado. Como Sito Alonso e Ibon Navarro coinciden, lo que a estas alturas más juega es la cabeza. Incluso perdiendo los dos partidos que quedan y poniendo punto y final a su temporada, el UCAM no puede olvidar que no existe la decepción pase lo que pase. Es el mejor equipo que este club nunca jamás ha visto y, por eso, no se le puede exigir más al que llegó más lejos que todos los que vinieron antes de él. No se lo va a pedir la grada, una que, en todo lo que va de ‘playoff’, ha sido un factor a jugar en contra del que la ha tenido de su lado: todos los partidos de Valencia, Murcia y Málaga los ganó el equipo visitante.

En algún momento tenían los murcianos que pagar la novatada, y fue en el comienzo del partido del sábado

Vivida la experiencia de sucumbir a la presión del sábado, el UCAM necesita jugar más liberado esta noche si quiere tener opciones de victoria contra un Unicaja que sigue contra las cuerdas. Si el UCAM cae, habrá quinto partido. Si lo hace el Unicaja, la temporada de los malagueños habrá terminado antes de lo esperado por la Costa del Sol.

Radebaugh contgrola el balón en el UCAM-Unicaja del pasado sábado.

Radebaugh contgrola el balón en el UCAM-Unicaja del pasado sábado.


Ros Caval/ AGM

Los de Ibon Navarro saben qué es lo que vivió el UCAM el sábado y, no solo eso, después del primer partido, les volvió a pasar el segundo. Pero, a diferencia de los murcianos, para el Unicaja sí es una decepción perder en semifinales contra un UCAM al que, antes de esta serie, le había ganado seis enfrentamientos seguidos.

Las zonas de unos y otros

Lo mental juega mucho en el ‘playoff’, pero lo siguiente es lo táctico, que tiene una mejor o peor aplicación dependiendo del estado de lo primero. Como ante el Valencia, la defensa en zona de los de Sito Alonso desarticuló los planes ofensivos del Unicaja en los partidos disputados en Málaga, pero no funcionó en Murcia. Tampoco su defensa de cambios, que el equipo boquerón supo castigar muy bien, especialmente en situaciones cerca del aro.

Vivida la experiencia de sucumbir a la presión del sábado, el equipo que entrena Sito Alonso necesita jugar más liberado esta noche

En el tercer partido, Ibon Navarro también probó con la zona. Y vaya si le funcionó. La hizo en el final del segundo cuarto, cuando ni tras dos tiempos muertos (uno de cada entrenador) el UCAM sumó canasta en juego alguna. Y en el tercer periodo, cuando el Unicaja resistió el empuje murciano de la salida de vestuarios para apagar todo conato de remontada y coger una insalvable máxima diferencia de 23 puntos (38-61, minuto 28).

Tiempo de ajustes

Para este tercer partido, Navarro realizó algunos cambios significativos en su rotación. Dylan Osetkowski, que, pese a ser el hombre más valorado del Unicaja, no salió a jugar en el segundo partido hasta ya empezado el segundo cuarto, fue titular.

También lo fue Yankuba Sima, que había sido el descarte del primer duelo (Lima en los siguientes). Ambos respondieron a la confianza, sumando en conjunto 31 puntos, 20 rebotes y 39 de valoración. También tuvieron el mejor +/- del partido, los dos un +25 para su equipo con ellos en pista.

Además, de las 18 capturas ofensivas del Unicaja (volumen que el UCAM no se puede permitir), 10 fueron para la mencionada pareja interior, que aprovechó las fallas reboteadoras que dejan las defensas en zona. Tanto, que los 50 rebotes del Unicaja en el partido son el máximo permitido por el UCAM a su rival esta temporada.

Al UCAM no le funcionó la zona como no lo hizo en el segundo partido de cuartos ante el Valencia. Y, después, en el tercero, Sito Alonso sorprendió con una defensa individual casi todo el partido.

La derrota del pasado sábado implica cambios, movimientos de ajedrez, y, entre dos equipos que se conocen a la perfección (hoy jugarán entre sí por octava vez esta temporada), el factor sorpresa puede estar determinado por un cambio táctico de piezas.

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