El próximo miércoles concluye esta temporada del Aula de Cultura de LA VERDAD con un acto en Caravaca de Cruz con el prestigioso arquitecto Juan de Dios de la Hoz, que relatará su experiencia en la rehabilitación de grandes edificios históricos. Esta convocatoria, en apoyo al Año Jubilar de la ciudad de la Vera Cruz, tendrá lugar en el salón de actos de la Fundación Cajamurcia en Caravaca de la Cruz, a las 19.30 horas, con entrada libre hasta completar aforo. Juan de Dios de la Hoz lleva 25 años realizando proyectos en la Región de Murcia desde Lavila Arquitectos, uno de los estudios de arquitectura con mayor solvencia en la recuperación de joyas arquitectónicas tanto religiosas como civiles. Obtuvo el Premio Europa Nostra en 2017 por la restauración de seis iglesias de Lorca afectadas por los terremotos de 2011.
–O lo encontramos en el estudio o, más bien, sobre el terreno…
–Bastante más tiempo en el andamio quizás. Como tenemos muchas obras, esto nos obliga a viajar mucho. Mínimo dos o tres días en semana estamos fuera del estudio. Tenemos obras desde Málaga a Alicante, por todo el litoral, y estamos todo el tiempo en el coche también, es lo que hay. También tenemos obras en Guadalajara, Madrid, Extremadura, ahora en La Rioja, Salamanca…
CATEDRAL DE MURCIA
«La fachada estará lista para ser mostrada a todos los murcianos antes de que acabe el año»
–La mayoría de estos proyectos son actuaciones en patrimonio.
–Un 90% seguro. A lo mejor de cada diez proyectos hacemos uno de nueva planta, pero sí, la mayoría son de restauración.
–¿Qué están contándonos estos magnos edificios? Cada intervención es de celebrar, pero son tantas las que están pendientes….
–En realidad, el patrimonio tiene dueño, ya sea la iglesia católica, un señor que es propietario, el Estado, un ayuntamiento… Es un bien que nos pertenece a todos. Nuestro trabajo es fundamentalmente recuperarlo y devolvérselo a todas las personas, independientemente de quién sea el dueño y del uso. A lo mejor nos piden restaurar una iglesia para ser un centro cultural. O un castillo, y va a ser un sitio para hacer eventos. Esto nos obliga a estar siempre al día, en cuanto a las cosas que se hacen en el resto del mundo y de Europa, y aprender de materiales, de técnicas, de criterios… Ahora va a ser muy importante lo que están terminando en Notre Dame (París).
–Alude a la reconstrucción de Notre Dame tras el incendio en abril de 2019 que destruyó gran parte del monumento parisino, con 860 años de antigüedad. ¿Por qué esa actuación cambiará cosas?
–En mi opinión va a ser un punto de inflexión en cuanto a las corrientes de restauración del patrimonio que se van a poner en marcha en los próximos años. Es muy significativo porque lo que están haciendo es reconstruir la catedral tal y como era, una copia exacta de lo que fue antes del incendio. Tenían multitud de datos: escáner, fotografías en 3D, drones y vuelos de todo tipo, un mapa exacto de lo que era todo el edificio. Han empleado las mismas técnicas y los mismos materiales en la reconstrucción: la madera de los mismos bosques, los mismos tipos de ensambles, los descendientes de los carpinteros antiguos… eso, en teoría, con la ley no se puede hacer. Porque la ley dice que las adiciones que se hagan con un edificio que se ha perdido, como es el caso de Notre Dame, deben ser reconocibles de la época en que se hace la actuación. Es decir, deberían ser actuaciones del siglo XXI o, al menos, contemporáneas. La aguja del crucero de Notre Dame se ha hecho exactamente igual que la que había, la carpintería, la pizarra… todo igual. Esto es un cambio de los criterios, es un edificio importante, una obra colosal de dinero, de gente y de todo, y esto va a ser un cambio fundamental.
TERREMOTOS DE 2011
«Lo que sucedió en Lorca fue increíble y creo que alguna vez se lo contaré a mis nietos»
–En Murcia acaban de terminar hace muy poquito la restauración de la iglesia de San Bartolomé.
–Sí, estamos muy contentos, no solo nosotros, sino toda la parroquia y quienes la visitan, todos han quedado satisfechos. Se han podido recuperar no solamente el espacio, el color y la pintura del templo, sino también las pinturas del altar mayor han quedado preciosas. Además de eso, estamos en plena obra de la fachada de la catedral de Murcia, que nos está llevando mucho tiempo.
–Dice el cronista oficial de la Región de Murcia y de Caravaca de la Cruz, José Antonio Melgares, que en la restauración de la fachada de la Catedral de Murcia, uno de los proyectos que tiene usted en marcha en este momento, «los afortunados van encontrando detalles que el artista sólo esculpió para Dios, no para los hombres». Estamos, sin duda, ante el edificio más emblemático de la Diócesis de Cartagena.
–Está siendo un éxito por las visitas, de hecho, las guías nos dicen que en cuanto se abre el periodo de reserva de visitas, en apenas días se cubren todas las visitas de viernes, sábados y domingos. Luego ya el resto de la semana se llenan más despacio. Ahora se han incrementado las visitas a las nueve de la noche, de modo que hay una parte que se hace de día y otra parte de noche. Es una oportunidad única para visitar las obras, y para comprobar esta maravilla que tenemos en la Región de Murcia. Nos gustaría terminar las obras para el mes de octubre, y creo que nos puede dar tiempo, y si no es en octubre, en noviembre. En cualquier caso, la fachada estará lista para ser mostrada a todos los murcianos antes de que acabe el año.
–Cambiará el color de la fachada tal y como la conocimos…
–Sí, pero no tanto porque tenga un color diferente, sino porque está sucia. O estaba sucia, porque ahora ya la vemos limpia. La piedra tiene ya su color ocre, el mármol rojo tiene un rojo vivo, igual pasa con los grises, con los blancos del mármol de Macael, con las piedras negras de la base de la fachada… todo ese color estaba en origen, y estaba un poco desfigurado, o empastado, porque estaba recubierto por suciedad. Y ahora lo vamos a ver en todo su esplendor, y con una visión mucho más parecida a la que tenía cuando se terminó la fachada.

De la Hoz en 2018 recibe un premio de manos de la Reina Sofía.
casa reaL
–En la conservación de muchos de estos monumentos los problemas deben ser muy similares, derivados de la polución, las humedades, las reformas…
–El símil de las personas y de las civilizaciones vale también para el patrimonio. Nosotros, las personas, vamos a desaparecer, llegará nuestra hora de morir. Y las distintas civilizaciones de la historia de la humanidad han crecido, se han desarrollado y han desaparecido. Todo tiende a desaparecer, nada es eterno. Pero los grandes monumentos del pasado son los que están siendo capaces de resistir más tiempo. Pero no son eternos, necesitan que les ayudemos, igual que a un anciano le ayudamos a mantener su salud, también los edificios. Es inviable mantenerlos para siempre, porque todo es finito, pero sí podemos mantenerlos con buena salud a lo largo de siglos. Evidentemente, la fachada de la Catedral se deteriora por el paso del tiempo, por la lluvia, por el viento, por el tráfico, por las palomas… un gamberro que hace una pintada, alguien que tira una piedra… nuestro trabajo, y el de toda la sociedad, es mantener esos edificios y legarlos a nuestros hijos, o será difícil que de otra forma esto se mantenga.
La escultura de Santiago
–Una imagen del apóstol Santiago coronaba el imafronte, en su momento. ¿Volveremos a verla alguna vez en su lugar original?
–Lo que se decía, y está confirmado, no existe ninguna duda, es que había una escultura del apóstol Santiago en la parte superior del imafronte, y se bajó. Y, desgraciadamente, aquella escultura desapareció en su momento. Nuestra propuesta, como arquitectos redactores, la propuesta del Obispado y la propuesta del Cabildo Catedralicio es recuperar esa escultura. Es cierto que no la conocemos exactamente, porque no es como Notre Dame, aquí no tenemos ni una foto ni un escáner, solo un dibujo en la que se ve un borrón, un manchón, no se ve bien, y no podemos reproducirla exactamente, y ahí es donde está la discusión. Es fantástico porque esto enriquece bastante el debate sobre el patrimonio. No dará tiempo para hacerlo antes de octubre, pero será posible plantearlo de nuevo y convencer a las instituciones que tienen la competencia en la restauración del patrimonio y devolver a Santiago a la fachada de la Catedral de Murcia.
HERENCIA
«Nuestro trabajo, y el de toda la sociedad, es mantener esos edificios y legarlos a nuestros hijos»
–Muchas veces se le considera el arquitecto de la Diócesis de Cartagena, quizás porque tuvo una implicación extraordinaria en la recuperación de seis iglesias de Lorca tras los seísmos.
–No soy el arquitecto de la Diócesis, aunque esa figura existe en algunas diócesis. Es un nombramiento que suele hacer el obispo, y, evidentemente, yo no lo tengo. Es verdad que nos encargan muchas obras, como encargan a otros arquitectos, porque nosotros no somos los únicos ni tampoco los mejores [ríe sin maldad]. Estamos encantados de que confíen en nosotros para poner en nuestras manos una obra como esta de la Catedral de Murcia, porque no hay una fachada en el mundo mejor que esta, y hemos tenido la inmensa suerte y el honor de que el Obispado haya confiado en el equipo de Lavila Arquitectos. Es verdad que los terremotos de Lorca en 2011 fueron una experiencia terrible, las nueve personas que fallecieron nos duelen todavía en el corazón. Aquella experiencia nos ayudó a comprender cómo funcionaban, cómo se comportaban estos edificios, cómo eran capaces incluso de resistir los terremotos. Es impresionante porque muchos de ellos resistieron muy bien, como San Patricio y San Mateo. Es verdad que la iglesia de Santiago sufrió un colapso muy grave, pero, en general, el comportamiento de los edificios fue extraordinario. Fue un campo de trabajo fabuloso, estuvimos codo con codo con los representantes de la Diócesis, y recuerdo especialmente a don Antonio León, que era el sacerdote que tenía la responsabilidad del obispo de coordinar los trabajos entre las parroquias, y las empresas constructoras, los arquitectos, los arqueólogos y los historiadores. Pasamos noches sin dormir, sin volver a casa, porque los edificios estaban a punto de caerse. Fue una cosa increíble que creo que alguna vez se lo contaré a mis nietos.
–En Caravaca de la Cruz, ¿qué proyectos tiene entre manos?
–En Caravaca tuvimos la fortuna de trabajar en una fase muy pequeña, intervinimos en las fachadas del castillo, y en la fachada de la iglesia de El Salvador. Ahora estamos en un proyecto interesantísimo donde están los salones parroquiales de la iglesia de El Salvador. Todavía no ha arrancado la obra, y ojalá que se pueda llevar a cabo, creemos que es un edificio que guarda bastantes secretos. Es un pequeño palacete urbano, tenía mucha calidad, y aunque está transformado por el tiempo, puede dar resultados estupendos. Hace unos pocos meses se cayó la aguja de la torre de la iglesia de la Concepción, y hemos hecho un proyecto, pequeñito, pero muy interesante, para poder recuperar esa aguja y parte de la estructura de madera que tiene esta torre. Es una actuación casi de urgencia, porque afortunadamente se cayó y no hubo ninguna desgracia, pero a veces hay que intervenir de urgencia para evitar que haya más roturas.
Las puertas de Plensa
–No acaba de entenderse muy bien dónde está el problema de la puerta de Jaume Plensa para la fachada de la Basílica de la Vera Cruz en Caravaca. Da la impresión de que se quiere dejar morir el proyecto. ¿Qué le parece esta propuesta de Plensa?
–Es un debate interesantísimo, como en tantas ocasiones, y en esta quizás más, tiene defensores a ultranza y detractores enconados contra esa propuesta. Efectivamente, la propuesta a nadie deja indiferente, y las opiniones que he oído van entre un extremo y otro. Nadie puede dudar de la categoría que tiene Plensa como artista, y eso no está en el debate. No cabe duda de que la pieza será magnífica esté donde esté. El debate se está proponiendo sobre este sitio u otro. Pero volvemos a Notre Dame. ¿Se pueden recuperar las cosas donde eran y como eran y exactamente igual que en origen, o se pueden aportar cosas del siglo XXI? En este caso la propuesta es aportar algo del siglo XXI, y yo creo que tan válido es ese debate como volver a hacer unas puertas como si fueran del siglo XVII o XVIII como cuando se colocaron las originales.
–En el claustro de Los Jerónimos, en Guadalupe, sede de la UCAM, están a punto de acabar una actuación también novedosa.
–Antes del verano estará terminada, estamos satisfechos, contentos. La obra estaba con bastante deterioro por las humedades, pero hemos tenido bastante suerte porque debajo de capas y capas de suciedad, y de morteros de cemento y de elementos que se le han ido colocando a lo largo del tiempo, han aparecido unos colores y unos ladrillos fingidos que se encuentran en un estado bastante bueno. Doy las gracias a la UCAM por la confianza y por habernos escuchado. Ese espacio, que estaba cerrado, lo han perdido, porque ahora está abierto completamente, y ha pasado a formar parte del jardín, y ahora está en contacto la naturaleza con las cuatro galerías. A veces, los propietarios quieren seguir conservando espacios en uso, pero aquí la UCAM ha sido sensible a la historia, y ha renunciado a unos metros cuadrados a cambio de recuperar la originalidad, la esencia y la historia de este claustro de los monjes jerónimos.
¿LO HACEMOS BIEN?
«A lo mejor no somos la primera región en inversión y calidad de monumentos, pero estamos en el ‘top’»
–Hoy es el día oficial de la Región de Murcia. ¿A niveles de conservación del patrimonio, podemos sentirnos orgullosos de lo que se está haciendo en esta tierra?
–Llevamos 25 años trabajando en la Región de Murcia. Mis dos hijos, que ahora son arquitectos, cuando eran pequeños me preguntaban dónde estaba nuestra casa en Murcia. Nos hemos hecho absolutamente murcianos, y probablemente conozcamos la Región de Murcia mejor que la mayoría de murcianos. La hemos recorrido, pateado, dibujado y subido a los andamios en todas partes, desde el Altiplano al Mar Menor, desde los edificios más grandes a pequeñísimas ermitas en pedanías que poca gente conoce. Estamos orgullosos de haber trabajado aquí. Y la Región de Murcia debe estar orgullosa de su patrimonio religioso y civil, hemos trabajado con muchos ayuntamientos y propietarios, y sabemos que, antes de nosotros, se ha trabajado, quizás no tanto, en una clara corriente de recuperación. Sin duda, hay comunidades autónomas que han apostado por estas inversiones, y nos fijamos en catedrales de Castilla y León y de Andalucía, pero Murcia no está a la zaga de ninguna de ellas. A lo mejor no somos la primera región en inversión y en calidad de monumentos, aunque estamos en el ‘top’.

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Enlace de origen : Juan de Dios de la Hoz: «Debemos sentirnos orgullosos del patrimonio de la Región de Murcia»