El temporal deja casi cien rescates y daños en el campo de la Región

El peligro no había terminado ayer. La estructura de algunas casas o edificios, así como el arbolado de distintas localidades, presentaban estrés tras haberse mojado con el temporal de los últimos días, lo que multiplica el riesgo de derrumbe por el cambio brusco de temperatura ayer. «Aun habiendo pasado la tormenta, pueden estar muy debilitadas y sufrir un colapso», advertía ayer a LA VERDAD el director general de Seguridad y Emergencias de la Comunidad, Ricardo Villalba.

Este departamento de la Consejería de Interior calcula que durante este episodio meteorológico extremo se han llevado a cabo casi un centenar de rescates de personas, tanto en vehículos como en viviendas. Las últimas intervenciones ocurrían ayer por la mañana, cuando tres personas quedaban atrapadas en un vehículo en Torre Pacheco. «Con el nivel de incidencias registrado, no haber tenido que lamentar daños personales es clave», celebra el responsable de Emergencias. El balance definitivo arroja 600 llamadas por el temporal al Centro de Coordinación de Emergencias 112, de las que 350 se produjeron en el municipio capitalino y, el resto, entre Las Torres de Cotillas, Molina de Segura y otras localidades de la Vega Media, así como Los Alcázares.

Tras quedar desactivado ayer por la tarde el plan contra inundaciones en la Región, los servicios de Emergencia entraron en la fase de «normalización y recuperación». Es decir, intervenir en los derrumbes de viejos edificios, saneamiento de fachadas, arboles caídos, desperfectos en edificios públicos (algunos centros escolares seguían ayer arreglando sus clases), restablecer servicios básicos, revisar los alcantarillados, retirar lodos o garantizar la circulación en las carreteras cortadas por las lluvias. El mayor número de intervenciones se centró en achiques de agua, eliminación de desperfectos en la vía pública y rescates, algunos «complejos y delicados» llevados a cabo por Emergencias, Bomberos y policías locales.

«Estamos ofreciendo a los municipios todos los servicios de apoyo que necesiten para ayudarles a normalizar esta situación», subraya Villalba. Las actuaciones se centraron ayer en restablecer el fluido eléctrico en varias áreas de Las Torres de Cotillas, territorio que también sufrió importantes embolsamientos de agua e inundaciones de garajes.

Cubrir las pérdidas

El Ejecutivo regional pedirá la declaración de zona catastrófica para todos los municipios afectados por los episodios de lluvias intensas de esta semana con la intención de que se cubran las pérdidas en el sector primario. La consejera de Agricultura, Sara Rubira, presentó ayer en el Consejo de Gobierno un informe provisional sobre los daños causados por las tormentas. En total, tanto las lluvias como el granizo afectaron hasta el martes a 3.400 hectáreas de cultivo, estropeando 23.000 toneladas de productos agrícolas, sobre todo de fruta de hueso, naranjo, almendro, olivo y viñedo. Esto representa pérdidas aproximadas de unos 20 millones de euros.

Los daños por la tormenta de este miércoles se siguen evaluando, pero se estima que en Cieza y su entorno habría entre 800 y 1.000 hectáreas afectadas más de melocotón, albaricoque y nectarina, lo que elevaría a más de 4.000 hectáreas el terreno perjudicado. En Calasparra, el municipio con más daños hasta el momento, hay 1.230 hectáreas de cultivo arruinadas.

Las precipitaciones fueron tal que la crecida del río Segura obligó a desviar un caudal más cuantioso que de costumbre desde el embalse de Ojós hasta la Pedrera (Alicante) por el canal del postrasvase. En concreto, a razón de 23 metros cúbicos por segundo. El embalse contra inundaciones de Los Rodeos ha retenido un hectómetro por las lluvias. Esa declaración de zona catastrófica también ha sido solicitada o lo harán en los próximos días, por varios municipios afectados por este episodio meteorológico como Las Torres de Cotillas, Calasparra o Los Alcázares.

30 litros en diez minutos

Las intensas precipitaciones, acompañadas en algunos puntos de granizo y fuertes rachas de viento, dejaron un panorama desolador en una tierra aquejada por la sequía. La Agencia Estatal de Meteorología registró el miércoles por la tarde entre 60 y 50 litros en la Vega Media y el valle del Segura, pero la mayoría de esos volúmenes cayeron solo en media hora, lo que provocó desbordamiento o riadas en las ramblas urbanas del norte de Murcia que tantos desperfectos causaron.

«La estación meteorológica de Guadalupe, donde tiene la sede la Aemet, ha registrado ya el junio más húmedo de toda la serie histórica», explica Víctor Ruiz Álvarez, portavoz de la asociación meteorológica FrostSE. Son más de 90 litros entre el lunes y el miércoles, un registro difícil de ver. «Estos episodios son comunes al final de la primavera y principios del verano climatológico, pero con el calentamiento global son cada vez más frecuentes y con carácter torrencial», detalla Álvarez. El experto opina que las tormentas no han roto la sequía en el Sureste español «porque ha acumulado mucho déficit», pero sí la reduce y eso «es importante para la vegetación y la masa forestal» de cara a la época estival.

Pese a todo, la torrencialidad no ha sido una característica en la mayoría de los chubascos caídos en gran parte de la Región estos días. «Las lluvias han traído una cantidad de agua beneficiosa para el Valle del Guadalentín, donde se han registrado precipitaciones persistentes pero sin daños». Lo mismo ocurre en el Noroeste que, aunque haya registrado desde el fin de semana acumulados de 180 litros en Moratalla, el agua es una bendición para los cultivos de secano y los bosques.

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