Los trabajadores de la residencia López Ambit estallan tras una grave agresión: «Nos van a matar»

La agresión sufrida hace cerca de un mes por una auxiliar de Enfermería en el centro para personas con discapacidad Julio López Ambit, ubicado en la pedanía murciana de El Palmar, ha puesto en pie de guerra a la plantilla de atección directa a los residentes, que lleva años denunciando, al igual que las familias, falta de medios para atender a los usuarios con problemas de conducta que, según aseguran, se vienen derivando a este centro sin que este cuente con el personal necesario para atenderlos adecuadamente.

Los trabajadores señalan que las agresiones se han incrementado tanto en número como en intensidad y lesividad debido a una plantilla «insuficiente» y una derivación «cada vez mayor» de usuarios violentos. «Nos estamos acercando ya a una situación en la que el 50% de los residentes del Ambit son casos extremos de patologías psiquiátricas y de trastornos de conducta gravísimos», denuncia una de las trabajadoras, que relata agresiones diarias.

Del mismo modo, diversos profesionales que se concentraron este lunes a las puertas del centro para reclamar soluciones, apoyados por los sindicatos, detallaron a LA VERDAD algunos de los incidentes registrados en el centro, que incluyen mordiscos con heridas abiertas e infecciones, intentos de ahogamiento, golpes brutales que dejan secuelas físicas como sordera o problemas de visión, y psicológicas, además amenazas de muerte continuadas.

«Pudo costarle la vida»

El último incidente de gravedad, sufrido por la auxiliar de enfermería, pudo haberle «costado la vida», según denuncia en un escrito el personal de atención directa del centro. «No es una exageración, es la realidad». «Una usuaria le tiró del pelo, la lanzó al suelo, la intentó ahogar, le arrancó los pendientes y empezó a darle cabezazos contra el suelo y patadas por todo el cuerpo», detallan fuentes de los trabajadores.

La mujer, que actualmente se encuentra de baja y en tratamiento psicológico, explica que es «la quinta agresión» que sufre. «Pero ya no soy yo, es que todas mis compañeras viven agresiones día sí y día también, y está en riesgo también la seguridad de los propios residentes», afirma. «Ahora quieren que empiece a trabajar, pero yo no me veo capaz de volver a trabajar aquí», dice.

Ascensión Morcillo, terapeuta en el centro, asevera que la grave agresión sufrida es solo una más. «Pasó también con una limpiadora, a la que intentaron estrangular», explica. «A otra compañera le han provocado una lesión en el tímpano a raíz de un golpe tremendo que le dieron en el oído y que le ha afectado a la mandíbula, que le va a dejar secuelas de por vida. En otra ocasión, otra trabajadora sufrió un desprendimiento de vítreo a consecuencia de otra de las agresiones», relató.

La plantilla recuerda que «el decreto que regula los ingresos en centros para personas con discapacidad establece como requisito específico no presentar trastornos de conducta que puedan alterar la normal convivencia en el centro», sin embargo, continúa «se han venido derivando residentes con trastornos de conducta gravísimos». «Estas personas con discapacidad, patologías psiquiátricas y trastornos de conducta de perfil tan elevado necesitan un recurso especializado en el que es imprescindible una ratio muy reducida, pero la falta de personal y medios en el López Ambit es incuestionable». Por ello, califican la situación de «insostenible» y piden soluciones a la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad.

La Consejería de Política Social, Familias e Igualdad señala que «todos los centros de atención a personas con discapacidad existentes en la Región de Murcia, tanto los dependientes de la Administración como los concertados, cuentan con personas que presentan problemas conductuales, ya que se trata de un rasgo asociado, en ocasiones, a la discapacidad», y señala que el Instituto Murciano de Acción Social está estudiando la puesta en marcha de un proyecto piloto «aplicando nuevas tecnologías de protección de los trabajadores», que «en la actualidad, disponen de un sistema de activación de alarma que contacta de forma directa e inmediata con el personal de enfermería y con la dirección del centro».

Una auxiliar de psiquiatría que acudió a la protesta mostró a LA VERDAD el registro de sus partes por agresiones. Casi una veintena solo en 2023. «Un día nos van a matar, y no es una forma de hablar. Hace unos años llevé a un residente al hospital y me intentó ahogar cuando volvíamos en el coche. Primero, con las manos, y después con el cinturón de seguridad, que lo tuve marcado en la piel una semana. No tuvimos un accidente porque Dios no quiso. Cuando muera alguien en el López Ambit, entonces reforzarán la plantilla», señaló.

Piden refuerzos

«Lo único que pedimos es que las ratios suban, que valoren este centro como corresponde», asegura Visitación Gavia, delegada sindical en del centro del Sindicato de Técnicos Auxiliares de Enfermería (SAE).

La Consejería defiende que el centro cuenta con una ratio de atención directa superior a la media, «ya que dispone de un total de 100 profesionales para atender a 57 usuarios (cuando la ratio normal de atención en los conciertos es de un profesional de atención directa para cada dos personas). Además, duplica la ratio de profesionales para la atención a personas con trastornos del espectro autista (TEA)».

El pasado año, el centro, según explica Política Social, «vio aumentada su plantilla con la contratación de un educador, un auxiliar de enfermería y personal de servicios, para ofrecer una atención más personal e individualizada».

Además, detalla que «el equipo técnico del centro ha mantenido diversas reuniones con el servicio de prevención de riesgos laborales del IMAS, la última de ellas, el pasado 30 de mayo) donde se acordó elaborar un protocolo interno de actuación con la participación de los profesionales que tienen trato directo con los usuarios. El borrador de dicho protocolo ya ha sido elaborado y se encuentra a la espera de aprobación por parte de los colectivos y profesionales implicados».

Tanto los trabajadores como las familias, coinciden al señalar que «no se está haciendo nada» para evitar los graves incidentes que se están registrando, y reclaman la creación de un centro especializado o una radical transformación del López Ambit con un importante refuerzo de profesionales. «Lo único que tenemos que no haya en otros centros es un vigilante de seguridad y persona de psiquiatría, −señala la terapeuta Ascensión Morcillo−. Pero a los residentes no se les puede pretender tener permanentemente contenidos química o mecánicamente para evitar problemas».

Cabe recordar que ya el pasado mes de febrero, la asociación de familiares del centro alertó en un escrito a la Consejería de los problemas de agresiones en el centro y acusó a la Comunidad de «maltrato institucional».

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