Las fotografías finalistas del Rendibú 2024

Los cuatro trabajos finalistas en la categoría de Fotografía del Rendibú, el concurso de artes y creación de LA VERDAD destinado a jóvenes de la Región de Murcia menores de 35 años, son los presentados por Álvaro García-Ruano, ‘Lo que no se ve no se vende’, sobre un día en la vida de un autónomo; Elena Trinidad García Gómez, ‘Oasis’, un proyecto que reflexiona sobre el oasis como refugio mental y físico; Anthony Jair Avellán Vera, ‘Desastres naturales’, que trata de explicar algunos sentimientos que a veces no sabemos expresar con palabras; y José Manuel Villalgordo, ‘Tourists come home’, los turistas vienen a casa, una serie de fotografías que retratan el movimiento de turistas que llegan a la ciudad de Cartagena todo el año. El nombre del ganador se hará público este viernes, en el Centro Párraga de Murcia, en una gala en la que se conocerán también los vencedores en el resto de categorías de esta edición: Relato Corto + Podcast, Cortometraje, Diseño Gráfico y Música (mejor canción).

El jurado de esta categoría de Fotografía ha estado presidido por Mar Sáez, fotógrafa y artista visual, recientemente becada por la Academia de España en Roma, y autora de proyectos sobre la identidad, la biopolítica y los derechos humanos muy celebrados por la crítica como ‘Gabriel’ y ‘A los que viajan’. En las deliberaciones le acompañaron Mónica Lozano, profesora de fotografía en la Escuela de Arte de Murcia y en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Murcia, y Enrique Martínez Bueso, jefe del Área de Fotografía de LA VERDAD.

Sobre el trabajo ‘Desastres naturales’, Anthony Jair Avellán Vera –«siendo muy pequeño crucé el charco, pase de la perla del Pacífico a la perla del Segura; he crecido y vivido en Cieza desde entonces»; estudió ADE, pero empezó a trabajar como fotógrafo intentando que la fotografía sea «algo parecido a la poesía»– afirma que es difícil describir ciertos sentimientos que de vez en cuando aparecen en nuestras vidas cotidianas.

Pasamos por muchos momentos en la vida, que nos llenan de sentimientos que a veces no sabemos ni expresar con palabras. Ese agobio que nos tiene con el agua al cuello, esa ansiedad que no nos deja en paz o esa inexplicable razón por la que esa persona se fue. Esta serie de fotografías trata de explicar al menos unos pocos de estos sentimientos que a veces se dejan caer por nuestras vidas. Para conseguirlos la clave está en tener la cámara en la mano y estar preparado. Más tarde solo queda plasmar tu estilo en el revelado.

En cuanto a ‘Oasis’, Elena Trinidad Gómez (Cartagena, 1997), graduada en Fotografía por la Escuela de Arte de Murcia e «interesada por lo poético desde diferentes disciplinas», señala que «es labor del que mira poder aislarse en un espacio de silencio, hacer de lo cotidiano un remanso de paz». En este trabajo, Elena Trinidad busca unas veces el enfrentamiento, y, en otras, la armonía.

Oasis: una palabra, dos significados. Es un paraje de un desierto en el cual se puede encontrar agua y vegetación; a la ilusión de percibirlos se le llama espejismos; un oasis puede ser también un refugio mental y físico para evadirse o protegerse de las inclemencias vitales. En este particular oasis, se busca el diálogo entre lo literal y lo más imperceptible de nuesta cotidianidad. El espejismo nace de la necesidad, se sueña con lo que se anhela, una solución, un remedio balsámico donde neutralizar la hostilidad que sufrimos en nuestros días.

Álvaro García-Ruano, que se ha formado como diseñador gráfico en la Escuela Superior de Diseño de la Región de Murcia, explica a propósito de su trabajo en blanco y negro sobre un autónomo en un mercado callejero que «cuando vas a comprar a un mercado, esto es lo que nadie ve, esto es lo que no se vende».

El día de un autónomo que se dedica a la venta ambulante empieza en la cocina de su casa, desayunando solo, antes de que salga el sol. Arrancas tu vieja furgoneta cargada con todo el género y pones rumbo a un pueblo o una aldea donde crees que podrás vender algo. Cuando llegas, sacas los hierros, el esqueleto del puesto. Están fríos, mojados y es fácil hacerse daño con ellos. Una vez que el puesto está montado, solo queda esperar, de pie, a que una señora mayor lo más probable, se decida por comprar algo.

José Villalgordo, fotoperiodista, desde 2023 miembro de la Asociación de Informadores Gráficos de la Región de Murcia (AIG), estudió fotografía en la Escuela de Arte y Diseño de Valencia, y ha colaborado con distintos medios. En este proyecto observa a menudo a alemanes, ingleses y franceses interactuar con Cartagena, «y, en cierto modo, transformarla para los habitantes locales en múltiples aspectos». Esta «ensayo de esa interacción entre el visitante y el medio que visita» ese turismo de cruceros «abre el encuadre un poco más allá de los márgenes de la típica postal de Héroes de Cavite».

El turismo es el principal sector de la actividad económica de España, y Cartagena, además de ser un enclave privilegiado en el Mediterráneo, reúne un patrimonio que se remonta a más de tres mil años de historia. Decenas de cruceros cada año hacen escala en la ciudad, y miles de turistas la eligen para pasar sus vacaciones. Este proyecto a largo plazo se centra en lo que ocurre después de que atraquen los barcos en la terminal de cruceros y descarguen a cientos de turistas; la ciudad se transforma por horas en un hervidero de gente de orígenes diversos.

Esta edición 2024 de los concursos del Rendibú cuenta con el patrocinio de Estrella de Levante, Hozono Global, Cajamar Caja Rural, Viñas Familia Gil Family Estates, Agrupal, Grupo Fuertes, Repsol y el Ayuntamiento de Murcia; con la colaboración de La Boca Te Lía, el ICA, APC Audio y Centro Párraga.

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