«Cambia tus pensamientos y así cambiará tu mundo». «Cinco trucos para evitar la culpa». «La actitud lo cambia todo». «La vida no es dura, lo duro es no estar entrenado para vivirla». Las redes sociales nos bombardean a diario con todo tipo de mensajes lanzados por ‘coach emocionales’, supuestos terapeutas, ‘influencer’ o ‘asesores de vida’ que buscan conseguir miles de ‘likes’ -y con ello, dinero- al calor de la creciente preocupación por la salud mental. Suelen ser «mensajes muy superficiales, desconectados de la realidad, que no profundizan en las dinámicas muy complejas que tiene el ser humano», advierte Carmen Godoy, presidenta de la Comisión Deontológica del Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia. Pero lo peor que es pueden provocar mucho daño.
Para tratar de poner coto a esta «banalización» de los problemas relacionados con el bienestar psicológico, el Colegio ha lanzado una campaña contra el intrusismo bajo el lema ‘Tenemos que hablar de esto’. «Asistimos a un incremento, sobre todo en las redes sociales, de propuestas ofrecidas por personas que no ofrecen ninguna garantía de formación sanitaria y clínica. Lo más importante, siempre, es comprobar que el profesional que nos atiende está colegiado, lo que significa que tiene la titulación adecuada», resume Godoy.
A la Comisión de Intrusismo del Colegio, que preside Eugenia Piñero, han llegado «cerca de 80 quejas y denuncias». En los últimos años, sin embargo, solo ha habido una condena judicial, según los datos que maneja la institución. Es necesaria una mayor regulación, advierte la decana, María Fuster. Si una persona se presenta como psicóloga sin serlo, se puede actuar contra ella. Pero las redes están llenas de ‘influencer’ o ‘coach emocionales’, y es difícil poner puertas al campo, admite Piñero.
A quienes buscan apoyo profesional les recomienda que «desconfíen sobre todo de fórmulas mágicas, de garantías al cien por cien de curación, de recetas rápidas». El psicólogo «no es un amigo, ni un gurú, ni un curandero. Es un profesional que evalúa cada caso y orienta de manera específica en función de las necesidades de la persona».
Los jóvenes y adolescentes son especialmente vulnerables a esta burbuja que crece al calor de la preocupación por el bienestar emocional en redes como ‘Tik Tok’ o ‘Instagram’. Los efectos de estos mensajes que les bombardean no son inocuos. «Hay gente sin ningún tipo de formación que ofrece sus servicios como ‘asesor de bienestar’ o ‘coach’ y que hace negocio con el malestar ajeno. Son farsantes que pueden ofrecerte recuperar a tu pareja en cuatro sesiones de psicoterapia, o dejar de fumar con tres sesiones de hipnosis», alerta Eugenia Piñero. Cualquier puede presentarse a través de internet como terapeuta. «Se asocia esta palabra con el psicólogo, pero no siempre lo son», recuerda.
A las consultas de los psicólogos llegan «cada vez más personas que antes han pasado por otro tipo de servicios que no solo no les han ayudado, sino que les ha provocado un deterioro. Sus problemas o bien se han cronificado o han empeorado», avisa Piñero. Coincide con esta advertencia el psicólogo Jesús Leandro: «No es infrecuente que nos lleguen personas que han salido dañadas» tras haberse puesto en manos de este tipo de falsos profesionales.

Carmen Godoy, María Fuster, Jesús Leandro y Laura Espín, este miércoles en el Colegio de Psicólogos.
G. Carrión
El Colegio de Psicólogos apunta a la necesidad de regularización, pero también considera imprescindible el refuerzo de los servicios públicos. Muchos de quienes caen en las redes de estos falsos gurús lo hacen porque no encuentran en el sistema sanitario o educativo el apoyo profesional que necesitan, advierte la decana de la institución, María Fuster. En España hay solo 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, mientras en Europa la ratio se triplica. La presencia de psicólogos orientadores en los centros educativos también es insuficiente.
«Hay una responsabilidad de los políticos en ofertar servicios de calidad para no dejar a personas en situación de vulnerabilidad en manos de prácticas que no siempre ofrecen garantías», resume Fuster.
Pero también deben asumir sus responsabilidades las empresas tecnológicas. Desde el Consejo General de Psicología se «intenta concienciar a los motores de búsqueda para que no ofrezcan publicidad destacada de profesionales que se anuncian sin estar colegiados como psicólogos», explica Eugenia Piñero. De momento, la burbuja de la pseudopsicologización sigue creciendo.

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Enlace de origen : La burbuja al calor de la salud mental: de los 'coach emocionales' a los falsos terapeutas