«Me reventaron el pecho a patadas; sentí que me moría»

«Me reventaron el pecho a patadas; sentí que me moría»

Jueves, 20 de junio 2024, 01:28

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«Sinceramente, vi mi vida pasar, sentía que me moría allí, mi cuerpo estaba ya desplomándose, hasta que mi amigo los empujó y me los quitó de encima. Fue cuando noté que mi alma entraba otra vez a mi cuerpo».

De esta manera describe Román, un joven de Murcia y de 20 años, el momento en el que cuatro personas le pegaron puñetazos y patadas en la barriga y en el pecho, mientras que otro le sujetaba por la espalda.

Santiago, de 18 años, el amigo que le acompañaba, intervino para que lo soltaran. Pero cuando huían de los agresores, los volvieron a interceptar y Santiago recibió un botellazo en la cara, junto a un ojo.

Los dos jóvenes fueron agredidos de forma salvaje por un grupo de seis o siete chicos y chicas, de entre 20 y 25 años y origen magrebí. Según las dos víctimas de la agresión, no conocían de nada al grupo, no lo habían visto en toda la noche. Les pegaron una paliza «sin motivo» y después les robaron un móvil y un anillo de oro. Tras la agresión, los trasladaron al hospital Los Arcos de San Javier. A Román lo intervinieron de urgencia, «fue una operación de vida o muerte por un desplazamiento de la caja torácica que me afectó a un pulmón».

Por su parte, a Santiago lo derivaron al hospital de La Arrixaca, al área de cirugía plástica, para tratarle la brecha que tenía en la cara. Le aplicaron 20 puntos de sutura junto al ojo izquierdo.

Román y Santiago salían de una discoteca de San Javier el domingo 9 de junio sobre las 7.30 horas de la mañana. Se dirigían a coger su coche, que estaba aparcado a un kilómetro del local, «porque el vigilante de la discoteca no nos dejó entrar al aparcamiento».


Santiago muestra sus heridas. Román, tras ser operado en el hospital Los Arcos de San Javier.


Cedida

Imagen principal - Santiago muestra sus heridas. Román, tras ser operado en el hospital Los Arcos de San Javier.

Imagen secundaria 1 - Santiago muestra sus heridas. Román, tras ser operado en el hospital Los Arcos de San Javier.

Imagen secundaria 2 - Santiago muestra sus heridas. Román, tras ser operado en el hospital Los Arcos de San Javier.

En el trayecto hacia su vehículo, caminaban por una carretera estrecha y el conductor de un coche, un Volkswagen Passat de color azul oscuro, pitó a Santiago para que se apartara. «Hijo de puta, quítate, me dijo. Me aparté y el coche pasó por mi lado, rozándome, y se detuvo a la altura de Román, que iba por delante de mí», explica Santiago.

«Intentaron atropellarnos»

El conductor frenó, se bajó del coche y pegó un puñetazo en la cara a Román «sin mediar palabra». Detrás de él, vino el resto del grupo. «Me engancharon entre varios. No recuerdo cuántos eran, tres o cuatro. Me estaban pegando mucho, uno me cogía por la espalda, mientras que el resto me pegaban, me reventaron el pecho a patadas. Estaba perdiendo la conciencia, no podía respirar y sentí que me moría, hasta que intervino Santiago», relata Román. Los dos pudieron escapar de ese primer encontronazo y corrieron hacia su coche. «Pero ellos se subieron a su vehículo y nos alcanzaron, nos intentaron atropellar. El conductor volvió a bajarse del coche, con un machete en una mano, y una chica del grupo se lo quitó y lo tiró a un huerto. Pero cogió una botella de cristal y me golpeó con ella en la cara», afirma Santiago.

Los dos jóvenes denunciaron la agresión en el cuartel de la Guardia Civil de San Javier y piden que los encuentren, «porque son un peligro para cualquiera. Esa mañana fuimos nosotros, pero otro día le puede tocar a cualquier persona, porque su intención solo era pegarnos sin motivo alguno y, si lo piensas, da miedo», concluye Román.

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