Podcast | Los presos españoles de las peores cárceles del mundo encuentran en Javier su ángel de la guarda

Podcast | Los presos españoles de las peores cárceles del mundo encuentran en Javier su ángel de la guarda

Transcripción


Episodio 10

A un prefijo de distancia

FUERA DEL RADAR | A UN PREFIJO DE DISTANCIA

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: ¿Qué tal? Bienvenidas y bienvenidos a nuestras historias.

SONIDO DE TELÉFONO

PEPI: Dime Javier

JOSÉ CASADO: Oye una cosa, niña que es que no te he entendido bien, estoy aquí pasando los datos. Oye, el tema de lo del psicólogo… ¿Está siendo o ya ha sido?, ¿cómo estás? es que no te he entendido.

JAES: Javier está al teléfono. Su trabajo consiste buena parte del tiempo en eso, en estar pegado al aparato. En este caso habla con Pepi.

JC: Estás yendo al psiquiatra. Vale, ya te está pasando consulta, ¿no?

JAES: Pepi es una mujer andaluza que pasó dos años en la cárcel de Rosario, en Argentina, acusada de un asesinato que no había cometido.

JC: Escucha, en abril te voy a sacar los billetes de tren y te vas a venir para acá dos días, ¿vale?

PEPI: Venga, cariño. Sin problema. ¿Tú me dices?

PEPI: Hecho mi Pepi. Que conmigo se te pasan las penas, ya lo sabes tú.

JAES: La vida de Pepi nunca fue sencilla, pero ese injusto episodio entre rejas le dio la última estocada. Desde entonces se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico porque todavía sufre estrés postraumático.

JC: Venga, cariño.

PEPI: Vale. Entonces hablamos. Después de Semana Santa.

JAES: Javier se despide y apenas transcurren unos minutos cuando el teléfono, de nuevo, vuelve a sonar.

JOSÉ GALLARDO: Buenas tardes.

JC: Don José. Tres cosas ¿Has tenido contacto con alguno de estos?… De los que están allí, en Ecuador.

JAES: Ahora habla con José Gallardo, de 67 años, que tras muchos periplos pasó 7 en la cárcel de Turi, en los Andes, en Ecuador, después de ser sorprendido en el aeropuerto con una maleta en la que escondía 4 kilos de cocaína.

JOSÉ GALLARDO: Bueno, yo sí tengo contacto con él, con Joseba.

LLAMADA JOSÉ GALLARDO: Sí, con el vasco. Pero el vasco ha salido ya.

JAES: Hablan de un preso español que ahora cumple condena en aquel penal que Gallardo conoce bien. A él le tocó sufrirlo. Y de no ser por la ayuda de Javier, probablemente estaría muerto.

JOSÉ GALLARDO: Yo tuve ayer, ayer o anteayer, he hablado con él.

JC: ¿Y qué te ha dicho? Que está encabronado.

JAES: Todos llaman a Javier porque es un conseguidor, un solucionador de problemas. A veces, hace incluso de psicólogo para todos ellos.

JC: Nosotros estos diez años hemos atendido a más de 5000 españoles. De todo perfil, de toda situación, de gente con mucho dinero arruinada, venida a menos.

JAES: Son personas que tienen en común una cosa: son exreclusos. O aún se encuentran presos en alguna cárcel del mundo, de cualquier lugar del mundo. Por eso cualquier ayuda supone, en ocasiones, la diferencia entre la vida y la muerte.

JC: Nosotros hemos tenido años de 17 españoles fallecidos en cárceles extranjeras.

JAES: Esas cifras son escalofriantes; aunque todavía da más miedo el detalle: porque si ya es duro vivir recluido entre cuatro paredes, hacerlo en esas condiciones puede convertirse en un infierno.

JC: Lo primero es que tiene que vivir. Eso fue la primera experiencia que tuvimos. O sea, no tenía sentido poder darle una asistencia jurídica si no había una asistencia médica humanitaria.

JAES: ¿Cómo sobrevivir en un penal perdido en el desierto… donde las altas temperaturas son parte de la condena…?

JC: Allí hace un calor pero un calor increíble.

JAES: ¿De dónde sacar fuerzas para resistir en una cárcel donde es fácil morir asesinado, o por la infección que causa el mordisco de una rata?

JC: Acabas de la cabeza muy tocado.

JAES: Esta es la historia de una especie de ángel de la guarda llamado Javier Casado. Un experto, un fixer, un consejero capaz de reconstruir vidas rotas…

JC: En la cárcel de extranjeros, para quien no lo sepa, hay que pagar por dormir. Hay que pagar por tener un colchón. Si no pagas, duermes en el patio.

CABECERA. FUERA DEL RADAR – EN ESTE EPISODIO: A UN PREFIJO DE DISTANCIA

JOSÉ CARLOS ROJO: Muy buenas, Javier. ¿Qué tal?

JC: ¿Qué tal estamos? Buenos días.

JAES: Es martes. Un martes luminoso en Valladolid porque aunque hace algo de frío, ha salido el sol. Es la calle Feliciano Escudero, una zona residencial al lado del campus universitario es donde Javier tiene sus oficinas.

JC: Es un sitio muy acogedor para poder recibir aquí, sobre todo los familiares cuando vienen…

JAES: Allí, en su centro de operaciones, ha recibido al periodista José Carlos Rojo, que continúa contando esta historia…

JOSÉ CARLOS ROJO: Es una gran sala diáfana donde se han repartido varias mesas separadas por grandes estanterías donde se guardan cuadernos, tomos con leyes y normas; y donde se pueden ver también muchos murales de fotografías.

JC: Mira, aquí tenemos imágenes de las labores que hacemos en diferentes partes del mundo.

JCR: Son fotos que recuerdan decenas de viajes que los han llevado por todo el mundo para asistir a los presos españoles repartidos por el globo.

JC: Esta foto está hecha en el patio de la cárcel de mujeres en Bogotá del Buen Pastor. Como puedes ver, aquí están voluntarios y el equipo médico con varias internas españolas. Haciendo un poco la labor que realizamos, que es realizar un chequeo médico a todas ellas.

JCR: Detrás de cada imagen hay una historia personal, una vida truncada y un foco de esperanza que llega a través del trabajo de todas estas personas que conforman el equipo de Javier.

JC: La llamamos la furgoneta de la Esperanza, que está en Lima, la cual, como puedes ver, van cinco voluntarios con la furgoneta cargada de… Bueno, de todo: desde medicinas, medicamentos, ropa, kits higiénicos, libros…

JCR: Han pasado 13 años desde que naciera la ‘Asociación +34’, las siglas que hay que marcar cuando alguien quiere llamar a España desde el extranjero.

JC: Nos dimos cuenta que +34 le daba igual a ella que a Rafa Nadal o a Pau Gasol… que +34 por el que sale de fuera de este país es lo que une a todos nuestros compatriotas al exterior.

JCR: Javier está exhausto. Ha pasado la última semana en Marruecos, asistiendo a los presos españoles en el país.

JC: Ya fuimos por todo Marruecos, acabamos en un coche Casablanca, Rabat, Marrakech, Tánger, Tetuán…

JCR: Cada año pasa más de doscientos días de viaje. Puede, incluso, dar la vuelta al mundo varias veces.

JC: Pues mira el año pasado yo he estado 201 días fuera. Fuera de España.

JCR: Es una forma de vida convertida en aventura que le ha aportado muchas cosas, pero que también le ha privado de otras.

JC: No puedes estar casado en este trabajo, es imposible. A mí me costó una relación, una pareja, un matrimonio, porque llega un momento que dices: «Mira, todo está terminado, encamina la vida hacia un lado y tu vida estaba en otro».

JCR: Hace 10 años, Javier abandonó su trabajo de comercial de automoción para dedicarse por entero a esta faceta.

JC: Yo digo muchas veces en las charlas que yo ganaba en la automoción tenía un buen sueldo cuando dirigía los coches y decidí dividir mi sueldo por tres para multiplicar mi felicidad por mil. No lo cambiaría por nada.

JCR: Su espíritu es totalmente altruista.

JC: Pero te da más satisfacciones en lo personal y hablar con gente y como digo yo, encontrarte que tú eres el ángel de la guarda, ¿no? no te lo hace pagar la venta de 100 coches, eh.

JCR: Un ángel de la guarda que, en alguna ocasión, también ha visto peligrar su vida.

JC: Me han sacado el revólver dos veces. Me han apuntado con un revólver dos veces. Una en Panamá, en ‘La Joya’ y otra en Jamundí.

JCR: Son formas de hacerse entender entre rejas, códigos de la cárcel. Por eso pese a que ha conocido las catacumbas del mercado del narcotráfico, a sus protagonistas… y pese a que sabe cosas que serían oro para la Policía, nunca, jamás, las confesará.

JC: Hay una norma en las cárceles que es: «Ni sapos ni bofia, ni chivatos ni policías». Lo que se habla en cana queda en cana, porque eso es lo que va a misa.

JCR: Gracias a esta discreción continúa teniendo carta blanca para acceder a las cárceles de medio mundo para desempeñar su labor. Un trabajo que comenzó un día concreto: el 11, del 11, del 2011.

JC: Fue el 11, del 11 del 11, nos comunica la familia de un amigo nuestro de toda la vida del colegio que había llamado, en este caso, el Consulado de España en Sydney, de que él había sido detenido.

JCR: En ese momento el mundo se volvió del revés. Nadie comprendía nada. Era muy extraño. Parecía que alguien le hubiera jugado una mala pasada a su amigo.

JC: Nuestra sorpresa venía porque evidentemente nunca había sido detenido, jamás la familia había tenido un problema. Nosotros no habíamos estado en un juzgado ni para una boda.

JCR: Pero al final se demostró que no había equivocación. Que su amigo era uno de los integrantes de la tripulación de un velero sorprendido en las costas de Australia con hasta 100 kilos de droga.

JC: Pero bueno, ante la sorpresa, lo primero que hicimos un grupo de amigos fue ver cómo poder ayudarle.

JCR: Se dieron de bruces contra la realidad y fueron conscientes de algo que hasta el momento ignoraban. La misma situación que afectaba a su colega afectaba a cientos de ciudadanos españoles que como él se encontraban presos en el extranjero.

JC: Cuando un día preguntamos nos dijeron: «Bueno, hay 2.600 españoles como tu amigo que están en esa situación». Te quedas con los ojos ojipláticos.

JCR: 2.600 españoles repartidos por el mundo, sin apenas asistencia ni ayuda. Abandonados a su suerte en cárceles en las que cumplen condena, la mayoría, por haber servido como mula para el transporte de droga. Pero para comprender bien la situación de toda esta gente hay que ponerse en contexto.

JCR: Año 2011. Se viven las consecuencias de la fuerte sacudida financiera de 2008. Mucha gente lo ha perdido absolutamente todo.

JC: Que no había trabajo, que no había nada, que no había oportunidades, que no había más que embargos de viviendas, de cierre de empresas…

JCR: Es un caldo de cultivo perfecto para la industria del narcotráfico; aunque la decisión de convertirse en mula sigue siendo cuestionable para muchos.

JC: Claro, toda la gente dice: «Joder, yo también las pasé muy mal y nunca terminé de eso». Bueno, yo de ese agua nunca beberé. He visto tantas situaciones al final en estos años…

JCR: El reclutamiento era muy sutil y caía siempre sobre presa fácil.

JC: Supimos también con el tiempo, después de visitar muchos españoles que el contacto con ellos era a través de las órdenes de bienes y embargos.

JCR: Cada vez que en el juzgado se producía un embargo o un alzamiento de una finca o un piso, se contactaba con la persona y se le hacía la oferta.

JC: Una finca, un piso, el típico piso que quedaba embargado, que en aquella época, como recordamos, había a patadas. Estaban puestos en los tablones de anuncios y el narcotraficante con un lápiz y un papel apuntaba finca, la dirección y a la persona. Tanteaban un poco, preguntaban quién era…

JCR: El campo de acción era siempre el mismo.

JC: Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil y México.

JCR: Pensándolo bien, es un delito, vamos a decirlo así, fácil, sencillo.

JC: Es que siempre dice la gente: «Si mi familia va a pasar hambre, voy a ser capaz de ir a un banco y atracar un banco».

JCR: Pero eso son palabras mayores.

JC: Bueno, para eso tienes que tener las pelotas de coger una pistola y ponerle la pistola a alguien ante un cristal.

JCR: Para eso hay que pertenecer a ese mundo oscuro, ser un verdadero delincuente.

JC: Por mucho que tu situación sea muy desagradable, no lo vas a hacer. Pero ejercer de mula es tan fácil como coger una maleta, rezar, intentar pasar un control policial y si llegas, coronar. Dejar la maleta y recibir un dinero.

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: El perfil de los que se aventuraban era siempre parecido, similar. Rondando los cincuenta años, con hijos, desempleados de larga duración y con una orden de desahucio. Muchos se atrevieron y les salió bien. Pero para otros fue el error de su vida.

JOSÉ GALLARDO: Yo fui en el año 2013. La letra crece sin trabajo, sin nada, pues cobraba la ayuda y nada más. Y me pusieron en contacto con una persona y bueno…

JAES: Un ejemplo de esto es José Gallardo. José fue encarcelado por haber sido descubierto en Cuenca, en Ecuador, con 4 kilos de cocaína. Ese fue el momento en el que comenzó su calvario…

JOSÉ GALLARDO: No se lo deseo a nadie. Tienes que pagar una cuota…

JAES: José cuenta cómo en la cárcel has de pagar por todo. Hasta por el derecho para tener una cama. Sufrió vejaciones, saqueos, amenazas y presenció espectáculos dantescos.

JOSÉ GALLARDO: Yo he vivido allí dos motines. He visto delante de mí cortarle a una persona la cabeza y ponerse a jugar al balón con la cabeza.

JAES: La salvación llegó cuando conoció a Javier.

JOSÉ GALLARDO: Cuando llevaba dos años más o menos, fue cuando conocí a Javier… bueno a la Fundación +34. Ya vino él a visitarme y ya todos los días, nos llevaba cosas de aseo, todo.

JAES: Le llevó medicina, útiles de aseo, y… tal vez lo más importante, esperanza, confianza en que superaría el trance y regresaría a España.

JOSÉ GALLARDO: Él ha sido el padre que yo necesitaba, como quien dice. Aunque es más joven que yo pero bueno.

JAES: Lo sucedido le ha hecho ver las cosas de otra manera. Si volviera a nacer, obviamente, no cometería el mismo error.

JOSÉ GALLARDO: Todo es mentira. Todo es falso porque ellos te lo ponen muy bonito y digo: «Sí, todo tan fácil, entonces ¿por qué no vas tú?

JAES: Enseguida volvemos

PAUSA

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: José Gallardo consiguió sobrevivir a todo este trance. En agosto de 2021 regresó a España tras pasar ocho años encarcelado, se ha vuelto a enamorar y ha rehecho su vida. A él le sorprendieron como a tantos otros, en el aeropuerto. Como la mayor parte de las mulas cometió un error de principiante. Lo cuenta Javier.

JAVIER CASADO: Cuando volvían para España, usted que ha venido diciendo: «De vacaciones» y que ha visitado el Perú y dice: «Llevo diez días en Lima…» Claro, decía: «Bueno, pues ahora la maleta»

JAES: Carecen de coartada. En su inexperiencia, se convierten en marionetas que terminan siendo un objetivo fácil para la policía. Continúa contando esta historia José Carlos Rojo.

JOSÉ CARLOS ROJO: Cientos de españoles escondían la droga en sus maletas y olvidaban que el primer filtro antes de emprender el viaje de vuelta era la entrevista personal. Siempre les hacían la misma pregunta, y pocas veces había una respuesta convincente.

JC: La gente que va de turismo al Perú va primero a ver el Machu Picchu, Cuzco, a hacer una ruta turística… Los que se quedaban en un hotel, con perdón: de mala muerte, en el centro de Lima pues era porque iban a ejercer de mulas.

JCR: Nadie va diez días a Perú para pasarlos solo en Lima. Justo en ese momento es cuando se derrumba el mundo. Cuando la vida se acaba. Cuando la cárcel se convierte en un lugar hostil, desconocido, en el que lo más importante, en muchos de los casos, es conservar la vida.

JC: Para poder cumplir la condena, lo primero es que tienen que vivir.

JCR: Esa ha sido siempre la mayor preocupación de Javier.

JC: Nosotros hemos tenido años de 17 españoles fallecidos en cárceles extranjeras.

JCR: Diecisiete muertos, en un solo año.

JC: Si no le asistes, si no le das medicinas, si no le va a ver un médico, si no le llevas un cepillo de dientes para que en la boca no tenga una afición bucal… de poco te sirve la justicia.

JCR: Si existe el infierno en la tierra, algunos de estos penales son lo más parecido a ello. Japón es buen ejemplo de ello.

JC: Cosas que descartas. Yo siempre digo: «Las de Japón». Y la gente dice: «¿Japón?» Sí, porque en Japón… está en su Código penal, así lo dice la Constitución japonesa. El Código Penal nuestro, el derecho romano, lo que intenta es la reinserción.

JCR: En Japón es diferente.

JC: En la japonesa no. En la japonesa directamente lo que se dice es: «Él que la hace la paga» y claro, la paga pero bien pagada.

JCR: Trabajo duro, torturas, restricciones calóricas…

JC: Acabas de la cabeza muy tocado. Todos los que vienen de Japón vienen con unas condiciones psicológicas muy, muy, muy malas.

JCR: Y la cabeza, por encima de cualquier otra cosa, es fundamental para sobrevivir.

JC: Y la cabeza es la parte más importante del cuerpo cuando te encuentras privado de libertad. La más importante. Lo tenemos clarísimo.

JCR: La clave es la esperanza de recobrar tu vida. Sin esperanza, la vida se acaba en apenas unos meses.

JC: Yo he visto españoles sin dientes pesando 40 kilos en una celda con nueve donde cabían dos… pero si la cabeza todavía tenía el acuerdo, tenía fuerzas.

JCR: A veces se trata sólo de un gesto, de un pequeño regalo que vale más por su poder evocador que por lo que realmente cuesta.

JC: Parece una chorrada, pero algo que nosotros llevamos siempre, siempre, siempre y qué es lo que les llevaba a España, les hacía transportar, les hacía felices y es una autenticada, con perdón: gilipollez, es una bolsa de pipas.

JCR: Una simple bolsa de pipas tiene el poder de reavivar el alma. Un alma que en muchos casos puede romperse en mil pedazos. Como le ocurrió a Pepi, que después de todo este tiempo, aún no ha podido recomponerla. Javier habla con ella por teléfono.

PEPI: Una pequeña paga o algo… que me ayude a salir para adelante Javier.

JC: Tú ya sabes qué es lo que te haga falta de documentación o esto… pídemelo. Que yo hablo, intento hablar con quien pueda…

JCR: Pepi, que tiene diagnosticado estrés postraumático, está a día de hoy en busca de que le reconozcan la enfermedad.

JC: ¿Estás yendo al psiquiatra? Vale, ¿ya te está pasando consulta? ¿Y te está medicando?

PEPI: Tengo un informe ahí porque le pedí un informe para presentarlo.

JCR: La clave es el informe psiquiátrico, que le abriría la vía a obtener una discapacidad.

PEPI: Un informe del psiquiatra.

JCR: Con ello amplía las posibilidades de encontrar trabajo. A Javier le preocupa la salud de Pepi. Por eso le llama a menudo.

PEPI: Entonces hablamos, después de Semana Santa.

JC: Hecho mi vida. Hasta luego.

JCR: Es uno de esos casos raros en que la injusticia y la desdicha alcanzan límites inimaginables.

JC: Pepi fue detenida bajo la acusación de asesinato. Ingresó en una cárcel en Rosario, Argentina, porque es andaluza y claro, tú imagínate cuando ingresas en un país extranjero acusada de haber matado a una mujer de la población local.

JCR: Amenazas, persecución, violencia… hasta que pasaron dos años…

JC: Y a los dos años se encontró al asesino y con las mismas le abrieron la puerta. Le dijeron: «Bueno, pues lo sentimos mucho» y no le pagaban ni el billete de avión.

JCR: Pero la huella del trauma era ya imborrable.

JC: Y como puedes ver, Pepi quedó totalmente marcada de por vida. Ha quedado totalmente destrozada de por vida.

JCR: Pepi se mantiene en el anonimato. Prefiere que nadie sepa quién es. Es una elección que comparten muchos de los que sufrieron este episodio en sus vidas.

JC: Muchos de ellos, la mayoría vuelven al anonimato. Nadie sabe de su entorno sabe lo que pasó. ¿Por qué?, porque no son gente que ha venido al mundo de la delincuencia.

JCR: La vergüenza por lo sucedido les acompaña toda la vida.

JC: No quieren que se comunique su situación a nadie. Muchos de ellos ni se comunican con las familias.

JCR: Esa incertidumbre es también sufrimiento. Muchas familias ignoran si su ser querido está vivo o muerto.

JC: En este caso, es una doble condena. La condena es para el que está allí y para la que está aquí.

JCR: La Asociación +34 nunca prestará atención a delincuentes con delitos de sangre, o violadores; pero hace una distinción con sus familias.

JC: Que nosotros no prestemos asistencia al asesino o al violador no quiere decir que la familia de ese asesino, ese violador, no deje de ser también una víctima.

JCR: Es una ayuda que se recibe como un salvavidas.

JC: Lo que sí podemos ayudar es a esos padres… a que ese trance sea lo menos complicado.

SONIDO FRAGMENTO TV

JCR: La última vez que Javier lo hizo fue con la familia de Daniel Sancho. Detenido en Tailandia como presunto autor de asesinato.

JC: Tan mediático ha sido… Pues intentas explicar desde el minuto uno cuáles son el tipo de condenas, cuáles son las circunstancias en las cárceles (de Tailandia en este caso) que poder llevar, que no puede llevar…

JCR: Información, al fin y al cabo. Todo lo que hay que saber para manejarse en una situación que es nueva y traumática. Donde se aprovecha la ignorancia de las familias para sacar partido de las formas más crueles…

JC: Cuando son detenidos por cualquier delito en el extranjero lo primero que recibe es una extorsión.

JCR: Las autoridades locales lo que hacen es ralentizar la comunicación con el abogado. Eso ayuda a ganar tiempo para perpetrar estafas.

JC: Llama un abogado, supuesto abogado que realmente no es un abogado ni nada, y dice: «No se preocupe que yo me encargo, que por 5.000 € que usted me ingrese, yo pago aquí a un juez y mañana le sacan». Claro, se han producido decenas de estafas.

MÚSICA TRANSICIÓN

JCR: Han pasado casi dos décadas y las cosas han cambiado. La situación económica actual española es bien diferente a la que había en 2008.

JC: En aquella época había más voluntarios que maletas.

JCR: Ahora hay más maletas que mulas. Por eso ahora la Asociación +34 se está reinventando.

JC: No solo un español que está privado de libertad, sino un español que esté pasándolas putas. Así de claro te lo digo.

JCR: Hay mucha gente que ha emigrado por negocios, o por amor, y que ha terminado arruinando su vida.

JC: Sobre ese millón de españoles que ha emigrado no son todos Rafa Nadal. O sea, no son todo éxito… hay muchos que las pasan muy mal.

JCR: Muchas de estas personas necesitan asistencia.

JC: Empezamos a ver caso y joder… es que a nosotros nos están dando una ayuda para un privado de libertad. Resulta que esta persona no ha cometido ningún delito, pero necesita un médico o necesita ropa o necesita…

JCR: Hay un perfil que ahora está reproduciéndose como una plaga.

JC: Gente mayor. Sobre todo hombres, por no decirte que prácticamente solo hombres, que se enamoran de chicas jóvenes en España y que bueno, terminan por el amor viviendo en República Dominicana, por ejemplo, o en Colombia… bueno y que al final se les suele acabar el amor a ellas y a ellos se les acaba proporcionalmente el dinero.

JCR: La proporción es directa.

JC: Bueno, eso es una proporción de amor VS. plata que a menos plata menos amor.

JCR: Y cuando estos hombres regresan a casa están solos y con el rechazo familiar. Por eso a estas alturas de la trayectoria de +34, es tan importante concienciar, educar, avisar de los escenarios que se plantean en todos estos casos.

JC: El ¿por qué advertimos, ¿por qué hacemos campaña?, ¿por qué enseñamos las imágenes? para que cuando estés muy necesitado, muy jodido y venga alguien y te ofrezca 10.000, 15.000 pavos porque tengas que irte en un avión y te lo pinte de color de rosas y te diga: «No pasa nada, que todo el mundo pasa», sepas: «Vale, si no, pasa esto es lo que hay». Ya lo sabías, estás son las dos circunstancias que tienes.

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Por esto Javier le encuentra razón a contar su historia, esta historia. El objetivo es la advertencia. La clave es la información…

JC: Esto es un poco como el fumar mata, ¿no? En mi época, el Winston no ponía nada, ahora ya lo pone. «Si quieres fumar: fuma, pero mira…»

JAES: Y es que en 10 años de trayectoria de +34 no son pocos los presos de las cárceles de medio mundo que han tenido la suerte de tenerle cerca…

JC: Más de 5000 españoles. No está mal. O sea, no está mal, como digo yo, para que las comunidades autónomas nos ayuden a que no se nos mueran.

JAES: la suerte de tenerle de su lado…

JC: Nosotros ayudamos y ya está, ¿no? ¿Quiénes somos para juzgar?

JAES: …a tan solo un prefijo de distancia…

JC: Es una llamada de teléfono. Nos hace felices a todos.

JAES: Gracias a la Asociación +34; y a José Carlos Rojo por investigar y contar esta historia. Esta ha sido una más de nuestras historias de Fuera del Radar… el podcast de periodismo narrativo que va más allá de la noticia. Soy José Ángel Esteban. Gracias por escuchar.

JAES: Fuera del Radar es un podcast narrativo producido por los periodistas de las cabeceras regionales del grupo Vocento. La coordinación general es de Carlos García Fernandez y Luigi Gómez Cerezo, que también han hecho la edición. La producción técnica es de Iñigo Martin Ciordia, el diseño sonoro y la mezcla es de Rodrigo Ortiz de Zárate y la dirección y producción ejecutiva de José Ángel Esteban.

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