Mbappé, en el banquillo ante Países Bajos

Ya es oficial. Kylian Mbappé será suplente en el partido que a partir de las 21:00 horas de este viernes enfrenta a Francia y Países Bajos en Leipzig. El astro de Bondy se ejercitó al margen del grupo el jueves en el RB Arena con una máscara protectora, pero Didier Deschamps no ve garantías y no quiere asumir riesgos innecesarios. La federación gala quiso mantener el hermetismo hasta última hora.

Habrá que ver si Mbappé tiene minutos en el partido más importante de Francia en la fase de grupos, el que va a determinar su liderato y el que podría evitar el lado fuerte del cuadro de la fase final de la Eurocopa. El nuevo jugador del Real Madrid intentó forzar hasta el final, pero aún no se ha adaptado bien a la máscara, que podía ser tricolor, con los colores de la bandera francesa, como la que usó en el entrenamiento previo.

Mbappé sufrió una fractura de nariz el lunes contra Austria y en primera instancia estaba completamente descartado para el partido ante Países Bajos. Sin embargo, su deseo de arriesgar y de jugar hizo pensar en la posibilidad del milagro. Pero tras conversar con el médico, Deschamps considera que es muy prematuro alinearle en un partido de enjundia como es el de esta noche en Leipzig y prefiere reservarle pensando en el próximo choque que cerrará el grupo ante Polonia e incluso en el cruce de octavos de final.

Parece que Deschamps sorprenderá con una novedad importante y bastante defensiva en el once, la presencia de Tchouaméni. El mediocentro del Real Madrid no compite por lesión desde el duelo semifinales de la Champions ante el Bayern de Múnich, el 8 de mayo. Su presencia adelantará la demarcación de Rabiot, un centrocampista que ocupará el hueco que dejará Mbappé. Otra medida de Deschamps de marcado carácter defensivo y bastante criticada.

Una buena noticia para el combinado de Ronald Koeman, toda vez que el nuevo jugador del Real Madrid les destrozó marcándoles a los Países Bajos nada menos que cuatro goles en los dos partidos de clasificación para la Eurocopa, con goleada para los galos en París (4-0) y triunfo más ajustado en Ámsterdam (1-2).

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