El UCAM logra con Marko Todorovic lo que ningún club había conseguido

Cosa del pasado parecía el mejor Marko Todorovic en la Liga Endesa. Tenía 26 años cuando, apenas terminado el contrato de su vida, uno por tres temporadas con el Khimki ruso, este pívot montenegrino de los que juegan con su cerebro a más velocidad que las piernas, regresaba al Joventut, de donde era canterano.

Badalona, donde el baloncesto cobra un mayor sentido romántico. El lugar perfecto para recomponer la ilusión rota en el Khimki. Todo lo contrario. Después de brillar con fuerza, promediando 10,9 puntos y 16,2 créditos de valoración, un club verdinegro que iba a más quiso retenerle, pero el Todorovic más práctico no guardaba lugar a los sentimientos. El baloncesto era su profesión, su carrera, corta, y, a mayor cantidad de dinero por menor esfuerzo, la decisión estaba clara.

En el que podía ser su mejor momento, Todorovic eligió China por delante de grandes de la Liga Endesa y Europa. Esa misma opción tan popularizada por jugadores en una etapa crepuscular de sus carreras. Desde entonces, solo dejó el gigante asiático para venir al Betis en 2021. Y diez partidos tardó en romper su contrato para hacer las maletas rumbo a Pekín.

Ayer, el UCAM anunció su renovación por una temporada con opción a una segunda. Como en Badalona y Sevilla, Todorovic había dejado un impacto inmediato en Murcia, a donde vino para suplir a un lesionado Birgander con quien promete hacer una pareja interior de alto voltaje. Fue el ‘MVP’ de febrero en la Liga Endesa y finalista para ser elegido mejor pívot de la Champions League.

Esta vez, ni China ni nada que no fuese Murcia para un jugador de carácter especial que ha sabido competir y disfrutar en un vestuario que le ha despertado una ilusión que llevaba tiempo sin sentir. Más concretamente, desde que en la temporada 2014-15 fuera el mejor pívot de la Liga Endesa jugando en Bilbao… y para Sito Alonso.

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