Una nueva casa en Lorca llamada Fortaleza Sound

Una nueva casa en Lorca llamada Fortaleza Sound

Sábado, 29 de junio 2024, 00:42

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La sensación de estar como en casa cobra un efecto todavía más poderoso cuando emerge alrededor de un nuevo entorno, sobre las coordenadas de una primera vez y en compañía de una multitud desconocida con la que sabes que quedarás conectado para siempre por el mero hecho de compartir algo tan extraordinario como es la música en directo.

Pues bien, esta codiciada impresión es la que lograron transmitir los pasos iniciales del Fortaleza Sound de Lorca, un festival recién llegado que, tras arrancar este último viernes de junio con los conciertos de Norte Perdido, Ruto Neón, Alec López, Adiós Noviembre, Álamo 51, Delafé y las Flores Azules, Labouns y Glas, llevados a cabo todos ellos en distintas plazas de la ciudad, aterrizaba pasadas las siete y media de la tarde sobre el firme suelo del Huerto de la Rueda. Un espacio tan amplio como acogedor donde se encuentran ubicados los dos escenarios principales con los que cuenta este evento primerizo, al cual, por cierto, no se le notó en ningún momento el clásico temblor y duda que puede acarrear la condición de novato.

Un estreno más que positivo donde tuvo mucho que ver la fortuna de contar con unos padrinos de la talla de los granadinos Lori Meyers, quienes ejercieron con maestría y arrojo su papel de grandes protagonistas del día.

Recuerdos activados

Si no supusiera una falta de respeto para el lector y para quienes me ofrecen la oportunidad de tratar de contar de la forma más honesta y cercana posible lo que mis ojos ven, mis oídos escuchan y mi corazón siente en este tipo de veladas, esta parte del texto podría finalizar de la siguiente manera: Lori Meyers siempre cumplen. De acuerdo, admito la ausencia de originalidad en esta afirmación, pero es la idea que reaparece con insistencia al término de cada uno de los conciertos a los que he asistido de una formación a la que el paso del tiempo, lejos de afectar en forma de incómodas arritmias u óxido insalvable, ha otorgado las dimensiones que reconocen a los grandes del panorama pop/rock de nuestro país.

Un éxito que se sustenta sobre los andamiajes de una discografía que se ha movido a lo largo de más de veinte años entre lo interesante (‘Espacios infinitos’, ‘Impronta’) y lo sobresaliente (‘Hostal Pimodán’ ‘Cronolánea’, ‘Cuando el destino nos alcance’), facilitando así un repertorio del que, incluso si nunca has sido especial seguidor, puedes tararear un ochenta por ciento. Tirando por lo bajo.

Y es que, el conjunto liderado por Antonio López (Noni), quien demostró una vez más en Lorca su condición de hipnótico e imparable ‘frontman’, luce en el directo ese nervio y brío que marca la diferencia y sube el listón. No te das cuenta y, de repente, ya estás dentro del torbellino que crean canciones como ‘Luces de neón’, ‘¿Aha han vuelto?’, ‘Seres de luz’ o ‘Tokio ya no nos quiere’; recordando aquellos trayectos a la universidad escuchando ‘Mi realidad’ y ‘Luciérnagas y mariposas’; la primera vez que oíste en vivo ‘Planilandia’ o ‘Emborracharme’ o lo mucho que te apetece regresar a ‘En la espiral’ después de reencontrarte con ‘Siempre brilla el sol’.

Es en el momento donde secas el sudor que baja alocado de la frente hasta el cuello, coges aire, estiras las piernas, tratas de recuperar las cuerdas vocales y enumeras la multitud de instantes en los que sus canciones fueron banda sonora cuando sabes que nunca te cansarás de volver a escuchar y ver en acción a Lori Meyers. Y todavía con más ilusión si siguen mostrando un nivel tan alto como el que desplegaron en el Fortaleza Sound.

Voz propia y universal

Unas horas antes, el festival ya había sumado un concierto por encima del notable gracias a Niña Polaca, banda que hace tiempo que se desprendió de la etiqueta de promesa de futuro para adquirir las contundentes formas de aplastante realidad. Sucedió tras la aparición de su segundo disco, un ‘Que adoren tus huesos’ que se ganó con creces su lugar entre los mejores trabajos publicados en 2023 y que eleva sus irresistibles condiciones en el fervor del directo. Se trata de un efecto entre lo natural y lo inevitable, ya que a nadie le puede sorprender que, junto a golpes ganadores como ‘La muerte de Mufasa’, ‘Madrid sin ti’ y la preciosa ‘Nora’, piezas recientes como ‘Dolores Rayo’, ‘Invierno de mierda’, ‘Lo que yo te he querido (pretérito perfecto)’, ‘Los días malos’, la joya de la corona polaca, y ‘Perdí los galeones’, cantada junto a Gabi Montes, vocalista de Sexy Zebras, terminen de alcanzar su mayor altura, rayando el infinito, cuando son interpretadas sobre el escenario con semejantes dosis de crudeza, alma, vísceras y pasión.

Un grupo que no da una línea por ganada, que pelea cada estrofa, revienta en cada estribillo y termina cantando victoria dejándose una voz que es, a la vez, propia y universal. Lorca conquistada. Que pase la siguiente ciudad, que esto no ha hecho más que empezar para Niña Polaca.

Ganas de más

Antes de terminar, hay que señalar que D’Baldomeros cumplieron de forma correcta con el siempre difícil reto de abrir el recinto, mientras que Amatria, el proyecto del ciudadrealeño Joni Antequera, evidenció que su propuesta sigue creciendo paso a paso con una de esas actuaciones que se disfrutan sin reservas, irradian vitalidad en cada tema y dejan con ganas de más.

Por cierto, si os ha ocurrido lo mismo con esta crónica, además de festejarlo enormemente por la parte que me toca, solamente me queda recordaros que la crónica completa de esta primera cita con el Fortaleza Sound está disponible para su lectura en la web de LA VERDAD. Allí nos vemos. Y en Lorca, claro.

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