Inesperada victoria de Russell gracias a la inmolación de Verstappen y Norris

Inesperada victoria de Russell gracias a la inmolación de Verstappen y Norris

David Sánchez de Castro

Madrid

Domingo, 30 de junio 2024, 14:50

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Dijo Alfredo Di Stéfano, cuando recogió el ‘Superbalón de Oro’, una frase que ya quedó para la historia: «No lo merezco, pero lo trinco». Algo similar le ocurrió a George Russell en el GP de Austria, ya que ganó una esperada carrera que se decidió por el mal perder de Max Verstappen y las dudas de Lando Norris. Un fallo de Red Bull en boxes fue el primer aleteo de mariposa en una prueba que quedó marcada por la pelea entre los grandes candidatos en la recta final. Norris acabó fuera de carrera y Verstappen quinto y castigado, en una cita que va a dar mucho de qué hablar en los próximos días.

Uno de los beneficiados de esta situación fue Carlos Sainz, que finalizó tercero en una carrera que se le puso cuesta arriba al comienzo, pero en la que supo esperar. Fernando Alonso, en cambio, no pudo aprovecharse de las circunstancias al final y finalizó en una pobre decimoctava posición. Lo mejor para el asturiano es que esta carrera ya es historia.

Con Verstappen yéndose sin remedio desde el primer metro, fueron los Ferrari los que pusieron picante a la salida. Primero, Charles Leclerc fue la víctima colateral de la pelea entre Sergio Pérez y Oscar Piastri, con tan mala fortuna que se tocó con su alerón delantero con la rueda trasera derecha del McLaren del australiano. El monegasco no fue en ningún momento con buen ritmo a partir de entonces, máxime cuando se vio peleando por no acabar último con Logan Sargeant y compañía.

Sainz también fue víctima, pero en este caso de su lucha con Lewis Hamilton. El heptacampeón del mundo se vio con opciones de quitarle el cuarto puesto al español cuando este estaba a punto de engancharse a la zona trasera del Mercedes de Russell. Lo que Hamilton no esperaba es que su rival se abriera más de lo previsto, por lo que le pasó por fuera de la pista y tuvo que decidir rápido qué hacer a continuación, porque se sabía sancionable. Así, al momento, dejó que Sainz le pasara, pero ya era tarde para el español: Russell se le había ido a más de tres segundos, más el tiempo perdido en defenderse de Hamilton. Las opciones de podio para el madrileño se complicaron sobremanera ahí, hasta el punto de que dio por bueno el cuarto puesto, vista la paliza que le iba a meter a su compañero. No esperaba heredar, ni mucho menos, un podio.

Mucho trabajo para los comisarios

El GP de Austria fue uno de mucho trabajo para los comisarios. Además de los incidentes de los Ferrari, Alonso fue uno de los que les hizo tomar una decisión clara. Y fue sencilla y rápida de asumir, porque el asturiano erró como si fuera un novato. Estaba peleando por adelantar a Zhou Guanyu cuando se lo llevó puesto. Literalmente: el español se pasó de frenada y embistió al chino. Poco que protestar ahí y le endosaron diez segundos.

También fueron sancionados otros pilotos, como un Hamilton al que pillaron pisando la línea blanca continua de entrada a boxes o un Sergio Pérez que fue rápido en el único punto donde no debe, el pitlane. Cinco segundos para cada uno, nada que protestar. Mucho más en duda está que salvaran a Verstappen, cuya salida insegura de boxes fue claramente castigable y que, para sorpresa de casi todos, se quedó en nada.

Tampoco fue castigado Esteban Ocon, totalmente sobreexcitado para sorpresa de Alonso, que lo sufrió en sus carnes, y de Pierre Gasly, al que echó de la pista. Nunca fue buen compañero, ni con el primero cuando lo eran ni con el segundo actualmente. Y como ya le han echado de Alpine, nada más pueden hacerle.

Cuando la pelea de Alpine ponía a los espectadores emocionados, ocurrió lo impensable: Red Bull falló en boxes. Una mala parada de Max Verstappen porque la pistola de la rueda trasera izquierda no funcionó, lo que hizo que tardase 6,5 segundos en una parada que suele rondar los dos. Fue maná del cielo para Norris, que empezó a creer que podía lograr la victoria.

Cuando ambos salieron de nuevo a pista con neumáticos en idéntica vuelta, cuchillo entre los dientes para el de McLaren y los mejores momentos de la carrera. Sobre todo porque acabó con lo inesperado: Verstappen, fuera y Norris también.

El neerlandés desplegó sus artes más sucias para defender la posición frente a su rival. Zigzagueó para no ser adelantado, le echó de pista, le tocó. Y Norris, como buenamente pudo, también le enseñó los dientes, pero fue la víctima en esta batalla. En uno de los toques que se dieron, su McLaren acabó fuera de pista, con una rueda reventada y el coche con problemas para regresar a boxes. Aunque los comisarios sí decidieron sancionar a Verstappen por provocar el accidente, con diez segundos, y entró a boxes, el neerlandés puede dar por bueno el quinto puesto final.

La alegría que se llevaron los que precedían a Verstappen y Norris en forma de podio fue tan grande como inesperada. Russell heredó el primer puesto hasta el final, mientras que Piastri olió ‘sangre’ y aprovechó que tenía a Sainz muy cerca para quitarle el segundo lugar. El español dio por bueno el podio. Fue el colofón a un fin de semana intenso, con una carrera memorable y que dará mucho de qué hablar.

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