Hamilton se reencuentra con la victoria en un memorable GP de Gran Bretaña

Hamilton se reencuentra con la victoria en un memorable GP de Gran Bretaña

David Sánchez de Castro

Domingo, 7 de julio 2024, 18:17

Opciones para compartir

Sonó el ‘Dios salve al Rey’ en Silverstone, aunque esta vez también supuso una metáfora para el auténtico emperador del trazado británico por excelencia. Lewis Hamilton, dos años y medio después de aquel memorable GP de Arabia Saudí de 2021, volvió a ganar para poner su 104ª muesca en el revólver de victorias, en una carrera que peleó contra viento y marea, con complicaciones desde el principio y tras superar todo. Sus lágrimas brotaron como una cascada según entró en meta y no es para menos: quizá sea el broche final, su última victoria, con Mercedes antes de dar el cambio a Ferrari en 2025. Tras él acabaron un combativo Max Verstappen, siempre por encima de lo que se espera, y un Lando Norris que vuelve a salir derrotado con él, y esta vez en justa y limpia batalla.

Los españoles acabaron mejor de lo que empezaron, pero peor de lo que les gustaría. Carlos Sainz esquivó la bala de la estrategia de Ferrari, cosa que no hizo su aún compañero Leclerc, y finalizó en una más que decente 5ª plaza, con el punto extra de la vuelta rápida lograda al final. Fernando Alonso, 8º, también dio por bueno el resultado, aunque en Aston Martin no estuvieron finos desde el muro. Visto cómo fue la carrera, bien lo hubieran firmado desde la tensa pero razonablemente tranquila arrancada.

Salida: ‘Blando’ Norris intenta sacar la cabeza

En una salida más que calmada, lo más reseñable por arriba fue que Max Verstappen apenas tardó en quitarse de encima a un Lando Norris que no tuvo en ningún momento opciones para defenderse. El de McLaren, como muchos otros, apostó por la eventual lluvia que amenazaba desde antes de la arrancada, por lo que no buscó perseguir a Russell y Hamilton, que desde el primer momento se escaparon.

Más complejo fue lo que pasó por detrás, con Fernando Alonso como invitado inesperado de un toque que tuvo Alex Albon (que salía por delante) con su propio compañero, que impidió al asturiano a ganar posiciones. ‘Pecata minuta’ para lo que vendría después. Y es que todos estaban pendientes de la lluvia. Desde la misma salida, todos los equipos iban avisando de lo que podía pasar, porque una nube negra se avecinaba por la lontananza.

Fue en torno a la vuelta 15 cuando, con la llegada de las primeras gotas, cambiaron las tornas. Verstappen empezó a sufrir severamente. Norris sacó los redaños que le faltaron en Austria para pasarle con relativa comodidad, algo que dejó entrever que el de Red Bull tenía problemas serios para mantener el coche en pista. Pero no solo él, sino también los Mercedes, que habían logrado aguantar hasta que la lluvia hizo su aparición.

Ferrari se la lía a Leclerc, Red Bull, a Pérez y Aston Martin a Alonso

Saber cuándo debían entrar en boxes para poner las inevitables ruedas intermedias fue clave. A algunos les costó demasiado apresurarse de más, como les pasó a Ferrari con Leclerc y a Red Bull con Pérez. En ambos casos, metieron neumáticos intermedios en cuanto las primeras gotas cayeron en la pista mientras que había que esperar unas cuantas vueltas, como demostró el resto. Ambos quedaron hundidos hasta el final de la carrera.

No fue hasta que empezó a caer con más fuerza cuando se barajaron arriba. Norris y Piastri se quitaron de encima a los Mercedes, con Verstappen pescando por el camino. Carlos Sainz también intentó seguirles, pero se vio por detrás. Especialmente cuando llegó la nube, esta sí, que obligó a poner neumáticos intermedios a todos.

Se entró en una fase de carrera en la que cambió la mirada de todos los estrategas: ahora había que ser muy cauto para saber cuándo poner los neumáticos de seco. Y es que la lluvia que arreció sobre Silverstone duró poco más de 15 vueltas, hasta que rondando las 20 para el final se empezó a intuir que se podía volver al plan inicial. Pero antes, un nuevo viraje de timón: George Russell, el poleman, se veía obligado a abandonar a orden de su equipo tras sufrir un problema de presión de agua. No deja de ser irónico que fuera este líquido elemento el que le hiciera abandonar.

No fue una carrera sencilla desde el punto de vista estratégico. Quitando a Ferrari, que lo previsible es que se equivoque, y Red Bull con Pérez, que le destrozaron sus opciones (las pocas que tenía) de puntuar, el resto de equipos tuvieron que sudar mucho. Por ejemplo, tampoco Aston Martin dio con la parada óptima con Fernando Alonso, ya que perdió más de ocho segundos en pista por parar una vuelta más tarde de lo que debía. Tampoco McLaren tuvo las de ganar con ninguno de sus dos pilotos, porque esperar demasiado les costó no solo la victoria con Norris, sino el podio con Piastri.

Las lágrimas de Hamilton

En este sentido el gran ganador arriba fue Lewis Hamilton, que no soltó el primer puesto cuando pudo quitarse de encima a Norris gracias a un ‘undercut’ en pista clave, permitiendo que se pusiera primero a falta de poco más de ocho vueltas. Cuando Verstappen salió a pista detrás de Norris pero en mejores condiciones para el final (neumáticos más duros) con sol ya en el cielo, muchos creían que el británico iba a tomarse venganza de lo ocurrido en Austria. Nada más lejos: ‘Blando’ Norris se ganó su apelativo una vez más después de dejar que el neerlandés le pasara, sin ningún amago de resistencia.

Empezó así una recta final de carrera en la que todo estaba escrito para que Hamilton ganara. Verstappen intentó atacar, pero restaban ya pocas vueltas y no merecía la pena abrasar más los neumáticos. No en vano, el segundo puesto le permite salir de Silverstone más líder aún, toda vez que su primer perseguidor, Norris, fue 3º.

El protagonismo, más que merecido, fue para Lewis Hamilton. No estalló a llorar hasta que, llevado en volandas por el público volcado con su ídolo, cruzó la meta. Se convertía no solo en el piloto con más victorias en un mismo Gran Premio, 9, sino en el que más tiempo ha estado ganando: entre su primera victoria, en Canadá 2007, y esta han pasado 17 años y 27 días. Junto a él en el podio comparecieron un Verstappen que, como buen carrerista, dio por bueno este 2º puesto y un Norris hundido, consciente de que se le ven las grietas constantemente y que quizá no vuelva a tener oportunidades así para ganar.

Enlace de origen : Hamilton se reencuentra con la victoria en un memorable GP de Gran Bretaña