Así se convierte una habitación infantil en un estudio de gamer

Así se convierte una habitación infantil en un estudio de gamer

La transformación tiene tres objetivos claros en la cabeza de Amanda: un escritorio más grande que no sólo le permita estudiar, sino también jugar con comodidad; nuevos espacios de almacenamiento en los que ocultar todo lo que molesta visualmente, y un sistema que le permita tener todo a mano sin descuidar el orden.

Jugar, dormir y almacenar

La primera idea que tienen Yuste y Óscar es separar tres zonas bien diferenciadas en la habitación, atendiendo a las tres funciones imprescindibles que debe permitir. Hay que medirlas, trazarlas y repasar las actividades que se desarrollará en cada una.

El centro de la sala será el almacenaje. Además de estructurar el espacio, tendrá que servir para mantener en orden toda la ropa, permitiendo un acceso rápido y cómodo. Separará la cama, que se gira en horizontal para dar amplitud a la estancia, de la zona de escritorio.

El primer comodín para ampliar esos metros de almacenaje tan necesarios es la cama, que descansa sobre un canapé capaz de esconder buena parte de lo que antes ocupaba casi todos los cajones disponibles. Tanto los cajones para cama, como los canapés abatibles, son una forma práctica de convertir el espacio de descanso en un hueco extra para sábanas y edredones, bolsas de ropa de temporada, y cajas para gorras y sombreros, y para todo lo demás que no se usa continuamente.

Para aprovechar la verticalidad sin saturar la estancia visualmente, se ha utilizado una estructura de estanterías sin puertas con una base de cajones. Los sistemas de almacenaje abierto son ligeros a la vista y versátiles en su funcionalidad, gracias a la variedad de módulos que permiten combinar. Incluso, como en este caso, pueden completarse con carritos auxiliares para hacer más ligero el trasiego de objetos de un lugar a otro en el momento de cada actividad.

Abriendo camino al streaming

A Amanda le gustaría ser streamer pero todavía no se ha atrevido. En su nueva zona de juego no va a encontrar ninguna excusa que limite esas ganas de crecer y probar cosas nuevas que todo el mundo sabe que le van a encantar. Por eso, más allá de su mesa, su silla, sus cascos… Su nuevo entorno profesional necesita recursos y ambientes adecuados para optimizar todas las posibilidades.

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