Las decenas de maceteros preñados de plantas de marihuana que los guardias civiles encontraron en las habitaciones de una finca de San Javier, dieron nombre a la operación con la que los agentes incautaron 40 kilos de cogollos y 1.500 plantas de marihuana de 176 kilos de peso casi listas para su recolecta y venta.
En ‘Macetos’, que así se llamó el operativo de la Benemérita contra el cultivo y elaboración de drogas en el municipio costero, tres hombres fueron detenidos, los hermanos Francisco y José Luis J. C., y Adán T. I. . Eran, supuestamente, los encargados de custodiar con celo el ‘vergel’ de marihuana.
Y tanto afán tenían en su labor de protección que se armaron hasta los dientes con una carabina, y dos escopetas, una de ellas una Winchester del calibre 12, con los cartuchos dispuestos para disparar en caso de urgencia. Y el caso de emergencia principal y el más común en las vigilancias de plantaciones de cannabis es la visita sin invitación previa de otros traficantes también armados para robar las matas rebosantes de TCH (principal compuesto psicoactivo del cannabis). Esos encuentros suelen acabar como cualquier película de la saga ‘La jungla de cristal’, a tiro limpio, aunque sin las notas de humor de Bruce Willis.
Investigadores del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de San Javier controlaban desde hacía un tiempo las dos viviendas de la misma finca en el paraje de Los Hernández. Sospechaban que un grupo de personas asentadas en Murcia y en el sur de Alicante, las utilizaban para el cultivo masivo, manipulación y posterior tráfico de marihuana.
Cogollos de marihuana y armas.
GC
En las vigilancias que realizaron, los agentes notaron en los alrededores de la finca un tufo a ‘maría’ que tiraba para atrás, y así lo reflejaron en el atestado que remitieron al juzgado de Instrucción número 3 de San Javier que llevó el caso.
Los informes que la compañía eléctrica les envió sobre el consumo energético que tenían las propiedades les aclaraba bastante las sospechas de los investigadores sobre la producción de marihuana a gran escala.
El documento confirmaba que en las dos casas se estaría cometiendo un fraude de fluido eléctrico, al alcanzar hasta seis veces el consumo de una vivienda media y no tratarse de un local comercial, algo que podría justificar el alto consumo. «Se evidencia la existencia de una fuente principal necesaria de un elevado consumó, como una supuesta plantación de marihuana ‘indoor’ en el interior del lugar de estudio», concluía el informe, al que acompañaban gráficos de consumos fraudulentos por días y horas, superiores a 60 kW.
Además, señalaba que las horas de mayor consumo estaban comprendidas entre las 18 horas y las 10 horas, y las de menor consumo correspondientes a las diurnas «por ser menos necesaria la luz y calor solar», apuntan las diligencias de la Guardia Civil a las que LA VERDAD ha tenido acceso.
El calor de los tonos rojos
Para confirmar sus conjeturas, entraron en escena los drones de la Benemérita. Uno de estos dispositivos, preparado para volar en casi cualquier condición meteorológica y en modo silencioso para hacer vigilancias sin ser detectadas, iba armado con cámaras de visión nocturna y térmica, capaces de detectar los cambios de temperatura.
Las imágenes térmicas de un dron identificó las dos casas registradas.
GC
La aeronave no tripulada voló por encima de la finca y detectó el pasado 3 de junio, entre las seis y las siete de la mañana, «un gran consumo energético producido por un foco de calor en el interior, como consecuencia de la instalación eléctrica compatible con un cultivo de marihuana ‘indoor’». Las imágenes obtenidas por el Equipo de Drones no dejaban lugar a dudas. Los tonos rojos sobre el blanco y negro indicaban las superficies del interior de la casa que tenían una temperatura superior a la normal.
«Existen sospechas fundadas de que en el interior de la vivienda se puede encontrar sustancia estupefaciente, así como material para su preparación y distribución. Los investigados no tienen ingresos económicos conocidos y la finca objeto de la medida desprende olor a marihuana», escribieron los investigadores al juzgado para solicitar la entrada y registro de la finca. Con la autorización en el bolsillo, el operativo se realizó a las nueve de la mañana del pasado 7 de junio.
Saltando por los muros
Medio centenar de agentes, armados y protegidos, entraron a las casas y encontraron lo que iban buscando: dos invernaderos con más de mil plantas de marihuana y avanzados dispositivos de iluminación, calefacción, riego y ventilación. Además, se toparon con 40 kilogramos de marihuana en cogollos preparados para su venta e incautaron dos turismos y tres armas largas. Todo ello protegido con un sofisticado entramado de cámaras de vigilancia y puertas de seguridad.
Uno de los cuidadores de la droga, al verse descubierto, intentó huir saltando tapias y atravesando por las parcelas colindantes. Pero el Equipo de Drones volvió a actuar y las aeronaves observaron desde el aire su fuga desesperada. Quedó cercado y resultó detenido.
Finalmente, los tres integrantes del grupo, fueron arrestados en esta investigación, que la Guardia Civil mantiene abierta, como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal, cultivo y elaboración de drogas, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico.
«Las plantaciones de ‘maría’ eran suyas, pero las armas no»
Eduardo Romera
El abogado Eduardo Romera, que defiende los intereses de dos de los tres arrestados, afirma que las plantaciones pertenecían a sus clientes, pero las armas de fuego que la Guardia Civil encontró en las viviendas registradas no eran suyas. «No sabían ni siquiera que estaban allí, porque estaban en otra estancia a la que ellos no accedieron». Sus dos representados no tienen antecedentes e hicieron una confesión parcial de los hechos, algo que el letrado entiende que será una atenuante en la futura petición de penas por parte de la Fiscalía. «Además, son consumidores de sustancias estupefacientes, algo que hay que tener en cuenta en el caso». Los acusados fueron puestos en libertad tras prestar declaración en los juzgados de San Javier y ante la continuación de la investigación Romera opina que el asunto puede dilatarse varios años.

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Enlace de origen : El 'vergel' de marihuana cazado a vista de pájaro en una finca de San Javier