Martes, 16 de julio 2024, 02:00
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Primero fue el viejo edificio Lagoymar, y ahora le toca el turno a la galería comercial adherida al complejo hotelero creado en los años setenta. Las últimas inspecciones han detectado el peligro de derrumbamiento de los locales comerciales que se encuentran enfrente del hotel Doblemar, al otro lado de la Gran Vía de La Manga, donde ocupan una superficie de 2.695 metros cuadrados. La Policía Local vigila la zona para evitar la entrada de personas debido al riesgo de desplome, ya que los inspectores han comprobado que han cedido los forjados.
El Ayuntamiento de San Javier ha contratado ya a una empresa para que, la próxima semana, inicie los trabajos de desmontaje de los nueve primeros locales, declarados en estado de ruina inminente. «Se encuentran en una situación muy peligrosa y es necesario evitar cualquier accidente», afirma el concejal de Urbanismo, Antonio Martínez. Los nueve locales situados en primera línea de mar serán los primeros en desaparecer, pero el edil asegura que los otros 40 locales existentes se encuentran en mal estado y con informes que los declaran en estado de ruina, a la espera de que los técnicos los clasifiquen como de ruina inminente.
El coste de los trabajos de derribo de los 9 locales y la evacuación del material se elevará a 40.000 euros, que se financiarán con fondos municipales, aunque el Ayuntamiento procederá después a cobrar el importe a los propietarios. Según la información municipal, la galería comercial pertenece en un 60% a la familia Roc, propietaria del hotel Doblemar, y el resto tiene como titulares a pequeños propietarios y alguna sociedad financiera.
Los dueños presentaron en el Consistorio un plan de rehabilitación, pero la inspección municipal determinó la necesidad de derribo de los locales debido a su avanzado deterioro.
Hace al menos diez años que funcionaron por última vez algunos de los locales, que se encuentran conectados por un túnel subterráneo con el hotel Doblemar, aunque este paso bajo tierra se encuentra clausurado, según afirma el concejal.
Este recinto comercial abandonado acumulaba viejos muebles y grafitis, utilizado como vertedero. El procedimiento para el derribo y el posterior cobro de los costes será parecido al que el Ayuntamiento ha seguido para eliminar el edificio Lagoymar, ya desaparecido del paisaje de La Manga. El siguiente paso será proceder al reembolso de los gastos de demolición de la torre, que con la evacuación de los desechos y las medidas de seguridad ascenderá a una cuantía de un millón de euros aproximadamente, según calcula el edil.
Primero se reclamará al propietario, el abogado Tomás Maestre, el importe en fase voluntaria y, si no reintegra los fondos a las arcas municipales, se procederá a la reclamación ejecutiva. Como última opción, el Ayuntamiento podrá sacar la parcela de 22.000 metros cuadrados de uso hotelero a pública subasta y, si queda desierto, adjudicársela para después venderla.
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Enlace de origen : Derribarán nueve locales de la galería comercial de La Manga en ruina inminente
