Lunes, 22 de julio 2024, 14:18
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La pala ha comenzado este lunes a derribar los nueve locales comerciales en riesgo de ruina inminente, situados frente al hotel Doblemar de La Manga. En dos días, las máquinas convertirán en escombros la parte de la galería en peor estado, las edificaciones orientadas hacia la costa mediterránea cuyas estructuras habían ya cedido y corrían peligro de derrumbe. A partir del miércoles, las tareas consistirán en la evacuación de los cascotes para despejar este entorno próximo a la playa. El Ayuntamiento de San Javier ha tenido que contratar los trabajos de demolición ante el desacuerdo entre los propietarios para iniciar las obras, a pesar del riesgo que entrañaban para la seguridad y el estado insalubre de estos locales abandonados hace décadas, que se habían convertido en un vertedero de muebles.
Igual que pasó con el desmontaje del viejo edificio Lagoymar, propiedad de Tomás Maestre, de nuevo serán las arcas municipales las que tendrán que hacer frente a los gastos de demolición, unos 40.000 euros, para después iniciar un proceso de cobro a los propietarios.
La factura total se elevará sin embargo por encima de los 100.000 euros, ya que el Ayuntamiento prevé declarar en estado de ruina inminente antes de final de año los otros 40 locales del antiguo centro comercial, construido en los años setenta. La última reunión de propietarios, celebrada el pasado viernes, terminó sin un acuerdo sobre la financiación del derribo, que ya se ha convertido en un deber ineludible para los titulares, una vez que el Ayuntamiento ha intervenido de forma subsidiaria para evitar accidentes. «Es una obligación de la propiedad mantener la conservación y la seguridad de la edificación», indica el concejal de Urbanismo, Antonio Martínez.
No es la primera vez que el expediente de ruina tropieza con la resistencia de los propietarios, entre los que figura la familia propietaria de la cadena Roc Hoteles con alrededor del 60%, más otros pequeños propietarios y algunas sociedades de activos inmobiliarios. Desde que el Ayuntamiento inició el expediente de ruina, en 2019, los titulares han recurrido hasta llegar al Juzgado de lo Contencioso Administrativo, que consintió el mantenimiento de parte de la galería ante la existencia de un proyecto de reconstrucción, que jamás se llevó a cabo.
«Cuando hay una situación de ruina, todo el entorno se devalúa», advierte el edil. Con la eliminación de la vieja galería, el concejal afirma que «la zona tendrá otra vida y recibirá un impulso a nivel comercial». Asegura que el Ayuntamiento impulsó la modificación de la norma subsidiaria para la reurbanización de este entorno, con el trazado de los viales y la ampliación de la Gran Vía, para redefinir este núcleo turístico.
Con la eliminación de los viejos locales, la parcela de 3.700 metros cuadrados que ocupan, más 1.600 metros cuadrados de zonas comunes, tendrá otro futuro con fines comerciales. Los dueños tendrán que costear también los gastos de urbanización y la construcción de la futura galería comercial.
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Enlace de origen : Empiezan a demoler la galería comercial en ruina de La Manga sin el acuerdo entre los propietarios
