Cómo saber qué insecto te ha picado: así son sus picaduras

Cómo saber qué insecto te ha picado: así son sus picaduras

Natalia Moreno

Lunes, 22 de julio 2024, 20:23

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Con la llegada del verano es frecuente observar un aumento en el número de insectos que se encuentran tanto en las casas como fuera de ellas. Muchos de estos pequeños animales causan picaduras o mordeduras debido, entre otras cosas, a la atracción que sienten hacía algunas sustancias químicas, como el ácido láctico, que emana del sudor. Esto se une a la crecida del número de actividades en entornos naturales como piscinas, campos o playas, donde es posible volver con alguna sorpresa en la piel.

Avispas, arañas, mosquitos, garrapatas y otros insectos son los protagonistas de las calurosas jornadas, que dejan molestos bultos con picazón. Generalmente, no suelen suponer un peligro para la salud, pero hay que llevar especial cuidado con alguno de los picotazos de estos insectos porque son portadores de enfermedades como la de Lyme en las garrapatas. Por ello, resulta imprescindible reconocer el origen de las pequeñas heridas y aplicar el tratamiento correspondiente.

Abejas y avispas


Una abeja y una avispa.


Pixabay

Estas son los únicas que pican de forma activa. En el caso de las abejas, estas tienen un aguijón arponado que al pinchar queda incrustado en la herida junto a parte de su abdomen y causa la propia muerte del insecto. Por su parte, las avispas tienen un aguijón liso que no queda clavado en la piel, por lo que puede producir picaduras múltiples y sucesivas.

Es posible reconocer estas heridas por el edema que causan, es decir, una hinchazón localizada. También se suele apreciar a simple vista el pequeño punto que dejan los aguijones. La inflamación suele ceder en menos de 24 horas, aunque según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, estas picaduras podrían causar anafilaxia con síntomas que van desde los vómitos, debilidad, confusión o pérdida de consciencia.


Un mosquito picando.


Pixabay

Estos destacan porque su sustancia tóxica es la saliva, no inoculan veneno como tal. Sus heridas se reconocen por enrojecimiento de la zona e hinchazón que se transforma en una pápula, es decir, un pequeño bulto elevado y sólido con un borde definido que se observa con facilidad. Si esto no te ayuda a reconocer el picotazo, también puedes saberlo fijándote es si hay una o más pápulas juntas, ya que los mosquitos suelen picar una sola vez.


Una pulga.


LV

Las picaduras provocadas por este tipo de insecto tienden a ubicarse en la parte inferior de las piernas o los pies, formando grupos de protuberancias con un halo de color rojizo. Generalmente, también aparecen pápulas en filas o en grupo. Por lo que son fácilmente identificables con respecto a los picotazos de otros tipos.


Una araña.


Pixabay

Según el manual de Manejo Práctico de las Picaduras de Insecto en Atención Primaria, en el medio natural de España sólo hay tres especies de arañas con peligro potencial para el ser humano y que no pican, sino que muerden. Estas son la viuda negra, la araña marrón y la tarántula europea.

Estas dos primeras habitan en la cuenca mediterránea y sus picaduras causan sarpullido con picazón y un halo rojizo. Además, también se caracterizan por la aparición de dos pequeños puntos violáceos con una separación de menos de seis milímetros. Por su parte, la tarántula europea causa picaduras muy doloras pero sin una característica concreta.

Garrapatas


Una garrapata sobre la piel.


Pixabay

Las garrapatas son, junto a los mosquitos, uno de esos insectos portadores de enfermedades. Estas se fijan a la piel del huésped y resulta difícil quitarlas. Para ello, se recomienda arrancarlas mediante pinzas sin apretar demasiado hasta que la garrapata se suelte sola. Es importante no tirar de ella ni retorcerla, ya que pueden quedar restos del insecto dentro de la piel. Sus picaduras causan bultos elevados con ‘escamas’ o costras negruzcas producidas por rascarse, que pueden derivar en una infección.


Una chinche sobre la piel.


AP

Las erupciones que causan estos mosquitos se deben a una reacción alérgica. Las zonas afectadas pueden presentar ampollas o urticaria en zonas expuestas del cuerpo. Las chinches pican durante la noche y provocan bultos agrupados dispuestos en zigzag, que escuecen y pueden causar infecciones en los casos donde se rasca demasiado.

Escolopendras y escorpiones


Una escalopendra y un escorpión.


LV

Las escolopendras provocan lesiones por mordeduras. Estas se caracterizan por dos punciones hemorrágicas rodeadas de un halo color rojizo. Son heridas dolorosas y que pueden causar tanto inflamación como infección en los canales linfáticos.

Por su parte, los escorpiones pueden producir picaduras dependiendo del tipo que sean. El escorpión amarillo o alacrán, extendido por toda la Península Ibérica, causa bultos rojizos centrados por un punto necrótico y un dolor intenso en toda la extremidad. En cambio, el escorpión negro con su picadura provoca pápulas con ampollas llenas de líquido seroso transparente.

En cualquier caso no hay que alarmarse, ya que no suelen tener consecuencias graves. Igualmente, es recomendable siempre desinfectar la zona y aplicar frío local para bajar la inflamación y si surge alguna complicación o duda se aconseja acudir al centro de salud.

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