El catedrático de la UMU niega que vinculara el origen de la anoxia de 2021 a averías o mal funcionamiento de las depuradoras o saneamientos del Mar Menor
Miércoles, 24 de julio 2024, 01:13
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El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, Ángel Pérez Ruzafa, desmintió ayer las afirmaciones sobre el origen de la anoxia de 2021 en la laguna que le atribuyen la Fundación Ingenio y Vox, que tergiversaron unas declaraciones del experto durante su comparecencia en la comisión de la Asamblea Regional que estudia la reforma de la ley del Mar Menor. Ambas organizaciones han afirmado en los últimos días que el investigador imputó este evento a una «avería» de las «estaciones de bombeo de las depuradoras» o responsabilizó «al deficiente saneamiento de la mortandad de peces», como aseguró el líder regional de Vox, José Ángel Antelo.
El científico señaló que esta anoxia se produjo por el «mal funcionamiento de las estaciones de bombeo y una ineficiente, en aquel momento todavía, retirada de biomasa». Esto propició «que se produjeran esos efectos de acumulación de materia orgánica. Y, en un momento determinado, el fósforo fue especialmente alto y entonces se produjo las masas de hipoxia». En declaraciones a LA VERDAD, Ruzafa niega que se refiriese a la actividad de las depuradoras como foco del problema y sí a los parones que sufrió la estación de bombeo de la rambla del Albujón, que no guarda relación con la gestión de aguas residuales. «En los últimos años, las veces que ha dejado de funcionar esa instalación se ha notado casi inmediatamente en la calidad de aguas del Mar Menor. Pero eso afecta básicamente a las entradas de nitrato y a la salinidad. Esto demostraría, más bien, la importancia de este nutriente en el proceso de eutrofización y no lo contrario», afirma.
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Al científico no le resulta «raro» que se pretenda atribuirle declaraciones «que nunca he dicho, y por eso siempre remito a los informes que hemos elaborado». El principal problema de estas situaciones, define Ruzafa, «es la confusión que se genera, en la sociedad y en los gestores. De hecho, aludí explícitamente a eso en mi declaración ante el comité de la Asamblea». Esa confusión, asegura, solo conduce a que los problemas «no se planteen de forma adecuada y, por tanto, que no se apliquen las soluciones propuestas».
En un comunicado emitido ayer, Vox relacionó indirectamente el funcionamiento de la estación de bombeo del Albujón que mencionó Ruzafa con el vertido de aguas residuales a través de este tipo de infraestructuras y en momentos de pequeñas lluvias. Sin embargo, dicha estación no tiene relación con el uso de depuradoras ni con saneamientos; sólo capta agua del Albujón para desviarla.
Ruzafa apunta que el origen de los eventos de hipoxia de 2019 y 2021 «es completamente distinto». En 2019 la entrada masiva de agua como consecuencia de la DANA no solo aportó una gran cantidad de nutrientes y materiales en suspensión, argumenta el catedrático, «sino que formó una capa de agua dulce superficial que flotaba sobre el agua mas salada del Mar Menor». Esto cortó la difusión y mezcla de oxígeno desde la atmósfera, redujo la producción de oxígeno por parte de la vegetación y se consumió el oxígeno de la capa profunda debido a la respiración por parte de la fauna y la degradación de la materia orgánica. «El viento que sopló esos días desde el norte arrastró la capa superficial que al hundirse en el sur empujó la capa anóxica profunda que afloró por la zona norte, provocando la mortandad de peces», recuerda.
«Lo que ha venido ocurriendo desde entonces», continúa, «es que el nivel freático ha ido subiendo de forma continuada, debido a la falta de extracción de agua, el aumento en la frecuencia de lluvias torrenciales». Esto ha supuesto que el nivel freático se sitúe ya en la cuenca vertiente muy por encima del nivel del mar, «afectando ya a la interacción con las aguas de caseríos o localidades alejadas de la costa y que la presión que ejerce se traduzca en un incremento continuado de la entrada de aguas y nutrientes que ahora lo hacen superficial y subsuperficialmente, de forma difusa y por numerosos puntos de la ribera interna de la laguna». Es, debido a estas entradas, por lo que el fósforo «ha vuelto a dejar de ser limitante de la producción biológica en momentos puntuales, habilitando mayores cantidades de nitrato, lo que se traduce en el incremento de episodios de crisis distróficas como la de 2021, con eventos de hipoxia y mortandad de organismos cuando las condiciones climáticas, especialmente en los meses de verano, actúan sinérgicamente», concluye.
Un «juego» político
El investigador incide a este periódico que «estos juegos de unos y otros, por ambos extremos, y desde distintos ámbitos, son la principal causa de la situación en la que sigue el Mar Menor». Para él han pasado ya ocho años de la crisis de 2016 y casi 30 años desde que «diagnosticamos el problema» (el primer informe que centró las causas en los vertidos por la rambla del Albujón es de 1995). Desde entonces, «las cosas no han hecho sino empeorar por tomar decisiones erróneas (como desmontar el salmueroducto en lugar de darle el uso adecuado o medidas que han conducido a la reducción de la extracción del agua del acuífero)«. El catedrático termina subrayando que, ahora mismo, »la política y sus estrategias están en contra de la gestión, y ese es un mal camino«.
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Enlace de origen : Ruzafa desmiente a la Fundación Ingenio y a Vox por el bombeo del Albujón
