Quién gana y quién pierde con la nueva jubilación activa

Quién gana y quién pierde con la nueva jubilación activa

Viernes, 2 de agosto 2024, 07:25

Opciones para compartir

Las últimas medidas que faltaban para culminar la reforma de las pensiones acordadas entre el Gobierno y los agentes sociales el pasado miércoles traerá, por norma general, mejoras para la mayoría de los trabajadores, pero también conllevará algún perjuicio. Los grandes perdedores de los cambios que implicará la nueva norma en lo referente a la jubilación activa serán los autónomos que tienen trabajadores a su cargo, que según la actual legislación podían comenzar a cobrar el 100% de su pensión y seguir al frente de sus negocios a partir del primer año de cumplir la edad ordinaria de retiro y ahora tendrán que esperar cinco años.

El resto de trabajadores ganará más pensión que ahora cuando entren en vigor las nuevas reglas –previsiblemente no antes de 2025– pero a partir del segundo año. El primero tienen un pequeño recorte. La cuantía inicial de la pensión de jubilación compatible con el trabajo será 5 puntos porcentuales inferior a la que conseguirían ahora, puesto que con la ley actual los trabajadores asalariados o autónomos que se jubilan y siguen con su empleo o actividad cobran a partir del primer año la mitad de su pensión. La nueva ley reduce este porcentaje al 45% pero, sin embargo, en lugar de mantenerlo durante toda la jubilación activa –como sucede ahora–, lo va elevando progresivamente: el segundo año se incrementa al 55%; el tercero, al 65%; el cuarto crece al 80% y, a partir del quinto, cobrarán ya la pensión completa, un privilegio que hasta ahora estaba reservado a los autónomos con empleados.

Sin embargo, rebaja los requisitos para acceder a la jubilación activa al eliminar la obligación de tener una carrera de cotización completa. Esto permitirá a muchas mujeres –que ahora no daban este paso porque no podían– jubilarse y seguir con su empleo o negocio, puesto que por regla general ellas tienen unas carreras de cotización más cortas. A partir de ahora, solo necesitarán 15 años de trabajo, los que se exigen para cobrar una pensión contributiva, y no precisen complementos a mínimos.

Otro gran beneficio que incrementará de forma considerable la pensión de estos trabajadores es que podrán acumular a partir del primer año de jubilación activa los incentivos por demorar la jubilación, de forma que su pensión crecerá un 4% anual. Además, cada enero su porcentaje de pensión se irá revalorizando anualmente con el IPC, igual que hacen el resto de prestaciones contributivas.

Por su parte, los autónomos que tengan al menos un trabajador contratado con carácter indefinido y con una antigüedad mínima de 18 meses, o bien realicen una nueva contratación, percibirán un 75% de la pensión a partir del primer año en lugar del 100% que cobrarían ahora.

Más gasto para el sistema

Sin embargo, ellos podrán sumar, además del 4% anual por demorar el retiro (o el pago de un cheque de hasta 12.000 euros al año en el momento de su jubilación completa), 5 puntos porcentuales por cada doce meses de actividad profesional ininterrumpida, de forma que alcanzarían el 100% al quinto año. Este 5% adicional por no suspender ningún mes al año la actividad es extensible al resto de trabajadores por cuenta propia.

Otra ventaja de la reforma de la jubilación activa es que también podrán cogerse los autónomos societarios, según se ha pactado con el Gobierno, aunque queda pendiente para después del verano ver cómo se regula esta normativa.

Pero estas mejoras en las pensiones conllevarán, lógicamente, un incremento del gasto del sistema –que lleva ya en números rojos desde hace muchos años y no consigue alcanzar la sostenibilidad–, tal y como reconoció la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz.

Enlace de origen : Quién gana y quién pierde con la nueva jubilación activa