Subidas a una carroza, con un clavel rojo en el pelo y ataviadas para la ocasión, María del Mar y Josefina, ambas de la barriada de San Ginés cumplieron, un año más, con su tradición de acompañar al santo patrón de Cartagena en su romería. A las ocho y media de la mañana, y junto a un buen grupo de romeros, ya aguardaban en la Basílica de la Caridad, donde fueron recibidos por Andrés García Andreo, hermano mayor de la Hermandad de Romeros de San Ginés de la Jara. Allí asistieron a una misa a cargo de Lázaro Gomariz y a una ofrenda floral a la Virgen de la Caridad.
«Desde hace más de diez años venimos siempre. Es un día para pasar entre amigas y familiares», dijeron a su llegada a La Aparecida, ya cuando el reloj tocaba casi la una y media de la tarde y tras pasar por su barrio y Torreciega.
Mientras, el sonido de la música folclórica, las palmas y la algarabía iban inundando cada calle y plaza por la que pasaban. La anécdota del día fue que el santo tuvo que ser transportado un buen tramo por una grúa, porque los caballos de su carreta no estaban en disposición de hacer su trabajo al principio del recorrido.
Bendición de las carretas
En la Parroquia de San Ginés fueron bendecidas las carretas y se celebró otra misa. Los participantes repusieron fuerzas con bollos y chocolate para aguantar el largo día que les esperaban. A su llegada a La Aparecida aguardaba expectantes más de un centenar de vecinos y muchos otros romeros que se unieron a la comitiva. Allí tuvieron oportunidad de degustar refrescos, cerveza y los buenos embutidos que caracterizan a esta diputación de Cartagena.
Junto al santo iba una veintena de carrozas, gente a pie, a caballo e, incluso, en moto. La mayoría de ellos hicieron el recorrido con el traje típico cartagenero y característico de cada pueblo.
Tras La Aparecida, continuaron el camino hasta llegar a la ermita de Roche, pasadas ya las tres de la tarde. Allí realizaron una ofrenda a la Virgen de los Dolores y pudieron disfrutar de una comida de hermandad con una paella gigante. Después de haber repuesto fuerzas, el cortejo continuó hacia Los Camachos, donde llegaron sobre las cinco y media de la tarde. Tras una ofrenda a la Purísima Concepción y haberse refrescado con unos granizados, los participantes salieron hacia El Algar, donde los vecinos les arroparon. Allí también hicieron una ofrenda a la patrona, en este caso a Nuestra Señora de Los Llanos.
El último tramo fue hasta el campamento de los romeros, que este año estuvo junto a Luna Renovables y el restaurante El Hidalgo. En este punto, cercano al Monasterio de San Ginés de la Jara y al Monte Miral, terminó la romería con una fiesta que se alargó hasta la noche. Actuaron la orquesta Nunca es tarde y los DJs Javi Volumen y Pipe. También hubo un mercadillo artesanal, hinchables, atracciones, una churrería, una heladería y hasta un bar.

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Enlace de origen : La barriada cartagenera de San Ginés bendice a más de dos mil romeros en su día grande