Ana de Dios
Miércoles, 11 de septiembre 2024, 07:44
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Un aspecto fundamental de nuestra nómina es la retención del IRPF, es decir, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Las retenciones a cuenta del IRPF constituyen un adelanto que realizamos a Hacienda respecto a lo que eventualmente nos corresponderá pagar al realizar la Declaración de la Renta. Este sistema permite que, a lo largo del año, se vayan acumulando pagos anticipados para que, al final del ejercicio fiscal, el ajuste final sea más equilibrado.
Para que la empresa pueda calcular correctamente las retenciones que debe aplicar a cada trabajador, es necesario que estos faciliten una serie de datos a través del modelo 145. Este formulario recoge información clave como los datos de identificación personal, la situación familiar (si se tiene o no pareja, número de hijos, etc.), el grado de discapacidad en caso de que exista, el número de personas a su cargo, las pensiones compensatorias que perciba, y los pagos realizados por la adquisición de la vivienda habitual cuando se cuenta con financiación ajena (como una hipoteca).
Además de estos datos personales, también se consideran relevantes el sueldo bruto anual, la cantidad que el trabajador aporta a la Seguridad Social, y la duración y tipo de relación laboral (si es indefinida o temporal, por ejemplo). Todos estos elementos se combinan para determinar la retención del IRPF que se aplicará a cada trabajador en su nómina mensual.
Sin embargo, es importante señalar que, aunque la retención del IRPF se calcula de acuerdo con una serie de parámetros establecidos, el trabajador tiene la opción de solicitar a la empresa que se le aplique una retención diferente. Esto puede suceder en varios escenarios, dependiendo de las circunstancias personales y profesionales del empleado.
¿Es posible reducir el IRPF en la nómina?
En principio, las retenciones del IRPF están diseñadas para ser progresivas y solidarias, de acuerdo con las tablas salariales establecidas por la Seguridad Social. Estas tablas aseguran que la contribución de cada trabajador esté en proporción a su capacidad económica, promoviendo así la equidad en el sistema tributario. Por lo tanto, no es posible solicitar una rebaja de la retención para incrementar la nómina mensual, salvo en ciertas excepciones reguladas por la ley.
Una de estas excepciones permite que los trabajadores con retribuciones anuales inferiores a 33.007,20 euros puedan solicitar una reducción de dos puntos en su tipo de retención, siempre que tengan derecho a deducir por inversión en vivienda habitual con una hipoteca (ya sea por compra o rehabilitación). No obstante, hay limitaciones: si se trata de un contrato de duración inferior a un año, la retención no podrá ser menor al 2%, y si el trabajo deriva de una relación laboral especial, no podrá ser inferior al 15%.
Si un trabajador se encuentra en alguna de estas situaciones y desea solicitar la reducción, deberá rellenar nuevamente el modelo 145 y presentarlo a su empresa para que se efectúe el cambio.
¿Y si deseamos aumentar la retención?
Por otro lado, hay empleados que optan por solicitar un aumento en su porcentaje de retención. Esto puede deberse a que consideran que la retención aplicada es baja y prefieren evitar un pago elevado cuando hagan la Declaración de la Renta. En estos casos, el trabajador debe solicitar por escrito a su empresa el incremento del porcentaje de retención, y la empresa está obligada a atender esta solicitud siempre que se realice con al menos cinco días de antelación antes de la confección de las nóminas.
Una vez que se aplica el nuevo tipo de retención, este permanecerá en vigor al menos hasta el final del año, salvo que el trabajador solicite un cambio por escrito o las circunstancias personales o laborales del empleado varíen de manera que justifiquen una retención diferente.
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Enlace de origen : ¿Puedes pedir a la empresa que te suba o baje el IRPF de tu nómina? Todo lo que debes saber sobre este trámite
