Comienza el histórico rescate del barco fenicio de Mazarrón con una primera pieza de su proa

Comienza el histórico rescate del barco fenicio de Mazarrón con una primera pieza de su proa

La extracción del primer trozo recuperado del barco fenicio, este viernes, en Mazarrón. CARM

Los científicos esperan completar a inicios de noviembre la misión del ‘Mazarrón II’, que califican de «hito internacional»

Viernes, 13 de septiembre 2024, 10:14

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El rescate de barco fenicio de Mazarrón -«un hito para la arqueología subacuática en España y a nivel internacional», en palabras de Carlos de Juan, responsable de la misión- comenzó este viernes con la extracción del mar de un primer fragmento de la embarcación (siglos VII-VI antes de Cristo), el marcado con el número V. Fueron dos tablas de 70 centímetros de largo y apenas 30 de ancho de una madera oscurecida por el paso del tiempo, empapada de agua y en aparente buen estado de conservación. La pieza forma parte del costado de estribor de la proa. Con este primer paso se activa una operación de la que está pendiente la comunidad científica.

La nave, que naufragó hace unos 2.600 años en la playa de La Isla, representa un ejemplo único de la arquitectura naval de época fenicia: apareció su casco completo, además de su carga (2.000 kilos de plomo litargirio en lingotes) y algunos objetos de la propia tripulación. De Juan confía en completar la recuperación del pecio, conocido como ‘Mazarrón II’, a principios de noviembre. El operativo prevé realizar 22 divisiones aprovechando las fisuras y grietas de la madera, aunque no se descarta recurrir a medios mecánicos a la hora de practicar alguna de las separaciones.

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En realidad, el despliegue para reflotar esa primera porción comenzó el pasado martes. Los arqueólogos iniciaron ese día las inmersiones con el fin de acometer las labores previas necesarias para dejarlo todo preparado, ya que el barco se encuentra protegido dentro de un sarcófago metálico. Finalmente, el fragmento elegido cruzó la frontera agua-aire sobre las 9.15 horas de este viernes. El presidente regional se convirtió en testigo directo de ese momento para el recuerdo. Fernando López Miras se desplazó hasta la plataforma donde trabajan los técnicos y allí se fotografió con De Juan y otra arqueóloga mostrando la pieza, lista ya para su traslado a tierra.

Media hora después, la porción de madera estaba dispuesta dentro de una caja de plástico, cubierta con agua de mar, para su presentación pública. Rafael Sabio, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), y Agustín Díaz Castillo, coodirector de la misión, se encargaron de colocar la cubeta sobre una mesa antes de ser abierta con el fin de mostrar el esperado fragmento a las autoridades asistentes, a los medios de comunicación y a los curiosos que se acercaron a la zona.

Bridas y fibra de carbono

Ante la mirada de todos, la porción descansaba, sujeta por tres bridas, sobre una ‘cama’ de fibra de carbono. Este es uno de los métodos pioneros que se emplearán para hacer emerger las diferentes piezas en posición horizontal. El otro consiste en unas ‘cunas’ rígidas fabricadas a medida para aquellas piezas de las que se conoce su forma con exactitud. Uno y otro tipo de soportes evitarán que la madera se desintegre una vez fuera del agua, y acompañarán a las porciones durante todo el proceso de estabilización y consolidación en el laboratorio. Carlos de Juan detalló que la operación de rescate se desarrollará de la siguiente forma: «Empezamos por las piezas más pequeñas y fáciles de manipular para seguir por las más grandes y complejas». Así, el último fragmento en salir del mar será la quilla, de unos tres metros de largo.

Tras la pequeña porción de madera del costado de estribor, ahora le toca el turno a las cuadernas;la quilla será la última parte en ser reflotada

El director de la misión, investigador de la Universidad de Valencia y uno de los científicos más experimentados en la recuperación de pecios, indicó que en las próximas horas (dependiendo de las condiciones meteorológicas) se sacarán del mar la cuadernas (las ‘costillas’ de la nave): trece en total, aunque en origen eran catorce. Dependiendo de las dimensiones, el tiempo necesario para cada una de las extracciones será diferente. Por ejemplo, para las tablas de madera de este viernes los arqueólogos apenas emplearon tres horas de trabajo (era una pieza que estaba desprendida), mientras que para la quilla se requerirá de una semana.

De Juan puso el acento en el hito internacional para la arqueología subacuática que supone la operación. También representa un ejemplo de colaboración entre las administraciones. Mientras que la Consejería de Cultura financia la extracción (con un desembolso de 350.000 euros), el Ministerio de Cultura, a través del Arqua, se encargará de la consolidación y restauración del pecio. En ese punto también insistió el presidente Miras, que calificó el día de este viernes como «histórico». Destacó el «arduo y riguroso trabajo» de los científicos. «Estamos en las mejores manos», remarcó.


Javier Carrión / AGM

Pendientes del museo

Al menos por unas horas, los políticos dejaron aparcadas sus diferencias y optaron por mostrar una imagen de unidad entorno a un proyecto que aspira a convertirse en referente para la investigación y el conocimiento. No obstante, el alcalde de Mazarrón, el independiente Ginés Campillo, reiteró «el legítimo derecho» de su municipio de que el barco fenicio regrese, una vez restaurado, para su exposición en un museo de nueva construcción no muy lejos de donde se descubrió. En su intervención, López Miras no hizo referencia a este punto. Desde su entorno, y a preguntas de este diario, una portavoz insistió en la misma línea mantenida hasta ahora: «Serán los técnicos a cargo del mantenimiento del barco los que decidirán dónde exponerlo». Aún queda margen para tomar esa decisión.

Una vez retirado el pecio, se llevará a cabo una excavación arqueológica a la búsqueda de cualquier resto de interés que haya podido pasar inadvertido

El ‘Mazarrón II’ es uno de los barcos completos más antiguos descubiertos hasta ahora en el mundo. Permaneció tapado por la arena del fondo marino durante 2.600 años. Su descubrimiento fortuito se produjo en 1994 debido a un cambio en las corrientes en esta zona del litoral a raíz de unos vertidos mineros. Antes, los arqueólogos ya habían hallado restos de otro pecio de la misma época, que se muestran en el Arqua, el ‘Mazarrón I’. La información que aportan ambas naves resulta clave para conocer la presencia de esta civilización en el sureste y su impacto en las comunidades locales.

A mediodía de este viernes, la primera pieza extraída emprendió camino en una furgoneta con dirección al laboratorios del Arqua. El mismo recorrido deberán realizar las otras veintiuna piezas. Sin embargo, cuando se complete el rescate, la misión no habrá acabado aún. Los arqueólogos seguirán con las inmersiones para quitar la caja metálica donde ha permanecido protegido el pecio. Y una vez retirado ese sarcófago se acometerá una excavación en el fondo marino a la búsqueda de cualquier resto u objeto de interés que haya podido pasar desapercibido. Será entonces cuando el yacimiento de La Isla, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), quedé desmantelado.

Cuatro años de trabajos en el laboratorio del Arqua

Conforme se vayan sacando del agua, las piezas del barco fenicio quedarán depositadas en el laboratorio Arquatec, del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), en Cartagena. Su director, Rafael Sabido, ya se hizo cargo este viernes del primero de los fragmentos. Explica que el museo ha realizado un «trabajo silencioso» para tenerlo todo preparado a la hora de recibir esta joya de la arquitectura naval antigua. En este laboratorio de referencia se llevará a cabo la estabilización y consolidación de las piezas en una intervención que incluye la desalación, la impregnación con una resina especial, la congelación de la madera y su deshidratación. El proceso se alargará durante cuatro años.

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