Rafa Mir, en una comida de conjura de la plantilla del Valencia

Una comida de conjura. Así se ha tildado la cita que la plantilla del Valencia celebró ayer en el restaurante La Romana de Bétera. La mala situación deportiva del equipo, colista de la Liga EA Sports, ha golpeado a unos futbolistas que buscarán el sábado ante el Girona (18.30 horas) sumar una victoria que insufle ánimos para salir del pozo. En la quedada culinaria estuvo presente Rafa Mir, pese a que el futbolista murciano está apartado de los entrenamientos, ordenado por el club y por el entrenador tras un expediente que se ha saldado, además, con la multa más grande dictada por el club contra un trabajador.

Esta reunión de la plantilla fue habitual la temporada pasada. Es más, la comida de cierre de temporada se realizó en un restaurente de la misma localidad. Pero en esta ocasión se hacía más necesaria que nunca para aunar fuerzas para darle la vuelta al momento más complicado del equipo en la clasificación. La cita llega también tras la crítica pública que realizó Pepelu por el comportamiento inadecuado de Rafa Mir pese a que el atacante se disculpó ante toda la plantilla y el cuerpo técnico.

El capitán manifestó que confiaba en que Rafa Mir «debería haber aprendido de esa situación», y luego indicó: «Es una falta de respeto al club y a la afición que no se puede consentir. Es una situación difícil para él. Y espero y deseo que haya aprendido y que obviamente no vuelva a ocurrir nunca más. Yo creo que ya cada uno es mayor y sabe la responsabilidad que tiene con el Valencia. No estamos en una situación para este tipo de cosas, el míster se lo ha dejado claro y el club también. Es una multa y un tema que creo que bastante importante, y es consciente de que ha hecho las cosas muy mal», dijo Pepelu sobre lo ocurrido con el delantero de Javalí Nuevo.

Rafa Mir, que podría reaparecer en Mestalla el 24 de septiembre ante Osasuna, ha decidido aceptar la multa que le imponga el Valencia por su comportamiento en la madrugada del 1 de septiembre, que acabó con el delantero murciano durmiendo dos noches en el calabozo y una denuncia por agresión sexual contra él por parte de una joven de 21 años. La sanción del club podría superar los 100.000 euros.

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