Los científicos abogan por una nueva estrategia regional para retener el talento investigador

Los científicos abogan por una nueva estrategia regional para retener el talento investigador

Lydia Martín

Viernes, 20 de septiembre 2024, 16:23

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Tomar el pulso al estado de la ciencia y de la investigación en la Región de Murcia supone mirar los cimientos de dos pilares esenciales para la sociedad, que, sin embargo, en ocasiones no reciben la valoración o alcance que merecen. Las tareas pendientes para que sean reconocidos y puedan seguir desarrollándose con la fuerza y el impulso que requieren son numerosas, y la mayor parte de ellas se centran en una mayor coordinación y captación de fondos, y una estrategia que permita retener y atraer talento, asegurando con ello el relevo generacional. Sobre estos pilares se desarrolló el pasado jueves el foro ‘Región de Talentos. Ciencia e Investigación’ en la Sala de Cultura de Cajamar, que dio voz a cinco científicos de excelencia que han liderado la investigación más puntera de las últimas décadas dentro y fuera de la Región, permitiendo hacer una radiografía del estado actual y proponer nuevas acciones que mejoren el horizonte de la ciencia regional.

Esta iniciativa se engloba dentro del proyecto ‘Región de Talentos’ que está desarrollando LA VERDAD durante este 2024 para poner en valor la realidad de que la Región de Murcia está cargada de talento, y en gran variedad de ámbitos de actividad, centrándose ahora en la relevancia de la ciencia y la investigación y su capacidad «para crear unas condiciones que permitan atraerlo y retenerlo», tal y como indicó durante la apertura Alberto Aguirre, director de LA VERDAD, medio organizador del foro con el patrocinio de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Hozono Global, Cajamar, Bodegas Juan Gil, Grupo Orenes, Agrupal, Grupo Fuertes y Repsol.

Los cinco ponentes coincidieron en la necesidad de «trabajar en red» y dar voz a todos los agentes en la redacción de la Ley de Ciencia regional

El reto de la retención del talento fue uno de los ejes principales del coloquio, moderado por la periodista Fuensanta Carreres, que permitió tomar nota de posibles soluciones a la fuga de cerebros a otros países y comunidades. Para Pablo Artal, catedrático de Óptica de la Universidad de Murcia, en el contexto global la competición es cada vez mayor, y «en la Región de Murcia jugamos a la pata coja y así es complicado, porque los fichajes son cada vez mayores y si eres muy bueno, te vas», indicaba, señalando Cataluña, País Vasco y Madrid como focos de concentración de recursos, proyectos, becas europeas y jóvenes. Ante esto, propuso buscar nichos diferenciadores que permitan retener a los jóvenes de la Región. En este sentido, Marina Albentosa, profesora de Investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO), hizo alusión a plantear un nuevo modelo que se pueda aplicar en la Región frente a esos tres focos, teniendo en cuenta que se dispone de «un plan de financiación más bajo. La mejor forma de ser competitivos y de conseguir otros fondos es la coordinación, inventarnos algo nuevo, ser innovadores y salir al mercado de la ciencia, que es inmenso», añadió.

«En esta Región hay mucho talento, pero para dedicarse a la investigación, hace falta que los grandes talentos de las facultades se lancen con vocación hacia este sector en la Región», matizó María Trinidad Herrero, catedrática de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Murcia, poniendo la fuga de cerebros como reto en este 2024 ante la cantidad de profesionales que se van al extranjero, animando además a la Administración regional a pensar en soluciones en este aspecto. «Queremos que estos talentos vuelvan con savia nueva que pueda revolucionar los laboratorios o importar algunos nuevos talentos», expuso.

«Uno de los objetivos de la Ley de la Ciencia debe ser minimizar al máximo esta dictadura de la burocracia, e incluir la libertad de gasto y pagar más a los investigadores»

Pablo Ramírez

Director científico del IMIB

Por su parte, la catedrática de Biología Celular de la UMU, María Ángeles Esteban, aludió a la libertad de gasto a la hora de la financiación para fomentar que estos profesionales se queden, confiando en el proyecto para que los investigadores inviertan en lo necesario para sacarlo adelante. «Nos encontramos que cuando tenemos el dinero del proyecto, se ha ido la gente, y cuando tenemos el talento, no tenemos el dinero, y hay que ver cómo mantener un grupo que va cambiando constantemente y dónde se queda ese conocimiento que no se publica, patenta o transmite, porque se va diluyendo», indicó.

Un ejemplo de la presencia del talento joven está en el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB), ya que, según informó su director científico, Pablo Ramírez, el 70% de los investigadores que concentra tienen menos de 45 años, muchos de ellos llegados de fuera de la Región. Afirmó, además, que «el relevo generacional está garantizado a día de hoy en el IMIB».

  1. Relevo generacional

    Cambio de prioridades

¿Hay relevo generacional en el sector de la ciencia y la investigación en la Región? Los expertos apuntaron durante el coloquio a un cambio de prioridades y mentalidad en los nuevos profesionales que puede dificultar este objetivo. «Priorizan cosas diferentes porque nosotros somos una generación de trabajar muchas horas, pero eso no quiere decir que esté mal», añadió Albentosa, animando a inventar otro sistema, «que no sea tener a los investigadores hasta los 40 años con contratos de 1.500 euros y teniendo que salir fuera. Tienen una idea de horario de unas siete horas de trabajo y eso no nos pasaba a nosotros, que no teníamos horarios. Las nuevas generaciones no tienen esa cultura del esfuerzo, pero en los países orientales van con la mentalidad previa y nos van a sobrepasar en este aspecto», anticipó María Trinidad Herrero. Por otra parte, defendió no perder la sabiduría y experiencia de los que se están jubilando, ya que sería también «una pérdida de talento», así como la necesidad de romper «los techos y paredes de cristal y los suelos pegajosos».

«Debemos ser astutos y ver dónde pueden interesar más a la Región de Murcia o ser más útiles los investigadores y hacer esfuerzos en esas líneas»

María Ángeles Esteban

Catedrática de Biología Celular de la UMU

Para María Ángeles Esteban, no se trata tanto de propiciar el relevo generacional, sino de mantener un número necesario de investigadores. «Debemos ser astutos y ver dónde puede interesar más a la Región o ser más útiles los investigadores, y hacer esfuerzos en esas líneas, sin olvidar otras que puedan salvarnos el día de mañana», orientó. Pablo Artal animó a crear una incubadora más allá de los centros universitarios que permita potenciar este nuevo talento y asegurar el relevo generacional.

  1. Ley de Ciencia regional

    Más coordinación y menos burocracia

A pesar de los retos, los investigadores se mantuvieron optimistas con el futuro de la ciencia y la investigación; un futuro en el que cabe la Ley de la Ciencia en la Región de Murcia. Un objetivo que debe contar con la participación de los científicos, tal y como subrayó Herrero. «Confiamos en que se va a hacer bien para que haya diálogo científico con los principales actores y la sociedad participativa. Que vayamos punto por punto, pero que sea una aplicación dialogada y consensuada para ver aspectos que tienen cierta crisis y aportar soluciones», indicó. En este sentido, la profesora de Investigación del IEO animó a crear una red regional de centros de investigación en la que no prevalezca uno sobre otro, que «ayudaría como región a no perder nuestra identidad a nivel nacional».

«Para el relevo hay que hacer un cambio de prioridades. Queremos que esos talentos vuelvan con savia nueva que pueda revolucionar los laboratorios»

María Trinidad Herrero

Catedrática de Anatomía y Embriología Humana de la UMU

En esta Ley, Pablo Ramírez señaló como uno de los objetivos principales «minimizar al máximo esta dictadura de la burocracia», añadiendo la libertad de gasto y un pago mayor a los investigadores. «El dinero es fundamental, porque el éxito de los centros de investigación no solo va en el talento, sino en el trabajo en red y con financiación», añadió. «Lo que hacemos es conseguir fondos para continuar, como si fuéramos empresarios, y estamos limitados con leyes y normativas y buscando la forma de salirnos de ahí, porque el objetivo es trabajar y tener libertad de gasto», añadió Albentosa. «Estamos siendo evaluados constantemente y los fondos que tenemos dependen de esa evaluación, llevándonos a un entorno competitivo. Tenemos que coordinarnos e inventarnos una fórmula entre todos para innovar», apuntó.

  1. Ética en la investigación

    Falta de control de los ‘papers’

Para Pablo Artal, uno de los grandes problemas del sector es el volumen de publicaciones científicas o ‘papers’ que se ha experimentado en los últimos años sin control. «No todo está inventado, pero los resultados importantes empiezan a escasear y es muy difícil controlar las publicaciones», indicó. Asume la ciencia y la investigación un problema similar a ámbitos como el periodismo, que son las ‘fake news’ o noticias falsas, procedentes de que haya «mucha información en abierto y datos de todo tipo, todo en el mismo cóctel, sin poder ver si los datos son veraces ni controlar lo que se está generando», mostró preocupada María Ángeles Esteban. «Cuando el volumen es tanto sabes que casi todo es mentira, y de ahí no sé cómo vamos a salir», matizó Artal.

«Cataluña, País Vasco y Madrid lo han hecho bien y están concentrando todos los recursos, proyectos y jóvenes y becas europeas. En la Región de Murcia jugamos a la pata coja»

Pablo Artal

Catedrático de Óptica de la Universidad de Murcia

La catedrática de Biología Celular de la UMU recalcó que, debido a ese volumen de publicaciones científicas, a la hora de hacer un rastreo sobre un tema antes había un límite, pero «ahora es imposible con todo lo que hay», lo que dificulta la documentación y labor investigadora. «Hay mucha velocidad, los temas se publican muy rápido y llega un momento que es agotador», añadió. A esto sumó la problemática de tener que actualizarse constantemente, más allá de las técnicas de su ámbito profesional, para el uso de nuevas herramientas, usando el ‘big data’ y la inteligencia artificial. «Es un ejercicio de fondo. La ciencia se ha complicado bastante», recalcó.

  1. Más comunicación

    Acercar la ciencia a las personas

Fue María Trinidad Herrero quien incidió en que hace falta enseñar comunicación al sector investigador para «dar respuesta a los ciudadanos de lo que vamos consiguiendo». «La mayor parte de los científicos estamos formados en hacer ciencia y no tanto en comunicar, y eso exige una serie de técnicas para que se cuente en un lenguaje divulgativo y asequible a la investigación», incitó. «La gente solo se acuerda de la ciencia o la investigación cuando truena, pero no ven que está en todos sitios», añadió María Ángeles Esteban, para lo que propuso «abrir la ciencia a la sociedad» y mejorar la educación de los alumnos más jóvenes para poder cambiar esa percepción y «que sean conscientes de lo que les rodea».

«Necesitamos una red regional de centros de investigación en la que no prevalezca uno sobre otro para no perder nuestra identidad nacional»

Marina Albentosa

Profesora de Investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO)

  1. Mar Menor

    Una red para buscar soluciones

Marina Albentosa defendió que la ciencia tiene que resolver los problemas de los ciudadanos, destinando fondos y trabajando en una red de colaboración. En este sentido, y en referencia al problema del Mar Menor, animó a unir las diferentes voces y organizaciones, permitiendo la evaluación, el diagnóstico, el avance y la solución a este asunto, para que puedan implantarla los gestores. «Tenemos organismos y estamos duplicando, y eso lleva la necesidad de crear redes y crear un espacio nuevo donde encontrarnos y solucionar el problema, en vez de cada uno en su casa. La sociedad nos exige que demos una respuesta: nosotros como científicos y las administraciones como gestoras de los fondos», sugirió.

Pensar en global para ser más competitivos

El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, animó durante la clausura del foro a «pensar en global», porque «si pensamos en local nunca seremos competitivos». Para fomentar este pensamiento, aludió a trabajar de forma colaborativa y con alianzas, coordinando las acciones para evitar repeticiones. «Es un camino que hay que recorrer de forma conjunta, buscando espacios comunes que a día de hoy no están diseñado, porque es nuestra obligación hacerlo», señaló.

Hizo referencia no solo a la financiación pública, sino también a la privada, «donde tenemos una gran diferencia con respecto a otras zonas», en el sentido positivo, indicando la necesidad de más investigación e industria.Asimismo, mostró su convencimiento de que «la innovación va a tirar también de la investigación y esto significa competitividad y bienestar para toda la ciudadanía», informando de la construcción «entre todos» de la estrategia regional de ciencia e innovación. «La investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación cambian la vida de los ciudadanos, y siempre la cambian a bien, y por este motivo estamos alineados en avanzar hacia estos ámbitos», concluyó el consejero.

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