Unos 150 militares de la Región de misión en el Líbano se protegen en búnkeres

Unos 150 militares de las 11ª y 13ª compañías de la Bandera Paracaidista Ortiz (Bripac) de Zárate, con base en el acuartelamiento de Santa Bárbara, en Javalí Nuevo, que se encuentran destinados en el Líbano junto con otros 400 cascos azules españoles, se protegen de los bombardeos del ejército israelí en búnkeres, según el Ministerio de Defensa.

«Israel ha respetado la costumbre de avisar cuando va a atacar», explicó la ministra Margarita Robles, quien añadió que las labores de patrulla que tienen encomendadas el contingente español quedaron suspendidas y actualmente solo se llevan a cabo los actos «indispensables».

La misión de la Bripac es garantizar la paz en la frontera. Están integrados en el Regimiento de Infantería Zaragoza 5, que pertenece a la Brigada Paracaidista Almogávares VI y se integran en la misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul).

Su área de operación se encuentra en la región conocida como la Línea Azul, al sur del río Litani, entre el sur del Líbano y el norte de Israel. Las fuerzas españolas son responsables del sector este, donde se localiza la base Miguel de Cervantes. Es esa zona, el sur del país, donde el Ejército israelí está lanzando las mayores ofensivas desde el 15 de octubre de 2023, cuando un cohete impactó en el cuartel general de la misión de paz de la ONU en Naqoura. Aunque no se registraron víctimas ni heridos, el incidente activó todas las alarmas.

Pero Israel lanzó este lunes su mayor ofensiva contra Líbano, argumentando que su objetivo era destruir la milicia libanesa Hezbollah, que en los últimos días ha lanzado decenas de cohetes contra territorio israelí. A media tarde, y tras varias horas de bombardeos sobre distintos puntos en el país, ya se contabilizaban casi 500 muertos, entre ellos una treintena de niños y medio centenar de mujeres. Además, hay 1.645 heridos, según informó el Ministerio de Salud libanés, y un desplazamiento masivo de personas a otros puntos más seguros, por ahora.

En la Región, decenas de familias contienen el aliento al comprobar que la situación en el país es límite y todo indica que irá a más. Ya, en octubre del año pasado, la familia de uno de los militares se mostraba preocupada por el inicio de la escalada de violencia. «Fueron a una misión de paz, y la situación se ha complicado mucho», afirmó el padre del soldado Perona, conductor de los vehículos blindados (BMR) que patrulló la frontera con Israel hasta finales de noviembre, cuando regresó de la misión.

Enlace de origen : Unos 150 militares de la Región de misión en el Líbano se protegen en búnkeres