Conoce la Vega Baja desde una perspectiva diferente: el plan para recorrer la comarca desde el cielo

La Vega Baja cuenta con lugares absolutamente asombrosos que, por lo general, se disfrutan desde la tierra. Una prueba de ello es el yacimiento arqueológico de Cabezo Lucero en Guardamar del Segura, la conocida casa de las conchas en Rojales y el colegio de Santo Domingo, cuya iglesia fue catalogada por National Geographic como «la Capilla Sixtina alicantina».

Sin embargo, aunque estas edificaciones son paradas obligatorias al visitar estas ciudades, tampoco se puede pasar por alto la belleza que alberga la comarca. Ver cómo las montañas, huertas y campos rodean los municipios ubicados en pleno corazón de la Vega Baja puede ser complicado, pero muchos desconocen que se puede apreciar este bello paisaje desde una perspectiva diferente. Desde las alturas, la Vega Baja se transforma en un mosaico de colores y formas que refleja la rica agricultura y naturaleza de la región. El vuelo en globo ofrece una vista panorámica que revela la belleza de los pequeños pueblos que salpican la comarca, algunos con siglos de historia.

Aereoglobo es una empresa familiar con más de 30 años de experiencia que ofrece la oportunidad única de disfrutar de la Vega Baja desde un globo aerostático. En su catálogo de servicios se pueden encontrar diversas opciones: vuelos privados, en grupo o paquetes especiales para parejas.

¿Qué podrás encontrar en estos vuelos en globo?

La jornada comienza en el Resort Alannia Costa Blanca, situado entre Catral y Crevillente. Desde este punto se organiza la salida y se determina el lugar exacto de despegue, siempre en función de la dirección y velocidad del viento. Uno de los momentos más emocionantes, antes de despegar, es el inflado del globo, una tarea en la que los pasajeros pueden participar si lo desean, añadiendo una dimensión interactiva a la experiencia.

Durante el vuelo, que tiene una duración aproximada de una hora, los pasajeros disfrutan de un recorrido aéreo sobre los campos de la Vega Baja. Los limoneros, olivos y palmerales que se extienden a lo largo de la comarca se ven desde una perspectiva única, casi mágica. El silencio y la suavidad del vuelo permiten una conexión total con el entorno, sin las distracciones del ruido o el viento. Desde la empresa aseguran que «a diferencia de lo que muchos podrían pensar, volar en globo es una experiencia tranquila y apacible. Al estar dentro del flujo del viento, no se percibe movimiento, lo que genera una sensación de calma y flotación que sorprende por su suavidad».

Mientras el globo avanza lentamente, un equipo de apoyo en tierra sigue de cerca el recorrido para garantizar un aterrizaje seguro y preciso al final del viaje. Una vez en tierra, los pasajeros son recibidos con un delicioso almuerzo tipo picnic en un tranquilo palmeral, lo que añade un toque especial a la experiencia. Además, los pilotos de Aereoglobo comparten los vídeos grabados durante el vuelo, brindan con una copa de cava para celebrar la aventura y entregan a cada pasajero un certificado de vuelo, un detalle simbólico que inmortaliza el momento.

Aereoglobo ofrece una amplia gama de opciones adaptadas a diferentes tipos de público. Los interesados pueden elegir entre vuelos privados, ideales para quienes desean una experiencia más íntima, vuelos en grupo, que permiten compartir la experiencia con amigos o familiares, y paquetes especiales para parejas, perfectos para celebraciones románticas como aniversarios o incluso propuestas de matrimonio.

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