Lluvia de trofeos en Abarán

Había cierta incertidumbre para presenciar la corrida de toros de Abarán y finalmente fue del agrado del público que se divirtió en la tarde de este viernes. Más de media entrada en el coso de la Era y tres toros de Domingo Hernández, bien presentados y buen juego, y otros tres de Sancho Dávila, carentes de fuerza.

El Fandi recibió a su primero con una larga cambiada y buenas verónicas. Tras poner cuatro pares de banderillas, hizo una faena aseada por ambos pitones. Mató de dos estocadas traseras que le valieron una oreja. Y en el segundo al que recibió de rodillas, le colocó cuatro impresionantes pares de banderillas que levantaron al público de sus asientos demostrando una gran preparación física. Estuvo por encima del toro, que estuvo muy parado con la muleta y le cortó las dos orejas. El público le gritó ‘Torero, Torero’.

Emilio de Justo, pletórico, realizó la mejor faena de la tarde a su primero al que le arrancó las dos orejas y un rabio. Con un quite de suma exquisitez y una tanda de naturales bien ejecutados, redondeó su magnífica labor con una enorme estocada que hizo caer a Fogoso. Al toro se le premió con una vuelta al ruedo y el toreo invitó al mayoral a acompañarle por el ruedo en una vuelta triunfal. En su segundo, no tuvo demasiado lucimiento con el capote y le sacó partida a un animal sin demasiada transmisión. Una certera estocada fue premiada con una oreja.

Y el mexicano El Payo, que debutó en Abarán, no conectó con la grada en su primer toro. Desangelado, mató con rapidez y obtuvo una oreja. En su segundo que brindó al empresario Enrique Luján, estuvo más trabajador y aunque el toro no era propicio para su lucimiento, le sacó varios muletazos que gustaron al púbico. Mató de una estocada tendida, tras un pinchazo, que le valieron las dos orejas.

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