Cae un árbol de grandes dimensiones en pleno centro de Orihuela

Cae un árbol de grandes dimensiones en pleno centro de Orihuela. El ejemplar de plátano de sombra se ha desplomado en la noche de este sábado en mitad de la avenida duque de Tamames. El tronco, de varios metros de longitud, ha cortado por completo la calle.

Hasta el lugar se ha desplazado un equipo del Consorcio Provincial de Bomberos. Equipados con motosierras, han seccionado el árbol en varios trozos más pequeños para poder facilitar su transporte y retirada.

Afortunadamente no había nadie caminando por la zona en ese momento. A ello ha ayudado en gran medida que la caída se produjera de noche, de hecho, el lugar donde se ubicaba el ejemplar es uno de los más concurridos del emblemático parque oriolano y un lugar de parada recurrente para muchos coches y autobuses. De haberse desplomado el árbol sobre una persona, a buen seguro las consecuencias podrían haber sido fatales.

En términos medioambientales, la caída de este árbol supone otra gran pérdida para la Glorieta de Orihuela. Este plátano de sombra tradicionalmente ha tenido a otros seis hermanos. Todos plantados en línea en paralelo a Duque de Tamames. Este se trataría del segundo que se pierde, puesto que el primero que desapareció también se desplomó repentinamente y en circunstancias similares. Sucedió en el año 2015. En aquella ocasión ocurrió en plena tarde, sobre las 16.00 horas, y también cayó al suelo desgajado de sus raíces.

De estos árboles, además, existen fotos antiguas en las que se puede observar, justo al lado, la acequia de Molins, la cual pasaba antaño al aire libre precisamente por la misma avenida duque de Tamames.

Tala de casuarinas

La última gran pérdida de arbolado en la Glorieta fue el pasado febrero. El Ayuntamiento talaba dos pinos australianos, también conocidos como casuarinas. Los servicios municipales estimaron que presentaban un serio riesgo de acabar también en el suelo. Según señaló entonces el edil de Infraestructuras, Víctor Valverde, aunque los troncos presentaban un aspecto vital, la realidad era que había gran cantidad de reiterados, es decir, árboles que crecen de forma parasitaria encima de otros muertos. Incluso se detectó alguna pudrición de tronco y grietas.

La Glorieta también fue sometida en la segunda mitad del año pasado a unas obras de reparación de su red de riego. La tardanza en tapar las fugas que existían en las canalizaciones, según explicó el actual equipo de gobierno a su llegada, había puesto en una situación de estrés hídrico serio a muchos de los árboles de la Glorieta. En este sentido, se desconoce si esa circunstancia ha podido ser determinante en que se haya producido la caída de este nuevo árbol. A esas horas, tampoco era especialmente significativa la incidencia del viento, según ha señalado MeteOrihuela.