Carlos Sánchez Molina, un ‘murciano’ infiltrado en el abierto español

De joven no tenía ni idea de que iba a pertenecer profesionalmente al mundo del golf. «Yo empecé a estudiar ingeniería de Caminos, pero…». Así comienza a contar a LA VERDAD su historia, Carlos Sánchez Molina (Madrid, 1985). Justo al día siguiente de no haber pasado el corte del reputado Acciona Open de España presented by Madrid, celebrado la semana pasada en su ‘casa’; el Club de Campo Villa de Madrid. Su cara no demuestra ninguna frustración. De hecho su rostro es de felicidad, consciente de que se ha movido «en otro territorio que no es mío», nos señala –refiriéndose a la alta competición–, pero con la satisfacción de haber participado de una cita tan importante en el club para el que trabaja como monitor deportivo, una profesión que lleva desarrollando los últimos 16 años, y donde un amigo ha levantado la copa de campeón.

El vínculo con el golf le viene a Sánchez de lejos. De sus años en la Región de Murcia donde vivió desde los 9 a los 18 años, «practicándolo asiduamente. Allí mi vida era el golf», nos asegura recordando las muchas partidas con José Carlos Palazón, actual ‘pro’ de Golf Altorreal (Molina de Segura), quien nos lo confirma: «¡Jugábamos a diario!».

«Pero cuando nos fuimos a vivir fuera de Murcia (de regreso a la capital) y entré en la universidad, dejé casi de jugar», recuerda el madrileño. A los tres años de iniciar la ingeniería cambia su ‘fairway’ (camino) académico. Se pasó a Empresariales con la intención de introducirse después en la gerencia de los campos de golf. «Y es ahí cuando me di cuenta de que éste sí era mi sitio».

«Los amigos de siempre»

De aquella época murciana tan ligada a muchas tardes, días, fines de semana dedicados a la bolsa de palos, pertenecen los que hoy considera sus buenos amigos. «Mis amigos de siempre; de los de verdad», a pesar de que estrenada su mayoría de edad, la familia regresa a Madrid. Es en la capital donde se desarrolla como profesional, se casa, es padre… Da igual. A Murcia viene habitualmente «para ver a mis amigos. Los de corazón. Ese grupo que nunca falla, los del cole de los Capuchinos, para más señas. Sí, ellos», enfatiza. Y aunque el acento no le delata esa carencia por esta tierra del sureste español, asegura que «en cuanto me junto cinco minutos como mis amigos, ¡se me pega todo! (…) Soy de marinera y quintito de cerveza; (ríe) mi mujer Marina ya se ha hecho ‘murcianica’ a pesar de que ella también es de Madrid. Porque ir a Murcia nos encanta y lo seguiremos haciendo».

La relación con el campo Villa de Madrid, donde ejerce de docencia es relativamente reciente. Y eso que el nexo se extiende en el tiempo. «Mi padre ha estado en lista de espera para ser socio más de dos décadas». Sánchez padre pidió serlo antes de venir a Murcia, siendo Carlos un niño –allá por el 94–, «y entramos como socios hace cinco años», nos apunta el ‘pro’. Al poco de formar parte de la familia del Villa de Madrid comienza a disputarse el Open de España y, Sánchez aprovechó que el club contaba con una plaza en la competición –a la que acceder bajo una previa–, para poder disputarlo. La ganó en dos ocasiones. Esta última este 2024.

-¿Qué tiene de especial este diseño, par 71, de Javier Arana que tan bien conoce?

-Varias cosas. Que no hay un hoyo igual que el otro, cosa que sí ocurre en otros recorridos; que sus pares 3 son buenísimos y, que lo mismo sucede con sus tres pares 5 . Son sólo tres, pero… ¡qué tres pares 5! Ninguno fácil pero ninguno tampoco muy difícil. Todos te dan la opción de hacer ‘birdie’ pero no te lo regala. Y, además, (y extiende su mirada hacia el horizonte desde la atalaya del ‘tee’ del 1) mira qué visión de frondosa naturaleza puedes contemplar.

Entre sus hoyos favoritos está «el hoyo 4. Un súper par 5 que si lo haces muy bien tienes una opción de ‘eagle’, pero también se te puede complicar». Al otro lado el 2, a pesar de que fue el hoyo en el que consiguió clasificarse para el open hace unas ediciones. «Aún así siempre hago en el una mala salida. Algo absurdo porque no es tan difícil. Pero no me entra. Es bloqueo mental. Aquí entra en juego tu mente. Si hablas con cualquier ‘pro’, te dirá lo mismo. Son las mismas mierdas de todos (…). Ahora, cuando eres Nadal o Tiger las controlas, porque las tienen igual, pero sabes gestionarlas». Y en este punto Sánchez nos remite al ganador del Open de España de este año. «Te digo que Hidalgo, al que conozco hace unos años y con el que he compartido toda la semana, es ese tipo de jugador. De los que sabe gestionar la mente. Y eso es fundamental porque va más allá de lo bien que le des a la bola. Él mentalmente es superior y eso marca la diferencia. Tiene en la cabeza lo que tiene que tener». Y añade, «y por cierto, a Ángel le estoy muy agradecido porque en este torneo me ha querido, me ha ayudado, me ha apoyado y me ha llevado en volandas y es algo que le tengo que agradecer eternamente».

No es de extrañar pues, que Sánchez fuera uno de los amigos que junto al entrenador nacional Kiko Luna y el ‘pro’ Sebastián García ‘El Chino’ esperaran en las inmediaciones del ‘green’ del 18 para regar con cava a Hidalgo y comenzar así a celebrar el triunfo del malagueño, sabedores de lo que cuesta llegar a este momento.

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