Las cofradías pondrán sillas por delante de las terrazas en los itinerarios de sus desfiles en Cartagena

Una hilera de sillas por delante de veladores de bares y restaurantes en todos los recorridos de las procesiones. Y allí donde el ancho de las calles impida ambas cosas, ya se verá. Ese es el acuerdo adoptado en la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cartagena, «por unanimidad de todos sus miembros» y «en aras a mantener el respeto y consideración que las procesiones se merecen».

Así lo anunció este viernes la Junta, que también informó de que hay cofradías que «están estudiando la posibilidad de cambiar los itinerarios para que sean más acordes con el recogimiento y silencio inherentes a los desfiles procesionales».

A seis meses de la próxima Semana Santa, estas decisiones abren un nuevo frente en la controvertida relación de las cofradías y la hostelería en Cartagena. La ordenanza municipal permite que no haya terrazas en los itinerarios de las procesiones para que su lugar lo ocupen las sillas de la empresa que presta el servicio. Las cofradías, a su vez, la autorizaban a negociar con los hosteleros para que estos mantuvieran mesas en los espacios de la vía pública que ocupan habitualmente sus terrazas. Pero a partir de ahora quieren decidir ellas.

Hay calles donde es posible colocar una fila de sillas y detrás, veladores. Pero en otras, como distintos tramos de Mayor, Cañón, Jabonerías, Santa Florentina y el Icue, no hay espacio para la dos cosas. «En este caso habrá que ver y negociar», dijo el presidente de la Junta de Cofradías y hermano mayor del Cristo del Socorro, Javier Pavía Galán, a preguntas de LA VERDAD.

Pavía reivindicó la importancia de mantener el respeto por la representación religiosa y mejorar la imagen pública que se traslada de las procesiones de Cartagena. Recordó que en lugares como Murcia no hay terrazas en la primera línea del recorrido de los cortejos y en otros, como Sevilla, los bares bajan las persianas al paso de los tronos y sus clientes guardan respetuoso silencio. «Aquí se da el caso de que hay gente que toca las capas de los capirotes con las mismas manos con que cena un chuletón», dijo.

La Junta de Cofradías, a la que el Ayuntamiento cedió hace dos años la gestión de las sillas, tiene abierto actualmente un proceso de búsqueda y contratación de una empresa. En los dos últimos años ha dado servicio la cartagenera Dinamia con algunas mejoras.

El Ayuntamiento pide consenso

Como consecuencia de la situación con las terrazas, cofradías como la Marraja y la del Resucitado sopesan hacer cambios en sus recorridos. Hace dos décadas, siendo hermano mayor José Miguel Méndez, los marrajos ya amagaron con dejar de pasar por la calle Mayor. Consideraban una falta de respeto que los camareros cruzaran los tercios de penitentes para atender sus terrazas. También, que hubiera espectadores cenando con mesa y mantel al paso de la procesión como si fuera un espectáculo. Aquella situación derivó en un acuerdo con los hosteleros que se ha ido relajando por parte de estos. Ademas, desde entonces, el número de bares ha aumentado en todas esas calles.

El Ayuntamiento de Cartagena, a través de una portavoz autorizada, pidió consenso a los procesionistas y a los hosteleros para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes, «como ya han hecho en años anteriores». Además, recordó que la potestad de la cesión del uso de la vía pública es de la Junta de Gobierno Local siguiendo lo que establece la ordenanza. De su lectura, añadió, se puede interpretar que los hosteleros que montan terraza todo el año y están al corriente de pago al Ayuntamiento tienen derecho a explotarla también en Semana Santa, aunque no a ampliarla si no hay acuerdo con los silleros. Insistió en que deben dialogar.

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