Noche de furia en Oriente Medio; 30 bombardeos sobre Beirut y decenas de muertos en Gaza

Noche de furia en Oriente Medio; 30 bombardeos sobre Beirut y decenas de muertos en Gaza

Domingo, 6 de octubre 2024, 13:49

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Ha sido una noche de furia. De fuego y bombardeos. Las Fuerzas de Defensa israelíes han lanzado en la madrugada de este domingo una ofensiva ´contra Beirut y Gaza que retrotrae a los peores momentos de la crisis en Oriente Medio, si es que alguna vez los ha tenido menos malos. De momento, las autoridades sanitarias informan de unos 45 muertos y 90 heridos en la Franja, donde el ejército ha reactivado el cerco al campo de refugiados de Jabaliya. En Beirut no se sabe aún el triste balance de una noche sembrada de explosiones: los servicios de emergencia van y vienen todavía de unos lugares a otros y las columnas de humo de los incendios siguen elevándose en el sur de la ciudad.

La capital libanesa ha sufrido la madrugada «más violenta» de este año, según la agencia nacional de noticias. Tel Aviv había prometido que su objetivo no es Beirut, pero los suburios del sur, sí. Se han convertido en un lugar imposible de habitar a medida que arrecian los ataques aéreos. Algunos en Líbano los denominan ya «la pequeña Gaza» porque la sensación reinante es que Israel pretende reducir a escombros Dahiye, el distrito donde Hezbolá tiene su bastión.

Los cazas han realizado más de una treintena de ataques sobre el lugar. Nadie ha dormido en Beirut. La sucesión de explosiones ha removido los cimientos de la ciudad y de sus habitantes. «El miedo a dormir y no despertar es constante. Piensas que se te puede caer la casa encima. Muchos creen ya que el verdadero objetivo de Israel es golpear Beirut y no dejar que se levante», explica un funcionario libanés. «Los suburbios meridionales registraron su noche más violenta», señala la agencia nacional, que añade: «El eco se escuchó en Beirut y su humo negro cubrió todas las zonas del extrarradio».


Explosión en los suburbios de la capital, que han sufrido de nuevo enormes destrozos.


AFP


Los proyectiles han alcanzado cinco barrios residenciales y la carretera que une la ciudad con el aeropuerto Rafic Hariri, donde la aviación se ha empleado con especial contundencia. Una bomba ha caído sobre un almacén de suministros médicos y ha causado la detonación de numerosas botellas de oxígeno. A continuación, una gasolinera ha recibido un impacto en la misma zona. Toda la capital ha temblado. Se han desencajado puertas y roto cristales de ventanas a decenas de metros. El diablo ha rugido.

La deflagración ha dibujado un inmenso hongo de fuego en contraste con la oscuridad de la noche y ha sido escuchada como un trueno en poblaciones situadas a varios kilómetros. La onda expansiva ha arrasado vehículos, naves y tinglados en decenas de metros a su alrededor. Los servicios de emergencia han encontrado restos humanos, aunque no han contabilizado todavía la cifra de víctimas.

Israel afirma que su particular noche de ira ha permitido destruir arsenales de munición «y otras infraestructuras terroristas» de la milicia chií. Lo que está claro es que Dahiye, que había logrado permanecer bastante al margen de los daños en este último año de convulsión en Oriente Medio, se ha transformado en un paisaje desolador. La destrucción de edificios y calles comienza a ser masiva por mucho que Israel afirme que sus bombardeos son «selectivos» sobre las bases de Hezbolá.

Si en algún momento han surgido versiones sobre que Israel busca una solución negociada para alejar a la milicia de la frontera de manera permanente, el castigo infligido a la capital apunta más bien al objetivo de desmantelar permanentemente Hezbolá. Hashem Safieddine, el sucesor de Nasrala, el máximo responsable de la organización asesinado por los israelíes hace dos semanas, sigue en paradero desconocido. No ha dado señales de vida desde que la aviación hebrea dejara caer un infierno el viernes encima de su búnker subterráneo en el barrio de Al-Marijah, en Dahiye.

72 toneladas de explosivos

El ejército todavía no permite a nadie acercarse a las ruinas del lugar. Medios a ambos lados de la frontera dan por seguro que Hashem Safieddine ha encontrado la muerte, aunque las Fuerzas de Defensa no han anunciado una confirmación oficial. Quizá se trate de estrategia, de que el rescate y análisis de los restos está siendo arduo o, simplemente, queel cuerpo se volatilizó en la tremenda explosión. La aviación hebrea descargó 72 toneladas de explosivos sobre el refugio en cuestión de segundos para asegurarse de que todo acabara allí.

Safiedinne no ha vuelto desde entonces a ponerse en contacto con el movimiento ni con su familia, lo que aumenta el pesimismo. El líder del Consejo Ejecutivo de la milicia estaba en el búnker celebrando una reunión con otros mandos chiítas. Había acudido en persona debido a la desconfianza existente sobre los móviles, buscapersonas y walkie-talkies después de que Israel hiciera estallar miles de ellos recientemente en un alarde de tecnología e ingenio letal, causando estragos entre las filas de la milicia.

Otro elemento que ha hecho cundir la idea de que Safieddine murió en el ataque es que el general iraní Esmail Ghaani, comandante en jefe de las fuerzas de élite Quds, también esta desaparecido desde el viernes. El general, el de mayor rango en el ejército de Irán, había viajado a Beirut para reunirse con la cúpula de Hezbolá y diseñar estrategias de defensa frente a la ofensiva israelí. Estaba con Safiedinne en el refugio cuando fue atacado.

Su ausencia ha desatado una notable incertidumbre en las fuerzas iraníes, que han pedido al régimen una prueba de que su jefe sigue con vida: un vídeo en el que se dirija a su ejército. El temor a que haya sido asesinado justo en el momento en que Israel hace planes para vengarse de Teherán, tras su reciente ataque con 181 misiles contra el Estado hebreo, desconcierta y siembra el miedo en unas brigadas que no tienen otro líder visible con su carisma y frialdad.


Unicef descarga ayuda humanitario en el aeropuerto de Beirut mientras, abajo, dos civiles huyen de la devastación.


AFP


Al régimen islámico le preocupa, por su parte, el desánimo y la falta de confianza en la autoridad de los ayatolas que puede generar este hecho. Más todavía cuando existen veladas acusaciones en torno a su debilidad en el conflicto de Oriente Medio y de inefectividad para evitar las filtraciones. El mismo tipo de pinchazos que tiene Hezbolá de la Inteligencia israelí en Líbano y que, por ejemplo, habrían facilitado las ubicaciones de Nasralá y Safiedinne antes de asesinarlos.

Ghaani, de 67 años, se convirtió en general de la fuerza Quds tras la muerte en 2020 del popular y casi legendario Qasem Soleimaní a manos de Estados Unidos. Es decir, sería la segunda vez que este ejército de élite perdería a su cabeza en cuatro años. Ghaani, además, ha destacado por impulsar la industria local de las armas, fomentando que Teherán fabrique drones y misiles de gran efectividad de manera masiva, y se le considera el cemento de las milicias, el hombre calculador que ha sabido mantener unidos a Hezbolá, Hamás, los rebeldes de Yemen y Yihad Islámica en su causa contra Israel. El viernes no estuvo en el sermón del Líder Supremo, Ali Jamanei, lo que ha disparado las tensiones.

En estas últimas dos semanas, las Fuerzas de Defensa hebreas parecen estar demostrando que han superado las debilidades que minaron su anterior incursión en la guerra del Líbano de 2006. Entonces no evitó que Hezbolá siguiera mandando desde sus bastiones ni que pudiera continuar reforzando sus posiciones en la frontera con Israel, donde ha almacenado más de 100.000 cohetes, ampliado sus bases e incluso excavado túneles y refugios subterráneos en abundancia durante estos 18 años. Tel Aviv está decidido ahora a desmantelar la milicia chií, igual que lo persigue en Gaza con Hamás.

De hecho, esta madrugada de domingo también la Franja ha sufrido su propio infierno. El ejército ha vuelto a sitiar el campamento de Jabaliya, según su versión, después de detectar un intento de la milicia islamista de consolidar un nuevo frente armado. Es la cuarta vez que los militares entran en este enorme campo en el último año. Ha habido bombardeos allí y en otros lugares de Gaza, entre ellos una antigua escuela-refugio de la ONU, y se han reportado al menos 45 muertos y 90 heridos. El Estado Mayor ha explicado que dos brigadas blindadas experimentadas, la 401 y la 460, están dentro de Jabaliya y han descubierto armas, celdas y otras estructuras de Hamás.

Ahí, al ejército le sucede como en Líbano. Al principio anunció el despliegue como una operación más o menos rápida, pero el tiempo avala que no es así. La dificultad para controlar el territorio y los intentos de reconstrucción de la milicia no se detienen mientras ya son casi 42.000 los muertos en la guerra. Algunos analistas creen que en Líbano existe el riesgo de ue suceda algo parecido. Que la confrontación se embrolle. Que entrar ha sido relativamente rápido y sencillo, pero que lo difícil será salir.

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